Capítulo 16

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No vimos a Alanna por ninguna parte en todo el día, ni en la Sala Común, ni en el Gran Comedor y lo peor de todo: faltó al examen de Transformaciones. La profesora McGonagall nos preguntó preocupada a Ron y a mí que le había sucedido pero le dijimos que no la habíamos visto desde que salió de la Sala Común.

-Bueno, si la ven díganle que tiene que hablar conmigo lo más antes posible.

-¿Por qué?

-Me sorprende que no lo sepan si son sus amigos. Ha bajado considerablemente sus calificaciones, cosa que me extraña.

-Bueno, a Ala le gusta llamar la atención así que no dudo que lo haya hecho.

-¡Ron!-lo regañé- No hables así de ella.

-Si fuera tú Weasley, reconsideraría lo que he dicho. Ella tiene complicaciones con su familia y este año le ha afectado más de lo normal, por lo que es comprensible que baje sus calificaciones, pero esto es más extremo. En los últimos exámenes no ha respondido absolutamente nada.

-¿Cuándo le podremos decir sobre su hermano? No me gusta guardarle secretos y algún día tendrá que saberlo.

-Aún no Potter, y menos en estos momentos-la profesora suspiró- Pueden irse.

En la cena tampoco estaba, pensé en preguntarle a Ginny ya que son buenas amigas pero extrañamente tampoco estaba.

-Ron, ¿has visto a tu hermana?

-No la he visto en todo el día. Debe de estar con Alanna, no me agrada la idea que le dé clases a mi hermana de desaparecer de la nada.

Solté la tostada que tenía en la mano y lo miré con el ceño fruncido.

-Vuelves a hablar mal de Alanna y seré yo el que esté enojado contigo.

Ron negó con la cabeza.

-Increíble, la defiendes a ella en lugar de tu mejor amigo. ¿No has escuchado las cosas malas que me ha dicho en el bosque?

-Uno, ella también es una de mis mejores amigas y dos, si los he escuchado y los dos se están comportando como críos.

-Tenemos doce ¿que esperabas? No te hagas el maduro. Y si los dos nos portamos como niños ¿por qué la defiendes a ella?

Él estaba enojado y cada vez que decía una palabra golpeaba la mesa llamando la atención de nuestros compañeros. Para no causar más escándalo, murmuré:

-Olvida lo que dije, tienes razón. Ahora hay que enfocarnos en ir al baño de Myrtle la llorona.

-Aún no entiendo el por qué.

-¿Recuerdas lo que dijo Aragog de la niña que murió hace cincuenta años?-él asintió- La asesinó en el baño, ¿que tal si jamás se fue?

Abrió los ojos, entendiendo lo que quería decir:

-¿Myrtle?

Asentí con la cabeza y enseguida comenzamos a comer más rápido. Al terminar (fuimos unos de los últimos) nos dirigimos hacia la salida y empezamos a caminar en dirección al baño por los oscuros y vacíos pasillos cuando la voz de la profesora McGonagall en el aire nos hizo detenernos en seco:

-Todos los estudiantes deben regresar a los dormitorios de su casa ahora, todos los maestros al corredor del segundo piso inmediatamente.

Ron y yo intercambiamos miradas e inmediatamente fuimos corriendo al corredor del segundo piso para ver que sucedía. Al llegar, nos detuvimos en la esquina para poder escuchar lo que ocurría.

-Como pueden ver, el heredero de Slytherin escribió otro mensaje-escuchamos la voz temblorosa de la profesora McGonagall- Se ha cumplido nuestro mayor temor: el monstruo se llevó a unas estudiantes a la Cámara de los Secretos. Los chicos deben volver a su hogar, temo que este es el fin de Hogwarts-se le quebró la voz.

Alanna Diggory y el diario [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora