¿Quién hubiera previsto que Kacchan fuera tan tierno cuando está enamorado? Su corazón se descontrolaba cada vez que sus ojos notaban a Deku, ese chico que desde que eran pequeños le robaba el aliento. Kacchan observó a Deku y pensó que se veía más hermoso que otros días, mientras Deku, bajo esa mirada penetrante, pensaba que no iba a poder aguantar más sin gritarle a Kacchan que lo amaba desde hace mucho tiempo. Ambos corazones, cálidos y apasionados, enamorados uno del otro. Y justo ese día, ambos decidieron confesar lo que sentían. Después de eso, todos en la Academia se habían enterado, dándole los mejores deseos. Kacchan era muy atento con su novio, haciéndolo sonrojarse más de una vez.
—Eres tan hermoso...—susurró en el oído del peliverde, delineando su rostro.
—Tú lo eres más, Kacchan.— el mencionado sintió un escalofrío, y pensó que Deku era muy tierno para su salud. Con una sonrisa en su rostro, se inclinó lentamente rozando sus labios con los del menor, sintiendo como éste temblaba, mandando descargas eléctricas a su parte baja. Finalmente, sus labios se unieron, frente a todos en la cafetería, ganándose suspiros de las chicas, incluso chicos que almorzaban tranquilamente allí. Bueno, suspiros de felicidad, ya que, muchos chicos pusieron su ojo en Deku, luego de que Kacchan fuera el primero en declarársele.
Muchos le dejaban notas insinuantes en su casillero, notas que nunca leía ya que su lindo novio, las rompía en muchos pedazos para luego calzinarlas con su poder de fuego.
Deku soltó un suspiro, mientras veía como su novio creaba una barrera al rededor de él, mientras caminaban hacia sus casas, ocasionando que este sonriera. Con una mano, jalo por la camisa a Kacchan, para luego arrastrarlo hacia un pasillo poco transitado por estudiantes. Chocó su propia espalda contra la pared, y tomó a un Kacchan confundido por el cuello de la camisa, para luego besarlo apasionadamente. Cosa que claramente no disgustó para nada a su novio. Segundos después se separaron por falta de aire y aún a milímetros de distancia, Deku susurró algo que Kacchan siempre a disfrutado de escuchar, a pesar de que tal cosa, ya está tatuado en su mente y corazón.
—Soy tuyo, Kacchan.—Deku mordió el labio de su novio y este pensó que no podía ser más afortunado de tener a alguien como Deku a su lado.
—¿Eres mío, Deku...?—unos escalofríos bajaron por la espaldas de ambos, mientras rozaban sus erecciones.
—T-Todo tuyo, Kacchan...—
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