CAPITULO I

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Desperté envuelto en sudor y gritando por las pesadillas recurrentes de mi pasado, ese pasado que me atormenta y no me deja vivir.

La culpa me carcome por dentro, no puedo hablar de todo lo que pasó ya hace más de cinco años atrás cuando apenas era un infante, mi vida era normal como el de cualquier niño que no le teme a nada. Un día papá dijo muy emocionado que iríamos toda la familia de paseo, recuerdo como grité de emoción y subí corriendo las enormes escaleras hasta la habitación de mi hermana.
-Aleisha, Aleisha -gritaba de alegría.

-¿Qué sucede, pequeño? -ella me cogió para que no diera más vueltas por su habitación y hablará de una buena vez.

-Papá, nos llevará de viaje. -lo solté de sopetón.

-¿A donde iremos? -pregunta curiosa.

-No, se. -digo algo calmado.

Arjen ya te eh dicho que si ignoras algo no me vengas a contar nada, ya conoces a papá él nos lleva a lugares que no se encuentran ubicados en ningún mapa existente.

-Eres amargada. -refute y me fui del lugar.

-Algún día lo agradecerán. -gritó mientras me marchaba.

Volví a correr y baje las escaleras de dos en dos escalones como habitualmente lo hacía, y me dirigí a mi lugar favorito, la cocina.

-¡Mamá! -grité como loco.

-¿Qué sucede, Arjen? -lo dice en tono de molestia.

Nada, sólo que tengo mucha hambre y tú aun no me Haz dado mi almuerzo, además que estoy emocionado con el viaje.
-¿Cuando nos iremos, mamá?

-¡Pequeño! -grita papá y me abraza dejando a mamá con la palabra en el aire.

-¿Cuando nos iremos, papá? -pregunto sin pestañear.

En unas horas, así que empaca lo necesario para una semana y el lugar en donde iremos es sorpresa.
¿Te gustan las sorpresas? -Estimula palabra haciendo que se le formarán los hoyuelos a papá mientras sonríe.

Claro, papá a quien no le gustan las sorpresas, iré con Aleisha a empacar aunque anda de amargada, porque no le gustan nuestros viajes.

No le hagas mayor caso hijo, ella es así casi todo el tiempo. -dicen los dos al unísono.

Vuelvo a subir las escaleras con un sándwich en la mano que mamá preparó para mi, y veo la puerta blanca con pequeños adornos de la habitación de mi hermana casi abierta, y me dirijo a ella en puntillas le quería dar una sorpresa. Cuando ya estaba a escasos centímetros oi la voz de mi hermana muy agitada y casi gritando a su celular.

-¿No?, te dije que no lo haré Mikel.

-Claro que si, no estoy preparado para eso Aleisha.

-Si no te sentías listo, porque me engañaste para estar conmigo.

-No te engañé, ambos quisimos, y Porque te amo, y tú me amas nos entregamos, es difícil entenderlo, mi amor.

-Si me amas, entonces haste responsable Mikel. ¿Cómo se los diré a mis padres? ¿Se enojaran?

-¡No!, no puedo.

-No puedes, o no quieres. Porqué te recuerdo que esto fue de los dos, tú tambien ayudaste a hacer a este bebé.

-No puedo, perdón amor.

-Amor nada, ¡idiota! Te odio, es también tú responsabilidad, es tú hijo.

Al escuchar decir "tú hijo" mi cuerpo comenzó a temblar, mi hermana no podría estar hablando en serio, apenas tenía diecisiete años y todo una vida por delante, mis mejillas se comenzaron a empapar y mi cuerpo se desvanecia como un pedazo de gelatina. Mi hermana colgó la llamada muy furiosa y se tendió en su cama y no cesaba de llorar. Me dolía verla así, ahora compartía su secreto y era mi deber como su único hermano ayudarla, pero como si apenas era un niño, un niño de diez año que nadie tomaba en serio.

-¡Hijo! -me llama la atención mi papá, haciendome sobresaltar del susto.

-¡Papá! -digo muy asustado separandome, de la puerta de mi hermana.

-¿Qué haces aquí? Ve a alistar tus cosas.

Si papá enseguida voy sólo vine a ver a mi hermana para que me ayudará a escoger lo que llevaré, sólo que estaba tomando valor para entrar, ya sabes como es ella. -Dije con una sonrisa de lado.

Entonces no pierdas tiempo, porque ya sabes como se pone tú madre cuando no estamos listos a la hora dada.

Asentí a las palabras de papá, estaba muy nervioso porque no quería que notará a mi hermana llorosa y que descubriera la situación por la que estaba atravesando. No te preocupes Papá le diré a Aleisha que me ayude puedes ir tranquilo. -dije para que él no preguntará más y se marchará sin que se diera cuenta.

Los espero abajo, no tarden y dile a tú hermana que la quiero lista y hablo en serio. -dijo mientras bajaba las largas y anchas escaleras.

-Solté maldiciones al aire, porque si tuviera mas edad, juro que mato a ese imbécil que engaño a mi hermana.

-Una vez escuché decir a mi madre, que >>el amor es de dos<<. Esa frase se ha adueñado de mis pensamientos y creo que en mi hermana no funcionó. ¿Porqué ese imbécil, la engaño porqué?. Pero ya es tarde para lamentarse y un Robles Conde viene en camino. ¿Un bebé? ¿Mi sobrino o sobrina?.

Mis padres se van a emocionar con la idea, aunque tambien creo que se molestarán mucho, pero a fin de cuentas lo terminaran aceptando, es su nieto o nieta y ellos no lo van a abandonar, como el idiota de su padre, que ni bien supo los dejo como el cobarde que es.

Solo espero que el dia que mis padres se enteren no armen de esto una lucha campal.

Me dirigí a mi recámara a buscar el número de ese imbécil, recuerdo que una vez mi hermana me lo apuntó en mi agenda, la busco con la mirada notando que no está en la mesa de noche, y la veo encima de la repisa blanca a un lado de mi consola de videos juego, la tomo busco su número y lo marco.

-Uno... dos... Tres... Timbradas y no cogía ya me deseperaba, cuarta timbrada y una voz ronca e hipiante se oyó del otro lado.

-Alo, con quien hablo.

-¿Mikel? -digo con furia.

-Sí, soy yo. ¿Quien habla?.

-Soy Arjen, el hermano de Aleisha.

-Cuñadito, a que debo tú llamada. Una cosa Eh, tú hermanita no está conmigo. -dice en tono de ebrio loco.

-No te llamaba para preguntarte por ella, imbécil.

-Uy, pero si el niñito sabe decir palabrotas. -rie estruendosamente.

-Cállate imbecil.

-No, cállate tú, no tengo tiempo de hablar con niñatos y mucho menos que me insulten. -se escuchó como tiró la bocina y la llamada culminó.

La rabia me consumía y las maldiciones al aire salieron me hundí en mi almohada para descargar todo, y me dirigí nuevamente a la habitación de Aleisha para darle mi apoyo.

La Sombra Del PasadoWhere stories live. Discover now