Daddy's Secret j.b CANCELADA

Friends.

Justin Bieber.

Tuve que llamar a Flats, mi doctor, para que me ayude con Lilié. Joder, no era para nada fácil ver a mi pequeña en ese estado.

-Bien, Justin. -me llamó.

Me dí la vuelta y observé al doctor sentado frente a mi bebé. -Verás, le ha bajado la presión a un estado realmente considerable. Te aconsejo que cuides de ella lo más que puedas.

Asentí atemorizado por lo que me acaba de contar. -¿hay alguna pastilla que se le pueda dar?

Él negó. -mira, lo aconsejable es que hables con su madre. Siento que esta descompensación se debe a algo pasado y no a algo del momento. Cuando sepas si hay algo que haya afectado a la salud de Amelié en su niñez, me lo comunicas y le haremos estudios.

Tragué saliva. Yo no tenía ningún tipo de contacto con la madre de Amelié, el único que sabía de ella fue la persona a la que supongo, compró a mi pequeña.

-sé a que se refiere esa cara Bieber. Trabajé contigo por más de tres años. Está bien que no quieras relacionarte con su madre biológica pero tienes que hacer algo porque realmente es importante.

-intentaré hacer lo mejor que pueda -respondí.

Él asintió y luego salió de la habitación.
Me acerqué a Amelié y me recosté a un lado, tomando su mano.

Diablos, está congelada.

Según Flats, no despertaría en las próximas dos horas pero no podía esperar demasiado. Necesitaba de sus besos y sus abrazos.

Amelié.

Abrí mis ojos lentamente encontrandome a mi misma recostada sobre una cama. ¿En dónde estoy?

Aclaré mi vista y observé a ambos lados de lo que parecía ser una habitación.
Me puse de pie y noté como todo me daba vueltas.

Realmente no recuerdo nada. Siento como si miles de trenes hubiesen pisado mi pobre cabeza.

Necesitaba una pastilla... y a Justin.

Reconocí que estaba en su habitación, pero me asusté al no verlo a él dentro. ¿Y si le causé horror y me abandonó? No, es su casa... pero, ¿si ahora le doy pena? Espero que no.

¿Qué tal si es asco? Oh no...

Abrí la puerta y comencé a caminar lentamente por el pasillo. La casa estaba en sumo silencio lo cual me aterrorizaba un poco ya que es algo grande.

Mi cerebro formulaba miles de preguntas pero mis pies se dirigieron a un solo lugar; El despacho de papi.

Abrí apenas y me escabullí dentro del lugar.

Justin levantó su mirada y yo asomé mi cabeza. -¿papi? -pregunté.

El enarcó una ceja -cariño, ¿qué haces aquí? Veo que despertaste -sonrió apenas y yo me acerqué.

Buh, mi cabeza seguía doliendo. Uhm, ¿hola, cerebro? ¿podrías dejar de pensar al menos un rato?

-tienes que descansar cariño, no estás bien -habló y palmeó sus piernas.