Capítulo 15.

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Evangeline

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Evangeline

La semana de exámenes había llegado a su fin y con ella una serie de decepciones. Los exámenes no me habían salido como esperaba, así que me iba a tocar recuperar un total de cuatro asignaturas. En mi vida había suspendido, por lo que esto fue un gran hachazo para mí principalmente porque era mi último año de instituto y veía cada vez más lejos las oportunidades de estudiar en una buena universidad. Lo única buena noticia que había recibido fue la felicitación por parte de mi profesora de Historia sobre el trabajo de investigación que había realizado.

Regresé a mi casa hecha una furia, así que lo único que me apetecía era encerrarme en mi habitación para poder dormir todo lo que no había dormido esta semana por estar estudiando como una loca.

Mi madre me intentó animar diciéndome que no todo estaba perdido y que sólo se había tratado de una mala semana. Confiaba en mí misma y sabía que lo podía lograr, pero estaba cansada de dar todo de mí para no recibir nada a cambio.

Desperté de una larga siesta y escuché a algunas personas conversar abajo, por lo que fui a ver de quiénes se trataba. En el salón se encontraba Kendall junto a mi madre, teniendo una interesante conversación.

- La bella durmiente ha despertado – y no me ha hecho falta beso de ningún príncipe, pensé.

- ¿Llevas mucho tiempo esperándome? – no sabía cuánto tiempo llevaba durmiendo, pero de haber sabido que vendría, hubiera activado mi despertador.

- No te preocupes, he llegado hace un rato y me preguntaba si te apetecería salir a cenar.

- ¡Claro! – me vendría bien para despejar mi mente por unas horas – Pero dame unos minutos para tomar una ducha.

- ¡Te doy todo el tiempo del mundo!

Kendall me llevó a un bonito restaurante de Sheffield, por lo que tuvo que conducir por media hora. Nunca había venido a un sitio así porque no me lo podía permitir, así que me quedé asombrada por la decoración del lugar. El camarero nos sentó en una mesa al lado de la ventana, que dejaba ver un espectacular jardín iluminado.

- ¿Qué tal han ido tus exámenes Evangeline? – me dijo mientras mirábamos la carta. Había una gran cantidad de platos y no sabía por qué iba a decantarme porque todos tenían una pinta exquisita.

- He suspendido cuatro, así que me va a tocar recuperarlas.

- Bueno, no te preocupes que sabiendo lo inteligente que eres, lo vas a sacar.

La velada con Kendall no pudo haber sido mejor. Siempre sabía cómo aconsejarme de una forma madura y agradecía que no hubiera vuelto a sacar el tema del beso porque ambos nos encontrábamos avergonzados de lo sucedido.

- Lo he pasado genial - le dije mientras caminábamos hacia mi puerta cogidos de la mano.

- Yo también Evangeline, cuando estoy contigo todo lo de mi alrededor desaparece – le sonreí, pero no le contesté porque yo no lo sentía del mismo modo que él – El próximo viernes damos un concierto por aquí cerca, ¿querrías venir?

- El viernes trabajo en lo de X Factor y no sé a qué hora terminaré.

- ¡Es verdad! ¡Lo había olvidado! – Kendall podía ser un poco despistado a veces – Entonces, ¿nos vemos otro día?

- Por supuesto. Aunque si salgo pronto intentaré estar allí – él me sonrió emocionado.

- Creo que Alex también irá porque James le iba a dar una entrada – le miré extrañada porque ella iba a trabajar conmigo.

- ¿Alex? Ella también trabaja conmigo.

- No lo sabía y creo que James tampoco lo sabe – había advertido millones de veces a mi amiga que debía contárselo a James, pero me había hecho caso omiso.

- Supongo que se le habrá olvidado por todo el tema este de los exámenes – intenté excusar a mi amiga, aunque quería arrancarla del cuero cabelludo.

- Seguramente sea eso. Bueno Evangeline, nos vemos – Kendall dejó un beso en mi frente y me despedí de él. Me quedé observándole hasta que le vi desaparecer en su coche.

Justo cuando iba a entrar vi que Alex estaba caminando hacia mi casa, así que me quedé extrañada. Por su rostro, pude ver que había estado llorando. Entramos a mi casa y subimos a mi cuarto para que me pudiera contar qué le había sucedido.

- ¿Qué ha pasado Alex? – me preocupaba que hubiera podido volver al club de alterne para trabajar y le hubiera pasado algo de nuevo.

- James y yo hemos discutido – me tranquilicé porque al menos nadie se había sobrepasado con ella – Le he tenido que contar a James lo de X Factor y ha empezado a decirme que nunca le cuento nada, que siempre le estoy ocultando cosas.

- Y perdona que te diga, pero lleva razón – Alex hizo un puchero – Aun así, James sabe cómo eres y no tardaréis en arreglarlo. Él es un gran chico.

Como si viera el futuro, James no tardó ni una hora en mandarle un mensaje a Alex para solucionar las cosas. Sabía que no podían vivir el uno sin el otro, así que él iba a venir aquí a buscarla para que pudieran hablar. Realmente envidiaba lo mucho que conectaban porque cuando estaban juntos parecían una única persona.

- ¿Y tú con Louis? – otra vez sacaba al castaño a relucir sin haberle tocado el tema.

- Alex, de verdad que no entiendo qué te pasa con él – me levanté para tomar el cuenco de palomitas - ¿Por qué te interesa tanto que él y yo lo solucionemos?

- ¿Recuerdas el chaval que te dije que me había defendido de aquellos hombres en el club? – asentí – pues era Louis.

Me quedé en blanco al imaginar a Louis salvando a mi mejor amiga. Sabía que muy en el fondo de él había un buen corazón, pero que se encontraba manchado por aquella tragedia.

- ¿De verdad hizo eso por ti? – ella asintió – Aún así, una vez más estaba allí para pasarlo bien con alguna mujer.

- Pero cuando le pronuncié tu nombre pude ver cómo brillaban sus ojos – toda esta nueva información no me estaba dejando pensar con claridad. ¿Lo que decía Alex era cierto?

- Bueno, pero ahora mismo en quien quiero centrarme es en Louis – me llevé las manos a la boca – digo, en Kendall.

- ¡Lo sabía! ¡Sabía que estabas pillada de Louis hasta las trancas! – le tiré un cojín para que se callara - ¡Mírate! Si te has puesto roja, señorita Tomlinson

REBEL BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora