Capítulo 37.

9.6K 384 22
                                    

Evangeline

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Evangeline

El fin de semana por fin había llegado y el sol entraba por la ventana de mi habitación después de varios días de lluvia y tormenta. Me encantaban los días así.

Me metí rápidamente a la ducha porque había quedado con Louis para ir a un parque de atracciones junto a las gemelas. Me sentía emocionada por ellas porque era la primera vez que iban a estar fuera de aquel internado y era una bonita oportunidad para pasar tiempo con su hermano.

Pero sobre todo me sentía feliz por Louis porque había dado un gran paso al haberse reencontrado con una parte su familia. Me preocupaba que no las pudiera recuperar por culpa de su tía porque lo que más necesitaban los tres era estar unidos y atravesar este mal momento juntos.

Cuando salí de la ducha, abrí el armario, indecisa con qué podría ponerme. Tenía que ser algo cómodo puesto que íbamos a estar durante todo el día yendo de una atracción a otra. Finalmente me decanté por unos vaqueros estilo mom y una sudadera en un tono verde pastel.

A los pocos minutos de estar preparada recibí un mensaje de Louis indicándome que ya estaba esperándome en el coche, así que salí de casa sin despedirme de nadie. El castaño se encontraba en la misma calle perpendicular a la mía, en la que nos encontrábamos todos los días para que mis padres no nos descubrieran.

Louis me recibió con un tierno beso en los labios y nos dirigimos al internado mientras Green Day sonaban a todo volumen. Louis no apartó su mano de mi muslo en todo el trayecto provocando que algo dentro de mí se humedeciese. Deseaba mucho a Louis, pero me daba pánico el acto sexual. Lo había estado dando vueltas durante toda la semana y era cierto que tenía miedo a pesar de confiar plenamente en Louis.

Dejamos el coche en el aparcamiento del internado y pasamos para buscar a las gemelas. La misma recepcionista del último día nos atendió, así que Louis se encargó de rellenar algunos papeles relaciones con la autorización de las pequeñas para salir del centro.

- Espéreme aquí, vuelvo en seguida con las niñas.

Al cabo de un rato las dos niñas aparecieron por el pasillo para venir corriendo a abrazar a su hermano. Realmente eran un amor. Y ver a Louis en un estado tan cariñoso con ellas me ablandaba el corazón.

- ¡Has venido Evangeline! – April gritó y ambas vinieron a abrazarme.

Tomé la diminuta mano de April mientras que Louis tenía en brazos a Iris y fuimos hasta el coche para poner rumbo al parque de atracciones.

Durante el largo trayecto, las gemelas nos contaron cómo era su vida en el internado, todas las actividades que hacían y quiénes eran sus mejores amigos allí. Pero también hablaron sobre nosotros, queriendo saber si nos íbamos a casar pronto porque ellas nunca habían asistido a una boda. Me enternecía aquella situación, pero no tenía pensado casarme tan joven.

REBEL BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora