Día Y Noche: Un Nuevo Anochecer

Acto 9

- Abel idiota - oí como me gritaba Lía

- vaya, perdona, no quería preocuparte - le dije sonriendo y reacciono diferente a lo que hubiera imaginado; lo único que hizo fue llorar con más intensidad y abrazarme, aquello haciéndome sentir feliz y tranquilo.

- tan tonto - musitó aun teniéndome en brazos - ¿qué te paso? ¿por qué te desmayaste?

Separándome despacio me levante y les mire a los ojos - nada importante - dije apenas mientras le sonreí - ¿sabes? Tus ojos se ven tan hermosos, brillan con la luz del sol, a veces me pregunto ¿en serio yo soy hijo del sol? Me veo tan apagado, llorando todo el tiempo y tú, tan alegre y brillante - mi vista se empezó a nublar, solo significaba una cosa y era que las lágrimas caían de mis ojos mojando mis mejillas - simplemente no sé porque estoy vivo, perdí a alguien especial hace tanto tiempo y no quiero que pase lo mismo contigo -

No contestaba, se quedó en silencio mirándome como aquella vez después de haberme, riendo y demás - acuno mi rostro entre sus manos - significa que darás luz, traerás aquellas estaciones que tanto aman los humanos, todo eso es lo que traes y es a lo que yo quisiera ayudar -

lo único que pude hacer fue comenzar a reírme, algo que le causó extrañeza, por un momento me miro con el ceño fruncido y luego me golpeo en la cabeza al ver que no paraba de reír...

de ese suceso pasaron los días dando bienvenida al otoño, hasta ahora estar con Lía era un deleite, mirarla, abrazarla, jugar con ella en el lago...

- deberías practicar, no estar jugando, además ya no eres una niña - la reprendí

- y tú deberías relajarte, por favor, joven-anciano - dijo haciendo uno de sus tantos pucheros - deberías mirar a la naturaleza, tú traes esta naturaleza, además me gusta el otoño, esta vez pude hacer algo - brinco emocionada hacia a mí.

- ya lo sé y luego viene el invierno - camine hasta la orilla del lago - el invierno - susurre para mí mismo, no le había dicho, pero había recordado a Lucy, aquella chica que me robo el corazón y pensé se lo había llevado consigo, pero al ver a mi lado a Lía tenía la sensación de que lo estaba haciendo bien...

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casi llegamos al final...