capítulo XVI

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XVI

Tres días han pasado desde la última vez que vio Raúl a Gabriela; tres días han pasado desde que leyó aquella página del diario de Alexandra... tres días que no ha dormido bien, teniendo en su cabeza las imágenes que son descritas... pero dos días han pasado desde que murió ella... según le dijeron, sus padres la encontraron muerta en el baño, con la cara, el pecho y los brazos cortados, los tobillos perforados y los pies quemados. Mañana será cuando le hagan la misa de cuerpo presente, cuando le den el último adiós a alguien con quien compartió muchas experiencias, buenas y malas, con quien se desarrolló física y emocionalmente... alguien importante para su vida, al igual que Luis y Alexandra. Raúl, al igual que todos se enteró de la triste noticia la noche pasada. Le dijeron que fue encontrada por sus padres al regresar de Morelos. Raúl no sabe que hacer, que decir, como presentarse frente a ella, dentro de una caja de madera con un interior de plomo. Sabe que fue su amiga, pero no sabe como afrontar una muerte más, no sabe por que han pasado las cosas de esta manera. El teléfono suena; sabe que tiene que contestar, pero no siente deseos de hacerlo. Su madre es quien ha levantado la bocina.

-Bueno-. Contesta la mujer con tono triste.

-Señora, ¿se encuentra Raúl?-. La voz de Alexandra es la que se encuentra al otro lado.

-Si... te lo comunico-. La madre le pasa el teléfono, saliendo de la habitación.

-¿Raúl?-. Pregunta Alexandra.

-Si, aquí estoy... pero es como si no estuviera-. Su voz suena distante, fría.

-Se lo que sientes. Yo me siento igual... ¿No crees que es extraño?-. La duda en Alexandra es evidente.

-¿Qué es extraño?-. La pregunta es entrecortada, dejando salir algunas lágrimas.

-Todo lo que está pasando, esta especie de...-. Es interrumpida por Raúl.

-¿Venganza?-.

-Si, venganza-.

-¿Por qué insistes en eso? Fueron accidentes. Luis murió en el hospital y Gaby sintió mucha culpa... tanta que no la quiso compartir con ninguno de los dos, y decidió matarse, ¿no entiendes eso?-. La ira comenzaba a salir.

-¿Accidentes? Raúl, la forma en la que murieron... no es normal. Algo nos está persiguiendo, y creo saber por qué-.

-¿Cesar? ¿Por qué no dejas esa idea de una buena vez?-.

-Sólo piensa en lo que te dije. Nos vemos mañana en la iglesia-. Alexandra cuelga el teléfono. Raúl hace lo mismo, intentando comprender lo que le ha dicho, lo que ha pasado.

Raúl cierra la puerta de su cuarto, intentando dormir, mas que dormir lo que su cuerpo busca es descanso, uno que le ha costado trabajo encontrar en estos últimos días. Recuerda que el diario está bajo la cama, pero no se atreve a sacarlo de su escondite... siente que a veces las cosas se deben quedar como están, no se deben mover o algo peor de lo que está pasando puede ocurrir, acabando con el orden original del universo.

su universo.

Cierra los ojos buscando

una respuesta.

dormir un poco, ya que mañana será cuando le de el último adiós a su amiga.

La sucesión de imágenes que pasaron frente a él mientras duerme, son una mezcla de reales e imaginarias, o al menos eso es lo que la mente de Raúl puede interpretar. Aquellas imágenes son las que la página del diario describe, en donde puede sentir una profunda tristeza, un dolor insoportable... pero no puede escapar de esos sentimientos, no sabe como enfrentarlos, suprimirlos o escapar de ellos... no son sentimientos que el tenga, es como si sintiera lo que otra persona, un dolor viejo, preparado para la venganza...

Sólo En La Oscuridad Where stories live. Discover now