¡Ámame Como Yo te Amo! ¡2! - Diferentes.

18. Adam

-Ella es bisexual...- Le interrumpo de nuevo.

-¡Pero él es gay!

Todos levantamos la vista sorprendidos.

-Llevo desde ayer intentando decíroslo. Mi hermano tiene problemas para pagar la casa así que ella decidió quedarse en su casa y ayudarle pagándole un alquiler. El la veía triste así que quería animarla y... Bueno supongo que eso es lo que visteis.

No me muevo. Entonces... ¿Ella no ha hecho nada? ¿El solo la estaba apoyando? Entonces aun puedo...

Unas llaves aparecen un mi cara.

-Tengo una copia de las llaves. Y he acabado el turno. ¿Vamos?

Asiento enérgicamente. Vamos andando, y demasiado despacio. Los coches no pueden pasar por estas calles así que no puedo hacer nada más que esperar. Cuando llegamos subo las escaleras de tres en tres, cuando llego arriba estoy sin aire. Aun así dejo de respirar cuando el camarero mete la llave en la cerradura. Abre rápidamente y empuja la puerta, yo entro la primera y lo veo primero.

El aire sale de mis pulmones como si alguien me hubiera golpeado en el estomago. Todo está completamente revuelto y destrozado, jarrones, armarios, estanterías, lámparas, libros, papeles, etc. Todo está tirado y roto en el suelo, como si aquí hubiera habido la peor pelea de todos los tiempos.

-¿Qué coño? - Dice el camarero.- ¿Adam? ¡Adam!- Grita. Yo me quedo ahí de pie. Tan cerca... Pero tan lejos. Podría pensar que se ha ido porque sabe que estoy aquí y quiere alejarse de mí pero eso no explica la pelea. ¿Estará bien? Por favor, por favor que lo esté. ¿Y donde esta Adam?

-¿Eso es sangre?- Dice el camarero.

Observo la gran mancha de la pared. ¿Qué demonios ha pasado aquí?

-H-Hay que llamar a la policía.- Dice el camarero, Ana actúa rápida.

-No, harán demasiadas preguntas y no te dejaran poner la denuncia porque aun no lleva un día desaparecido. Lo mejor que puedes hacer es ir a los hospitales cercanos y preguntar por él.

El camarero asiente nervioso y completamente perdido.

-Ve.- Le dice Ana.- Te llamaremos cuando sepamos algo.

Sigo al camarero. Quiero decirle que lo siento, siento como si todo esto fuera mi culpa. Cuando me acerco a las escaleras, no me doy cuenta de que el suelo esta mojado y resbaló cayéndome de bruces. Siento el impacto, el dolor es inmenso pero la oscuridad rápidamente me traga.

Abro los ojos tan rápido que asusto a Ana.

-Dios, Sara.- Respira agitadamente y se agarra el pecho.- ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

Justo en ese momento la cabeza me palpita y algo en la frente duele. Me toco la cabeza.

-No, no. No toques. Casi te haces una brecha. Por suerte esta cerrándose y la hemos desinfectado así que solo hay que esperar. ¿Cómo te encuentras?

-Bien.- Digo y me levanto demasiado rápido, la cabeza me da vueltas y casi me caigo de culo. Ana me agarra del brazo y me sienta en la cama.

-Despacio o te marearas.

Oigo como un teléfono empieza a sonar. No es el mío.

-¿Erik? [...] No te preocupes, puedes llamar cuando puedas. [...] Si. Lo sé, pero piénsalo bien. Si Adam vuelve lo primero que hará es pensar donde sueles estar a estas horas, es decir en el bar. Sé que es difícil pero tienes que ser paciente por tu hermano y esperar.

Ana suspira y cuelga.

-Tú descansa Sara.

-¿Sabéis algo?

-Si lo supiera te lo diría, en serio.- Su cara me dice que no está mintiendo así que asiento y me tapo.

Media hora después

Por supuesto que no estoy durmiendo, no estoy cansada y la adrenalina no me dejaría de todas formas. Le doy vueltas y vueltas, ¿que podría haber pasado? ¿Los científicos? Pero acabamos con ellos... ¿Entonces?

Quince minutos después

No puedo más, estoy cansada de dar vueltas en la cama. Me levanto despacio y compruebo que estoy vestida antes de salir al pasillo.

-¡¿Qué?!- Oigo en la habitación de al lado. Abro la puerta justo cuando ellos la van a abrir y nos chocamos.

-¿Estás bien? - Pregunta Mark. Asiento.

-Genial, nos vamos.- Dice Joshua empujándome.

En el bar

Aun no se qué demonios pasa. Pero lo entiendo nada más entrar, Adam, el hombre con el que estaba Alessa y el hermano de Erik está sentado con unas pintas horribles en un taburete. Cuando abrimos la puerta salta del asiento y se tensa. Cuando ve que somos nosotros se vuelve a sentar.

-Diles lo que me has contado a mi.- Le pide Erik. Adam respira hondo un par de veces antes de empezar.

-Estaba viendo la tele, habíamos puesto una película de terror pero como ella ya la había visto dijo que iba a darse una ducha. No oí los golpes de la puerta hasta que fue demasiado tarde...- Bebé un largo trago de su copa.

- Cuando me gire, un hombre me golpeo con algo muy fuerte. Me tiro al suelo. El aporreo la puerta del baño, el agua de la ducha paro y ella abrió. Oí un grito, el hombre la trajo arrastras hasta la sala, solo tenía una toalla puesta. Su cara... – Respira hondo al recordarlo.

-Estaba completamente aterrada y asustada. Temblaba de miedo, no le miraba a la cara. La empujo contra la pared. Le dijo que no se atreviera a moverse o ya sabía lo que ocurriría. Ella no se movió, se quedo acurrucada en el suelo. El empezó a romperle jarrones y lámparas en la cabeza, ella empezó a sangrar pero no se movió. Ni siquiera cuando le lanzo libros a la cara. Incluso le tiro un par de estanterías y la pateo. Dijo algo de escapar y de dinero.

Hace una pequeña pausa

-Entonces saco un cuchillo y se lo clavo en los muslos y bajo las rodillas, dijo que era para que no pudiera escapar. Ella grito y el la golpeo varias veces diciéndole que se callara. Entonces me golpeo de nuevo y perdí el sentido.

-Diles lo que ella dijo cuando la saco del baño arrastras.- Erik sostiene las manos de su hermano, parece que eso le calma.

-Ella... Lo llamo "Padre".