Capitulo 06

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Al abrir sus ojos los cerró al instante, el motivo fueron los rayos solares que entraban por la ventana. Intentó moverse pero le fue imposible, ¿la razón? Un brazo pálido con marcas en él la aferraba con fuerza, evitando su huida. Giró su rostro y ahí estaba él, el TaiYoukai que había conquistado a su corazón. Por quien su bestia se comportaba como cachorra solo con verlo, olerlo y sentirlo cerca.

Estiró su brazo y comenzó a trazar con la yema de sus dedos las marcas del rostro del Lord, este estaba disfrutando de dichas caricias aun con sus ojos cerrados, y ella lo sabía.

En un parpadeo, el demonio se colocó sobre la chica y la miró a los ojos, acercó su rostro y la besó de manera lenta y suave, conforme avanzaba el tiempo el beso se fue intensificando, sus lenguas danzando en una danza llena de pasión, deseo y lujuria.

Sus manos recorrían sus cuerpos desnudos, aquellas caricias llenas de tantas emociones enviaban descargar que erizaban sus bellos.

— Sessh.... — susurró su nombre entre suspiros, los frios labios del TaiYoukai se hacían camino desde los labios, su cuello, su hombro hasta llegar a los pechos. Enterrando la nariz entre ambos inhaló el olor de ella, aquél aroma que lo enloquecía. Guió su boca al pecho izquierdo y llevó el pezón a su boca y succiono como un bebé amamantando-se, con su lengua rodeaba la aureola color rosa oscuro y le daba leves mordida. Un rato después, una vez que dejó una marca en el pezón se pasó al otro y repitió el mismo procedimiento. Kagome gemía y gemía, su mente estaba nublada por el placer. Sus pezones estaban erectos y su zona intima estaba muy mojada, sus labios vaginales palpitaban y se contraían reclamando atención.

El aroma alcalino llegó a sus fosas nasales del demonio, con su lengua lamió entre sus pechos y bajó hasta su vientre hasta llegar a sus muslos, los cuales lamió y mordió de manera leve. Acercó su rostro a la vagina de la hermosa mujer bajo su cuerpo que gemía y estaba sonrojada, enterró su nariz inhalando su esencia, dando un lengüetazo que causó que la chica diera gritillo de sorpresa, la lengua áspera se pasaba por los labios vaginales de la chica, estiraba la piel y soltaba de golpe, Kagome llevó sus manos a la cabellera plateada de su amante y enredó los sedosos cabellos entre sus dedos. Con sus manos, el demonio tomó un extremo de la vagina de Kagome y lo estiró dejando ver las paredes internas de zona intima de la chica, aquella carne rosada, la cual estaba empapada con los fluidos que salían de su interior, pasó su lengua por la parte expuesta haciendo que la mujer se arqueara y frunciera los labios tratando, inútilmente de suprimir su gemido. Unos segundos después hizo lo mismo con el lado opuesto, luego succionó la clítoris y jaló aquel montículo. Su ultimo proceder, fue introducir su lengua en el interior de la feminidad de ella, su lengua era succionada por las paredes de ella.

Su cuerpo tembló, ya no soportaría mas, su orgasmo estaba cerca, y en un abrir y cerrar de ojos se corrió en la boca de su TaiYoukai.

Su respiración era de lo mas irregular, su corazón latía sin censar, sus ojos estaban fijos en el techo, luego su vista fue obstruida por los dorados ojos de Sesshomaru.

— Esto aun no acaba. — dijo mientras besaba sus labios de nueva cuenta.

Retomando las caricias, esta vez el demonio no perdió tiempo, una vez lista la penetró de golpe haciendo que la chica soltara un jadeo.

La embestidas eran rápidas y certeras, aunque el ritmo cambiaba en algunas ocasiones. Cuando el clímax estaba cerca, en el momento justo que ambos se corrían, él mordió la base de su hombro y cuello, marcadola como suya.


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Le encantaba ver a su pequeño Takeshi , este jugaba en su regazo, ambos estaban en los jardines disfrutando de aquella hermosa y esplendida mañana.

— ¡Señorita Kagome! — llegó una sonriente Rin, que en sus manos traía una corona de flores silvestres.

— Hola Rin. — respondió con un sonrisa.

— Hice esto para usted. — le dijo con timidez entregandole la corona. Kagome sonrió y agachó la cabeza aceptando el obsequio y Rin se la colocó feliz.

Poro en eso, la sonrisa de Kagome se esfuma, entre las sombras aparecen dos figuras, una femenina y otra masculina.

— ¿Quienes son? — dijo en un gruñido. Rin estaba detrás ella y en sus brazos cargaba a Takeshi.

— ¿Tu eres la nueva perra de Sesshomaru? — dijo la voz femenina con burla y asco.

— ¡No soy ninguna perra! — exclamó cuando ante sus ojos, aparecieron dos DaiYoukai. La demonesa era de cabellos verde lima, ojos negros como la noche y piel aceitunada con marcas en ella de color verde. El demonio era de cabellos negros y ojos verdes de piel pálida y marcas color verde. — ¡Soy la Lady de estas tierras, la compañera de Sesshomaru! — dijo molesta. El aroma de aquella demonesa la irritaba al igual que la del macho. Maldecía que su compañero haya salido a supervisar sus tierras en ese momento. — ¿Que hacen aquí? — preguntó de nuevo con voz amenazante.

— Soy el lord Sebusa Murosaki del Sur. — dijo con voz indiferente. — ella es mi hermana, Kyuko Murosaki

— ¿Que es lo que desean? — preguntó firme.

— He venido a formar una alianza con Lord Sesshomaru. — Dijo de manera diplomática. Pero sus ojos estaban puestos en ella y el cachorro en sus brazos.

— Pues hablemos. — dijo una voz a las espaldas de ella, al voltear se era Sesshomaru.

¿Les gustó?

Corto, lose

Y se que desean actualizaciones seguidas, pero me cuesta escribir.

Dejen sus votos y comentarios.

Un beso.

Nos Enamoramos Por Que Nos Volvimos ¿PADRES?© [Versión Mejorada/TERMIMADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora