Kioto II

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Ambos yacían acomodados ( Kōki entre las piernas del pelirrojo) en la sala de la casa del árbol mirando "6 días y 7 noches" mientras disfrutaban de unas palomitas caseras.

El castaño desvió la mirada ante la escena de sexo cuando sintió unos labios sobre su cuello —mgnhh... No hagas eso.

—¿Por qué? — susurró en el oído del castaño y luego le mordió el lóbulo.

—Es vergonzoso.

—¿Por qué? Es normal entre los novios.

—Lo sé, pero... — al removerse sintió algo pinchado su cas caderas y se sonrojo.

—Agh... No te muevas— pidió apoyando su barbilla en el hombro del castaño.

—Akashi... ¿Estas?

—Soy un hombre, es normal que me ponga así.

—Así que fue por ver a esa mujer— siseo enfadado refiriéndose a la de la película.

—No... Es por ti.

—Mentira— se cruzó de brazos y se iba a levantar pero el pelirrojo no lo dejó.

—No es mentira. Es por ti. Tú me causas esto Kōki. Quiero hacerte mío, poseerte. Quiero hacerte el amor— confesó rodeando la cintura del castaño.

Un calor familiar recorrió su cuerpo y mordió sus labios al sentir los pequeños besos en su nuca. Se removió nervioso, lo que ocasionó que Seijūrō gimiera —Sei...

—humm

—Hagámoslo...

¿Qué dijiste?

—Qué si... Sí quiero hacer el amor contigo, Sei— giró lentamente y miró al pelirrojo —Quiero hacerlo, Seijūrō...

—¿Estas...?

—Sí— susurró y besó al pelirrojo.

Seijūrō rodeo la cintura del castaño y lo jalo hacia él. Por lo que Kōki quedo a horcajadas sobre su regazo.

Se aferró al cabello rojo y lo volvió a besar —nggh Sei.

—Kōki— susurró mientras le besaba el cuello y poco a poco comenzaba a descender.

Cada beso, cada caricia provocaba que jadeara y excitara. En ese año y meses de novios, nunca había pasado de besos y tomadas de manos... pero hoy era diferente.

Seijūrō se removió y el castaño termino en el piso.

—ouch— se masajeo los glúteos.

—Lo siento...— se levantó y ayudo a ponerse de pie al castaño —Ven...

—¿Adónde vamos?

—A la recamara...

—————

En cuanto a la habitación, el pelirrojo salto sobre el castaño. Entre besos y carias, ambos terminaron en la cama.

Una vez que desnudo a su novio y él se desnudó, se sentó entre las piernas del castaño y comenzó a masturbar sus miembros —Kōki...

Aquella mirada apenada pero lujuriosa, lo excitaron a un más. Mientras masturbaba ambos miembros, se dedicó a besar a su amado Kōki.

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