Acto 3

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De nuevo había despertado con lágrimas en los ojos y me dolían las manos, aún no sabía el porqué, sólo sabía que eran malestares que surgían después de despertar de eso...

Suspire y me levanté de aquel suelo, no me encontraba bien, por lo cual no deseaba encontrarme con nadie...

Mire hacia el cielo, aquel que estaba cubierto por las estrellas y la oscuridad, además que estaba la luna.
— Dígame — murmure mirándola — ¿qué debo hacer? ¿Por qué saco de mi interior todo aquello que la relacionaba? — volví a preguntar, ya lo había hecho tiempo atrás, pero no respondía a mis preguntas.
Aunque a veces sentía su mirar en mí...

— Abel, dime una cosa — oí aquella voz melodiosa llamarme — ¿por qué querer recordar algo que sólo trae dolor? —

— porque, aunque ahora traiga dolor el solo recordarle, tiempo atrás trajo alegría y amor — sonreí — mi corazón no ha olvidado, pero yo sí —

— mi querido Abel, pronto recordaras, pronto mi querido joven tendrás la dicha de encontrar aquello que tú corazón desea — coloqué mí mano en mi pecho — Abel, mí niño, pronto conocerás el verdadero significado de todas tus dudas —
Y con ello respondió.
No estaba en total paz, pero lo que me había dicho, me daba cierta esperanza, una que yo creía perdida.

Día Y Noche: Un Nuevo AnochecerWhere stories live. Discover now