[ Zodiac ; Soñando con Maravillas ]

- Día 2.

- ¿Qué es esto? ¿Una broma? ¡Un sueño!- Exclamé alejandome dos pasos, crujiendo consigo las grandes hojas pálidas yacidas en el piso.

- ...- Los chicos guardaron silencio y se largaron a reír.

- ¿¡De qué hablas!?- Gritó burlón Aries.

- Que ingenua.- Rieron a coro los gemelos.

Empuñé las manos y volteé para marcharme, aunque no conociese nada, no iba a estar un segundo más en ese lugar, ¿Por qué hoy? ¿Es que me dormí? ¿Acaso estoy soñando con alguna fantasía relacionada a mis libros? Sumergida en mis pensamientos, escuché un gruñido, como la de un león, si, era un león, frente mío estaba el animal, mostrando sus grandes y filosos caninos, me estremecí y mi sangre se tornó fría. En ese momento dirigí mi mirada al sonido de las pisadas de las hojas, era un alto chico masticando un montadientes, de cabellos naranjos con ojos de color miel, tan profundos y oscuros que no podía dejar de mirarlos.

- Tranquilo.- Dijo éste acariciando la cabeza del león.

Éste se relajó y correspondió al cariño del chico persiguiendo con su cabeza la mano de él.

- Llegó Leo.- Murmuró Cáncer mirando a su cangrejo en su hombro derecho.

- Oh, hola Leo.- Sonrió Aries.

Los gemelos rieron y corrieron con el león haciendole morisquetas haciéndolo enfadar. Éste gruñió y los gemelos gritaron asustados. (MULTIMEDIA.)

- ¡Nos comerá nuestra delicada piel hermanito!- Gritó uno.

- ¡Tranquilo!- Exclamó el otro - No lo hará el pulgoso.

El león se adelantó y se sentó mirando a otro lado ignorándolos.

Miré de reojo a Leo, estaba tan serio que me asustaba. Tras él apareció un chico de cabellos blancos y ojos tan celestes y pálidos que podría asegurar, que en la oscuridad brillaban.

- Leo.- Dijo éste.

- ¿Qué quieres Virgo?- Preguntó Leo rodando los ojos.

- ¿Puedes decirle a tu león que deje de pasearse por mi río y mis plantas? Procuro cuidarlas y mantenerlas, lo único que hace este animal repugnante es orinarlas y comerse mis flores.- Gruñió Virgo.

- ... ¡Muy bien mi cachorrito!- Gritó Leo cambiando su aspecto a la de un chico infantil acariciando la panza del león.

Virgo rodó los ojos y posó sus pálidos ojos en mí y sonrió un poco.

- ¿Eres ...?-

No contesté, tenía miedo.

- ... - Virgo calló.

- Es [Nombre].- Habló por mi Tauro.

- ¿Es humana?- Me miró Leo.

- Cuantas veces he respondido la misma mierda.- Suspiró Aries.

- Ya veo... Debes estar algo confundida.- Me sonrió Virgo.

- Lo estoy ... De hecho...- Suspiré.

- Ya se acostumbrará.- Rió uno de los gemelos.

Los miré de reojo y arqueé la ceja.

- Una vez que entras no sales más, te lo dijimos, ¿No?-

Eso, ¿Acaso era malo? Esta fantasía era mucho mejor que la realidad.

Acá era un paraíso, donde mirabas el cielo y no era cielo...

Tengo miedo...

1■ Irse, en silencio.
2■ Quedarse y esperar.