Capítulo 04

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Kagome estaba dándose un relajante baño en el baño del cuarto en que la asignaron. Al pequeño se lo había dado a Saya y este dormía cómodamente en los brazos de la neko.
Cuando salió de ducharse buscó una toalla y se envolvió en ella.

- Kagome, aquí tienes un kimono para que puedas vestirte — informó la neko mientras mecía al pequeño.

- gracias Saya.

Kagome observó el kimono. Este era azul celeste. Con detalles de flores de Sakura. Se colocó unas sandalias y cepillo su largo y sedoso cabello.

- te vez hermosa Kagome — dijo mientras le entregaba al bebé.

- gracias. ¿Me llevas con Sesshomaru?

- claro sígueme

Ambas caminaron por el pasillo hasta llegar a estar frente a una habitación con vista a un precioso estanque con peses Koi. Un puente pasaba sobre el y el verde pasto adornado con flores de distintos colores, olores y tipos le daban una belleza sin igual.

Saya tocó la puerta y se escuchó un frío: adelante.

Saya abrió la puerta haciéndose a un lado y así Kagome pasó con una sonrisa tímida.
Sesshomaru al verla con esas prendas y con el pequeño en brazos lo lleno de orgullo. Porque según él, SU mujer y SU hijo eran dos seres majestuosos y poderosos.

Kagome sintió la potente mirada del Inu y se sonrojó.

- ¿Deseabas verme? –pregunto Kagome sin mirarlo.

- ¿Qué te parece tus aposentos? –preguntó mientras la detallaba más a fondo. Debía admitir que ella era hermosa, era toda una diosa.

Nadie habló por un buen tiempo, el silencio los envolvía como una brazada. Ella podía sentir la ambarina mirada sobre ella eso la hacía sentir nerviosa. Sus mejillas comenzaban a calentarse. Pero el llanto del bebe los hizo poner sus miradas en el pequeño. Este tenía su naricita roja, sus manitas estaban en puño y pegaba su boquita al pecho derecho de Kagome y la movía.

- ¿tienes hambre cariño? –pregunto Kagome mientras le ponía su dedo meñique en la boca y este comenzaba a chupar. Se sentó en un pequeño sofá y saco su pecho y el pequeño no perdió tiempo, pero Kagome hizo una pequeña mueca pues el pequeño demonio la había mordido un poco con sus diminutos colmillos. –no tan duro cariño. – sonrió con dulzura causando que el demonio sintieran algo cálido en su interior.

                       "Ellas son las indicadas. Y siempre lo serán" –escucho a su bestia decir.

Ella estaba absorta mirando como su 'hijo' se alimentaba.

                        "Él nos observa. Ellos lo hacen" –escucho una voz en su cabeza. Antes de que entrara en pánico dijo de nuevo: -"Soy tu bestia, soy Emi"

                          Bendición y Belleza* repitió Kagome en su cabeza.

Sesshomaru noto que ella estaba comunicándose con su bestia, porque el tono de sus ojos se volvió de color carmesí y estaban en balance con su color natural de ojos.

                         "Quiero hacerla mía. Ya no lo soporto, la necesito." Dijo su bestia y sonrió. Él pensaba lo mismo que su bestia.

                         "Pronto lo será"

Con eso último se puso de pie, se acercó a la chica. Ella al notar su presencia alzo la mirada y lo vio mirarla intensamente, él acerco su mano con dos de sus dedos tomo su mentón y la beso. Así simplemente, deposito sus fríos labios sobre los cálidos de ella, era apenas un roce, pero ambos deseaban más, deseaban más contacto, pero debían recordar que no estaba solos. Su pequeño estaba entre ellos, después, cuando ambos estuvieran solos harían lo que sus cuerpos y corazones anhelaban.

|Estuvo corto, pero hice lo mejor que pude|


Nos Enamoramos Por Que Nos Volvimos ¿PADRES?© [Versión Mejorada/TERMIMADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora