ALANYS [¿De qué lado estamos?]

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La niebla que paralizó a casi todo el norte de los Estados Unidos durante dos días con sus noches ya no era tan densa. Se generó por un arma tipo satélite geofísico que la Corporación SPEAR tenía en su poder para controlar el clima, lo necesitaban para llevar acabo su más importante cometido. Al menos fue lo que le informó a Alanys el doctor bioquímico y citólogo Frank Heinrich, le explicó que el satélite enviaba ondas de alta frecuencia a la ionósfera la que les permitiría alterar el clima por medio de radiación... o algo así fue lo que se le quedó, no era su campo y no entendía prácticamente nada de lo que habla el doctor excepto que usarían el clima como nexus entre su objetivo y el mundo. "¿Cuál es el objetivo doctor?" Fue la pregunta que hiso, "Si apareciera una enfermedad y solo nosotros tuviéramos la cura el mundo comería de nuestra mano" le respondió. Alanys lo miró detenidamente con sus ojos oscuros, "Nosotros crearemos la enfermedad, también la cura" así finalizó la conversación.

Cuatro golpes a la puerta de la habitación que le habían designado la hicieron volver a su presente. Estaba en una sala amplia, tenía una cama, baño, y algunos muebles. En la pared opuesta a la de su cama había amplio armario empotrado sin puertas que a su izquierda un maniquí llevaba puesto su equipo especial de spear-s que correspondía al grupo de agentes de strike, al lado derecho un gran arsenal de armas con sus respectivas municiones.

— Gared, te retrasaste—. Dijo Alanys cuando abrió la puerta, Gared entró. Cinco hombres entraron detrás de él, todos llevaban puesto uniformes de marine. «No por mucho» pensó.

— Esa repentina niebla nos retrasó dos días en Washington—. Se excusó— ¿Tienes idea de lo que sucedió?

— No—. Mintió. Heinrich le ordenó que eligiera su comando strike para llevar a cabo misiones de la corporación, el requisito: sus hombres deberían cumplir todo tipo de órdenes sin preguntar por qué— ¿Están todos los que escogí?

— Así es, estamos a tus órdenes—. Informó Gared. Era un hombre duro de cabello corto, de baja estatura pero esbelto, siempre fue su amigo más cercano.

Ella sonrió. Hace mucho que no lo hacía.

— Bien, los nombraré y se reportarán—. Dijo Alanys. Sabía sus nombres y que función desempeñaría cada uno pero luego de tantos años no podía reconocer sus rostros.

Gared Celad se paró a la derecha de quien ahora sería su comandante.

— Gordon Arpro—. Nombró. Un hombre robusto de hombros anchos dio un paso al frente y asintió con la cabeza. Su nuevo oteador. Gordon dio un paso atrás.

— Celwin Lorcam—. Un hombre muy alto, delgado y de rasgos afilados dio un paso adelante, también se presentó asintiendo con la cabeza. Era un francotirador experto, o eso le aseguró Gared.

— Mike Pnine—.  Él se adelantó e inclinó la cabeza. Su paramédico era de una estatura promedio y estaba un poco pasado de peso, su abdomen tenía una pequeña curva hacia afuera.

— Jaecob Denim—. Esta vez dio un paso al frente un hombre de baja estatura, esbelto y con piel de color. Jaecob sería su técnico en armas.

— Dirk Barrion—. Fue el último nombramiento para el hombre grueso de barba descuidada y pelo corto que hiso un extraño ademan para responder su llamado. A Alanys no le importó, lo único que le importaba de ese desagradable soldado era su habilidad con los vehículos militares.

Cuando su equipo se retiró tomó los expedientes de cada uno a excepción del de Gared. Era su amigo y lo conocía lo suficiente para saber por qué decidió unirlo a la corporación. Revisó sus informaciones personales, misiones en las que cada uno había formado parte, sus logros y por ultimo sus perfiles de personalidad.

RESURRECCIÓN - No mires Atrás (Pausada)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin