6: El Tren

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*En la imagen, Hugo Weasley.

La última semana de vacaciones se acabó antes de que todos se dieran cuenta. La mañana del 1 de septiembre una fuerte lluvia azotaba a la ciudad de Londres.

Albus, como de costumbre, se levantó muy temprano y se dirigió a la cocina. Su madre ya preparaba el desayuno. Y, para su sorpresa, Lily también estaba allí.

-Buenos días- saludó -¿Qué haces despierta tan temprano, Lily?-

-No pude dormir- respondió la niña -Me quedé... Pensando.-

Albus miró a su madre, que asintió confirmando lo que decía Lily. Entonces se sentó junto a su hermana menor, colocando una mano en su hombro. De pronto se dio cuenta de que estaba muy emocionado por tener a Lily en Hogwarts.

-¿Qué te preocupa?- quiso saber Albus.

Lily no respondió enseguida. Se tomó unos segundos para pensar bien lo que diría.

-¿Y si no hago un solo amigo?- preguntó al fin.

Aquello pilló a Albus por sorpresa.

-¿Por qué piensas eso?- le dijo a su hermana.

-En la escuela muggle nunca logré hacer amigos- confesó Lily.

La verdad no se esperaba escuchar eso. Tanto Lily como Albus y James asistieron a una escuela muggle antes de empezar en Hogwarts, pues sus padres querían que estuvieran bien educados en esos años. Albus suponía que su hermana tenía muchas amigas y amigos, pues nunca se había interesado por la vida social de ella.

-¿Por qué?- indagó Albus.

-Algunos piensan que soy un poco... Extraña.- concluyó la niña.

-Bueno...- dijo el chico -En realidad lo eres, los niños muggles no acostumbran ver magos muy seguido...-

-No es eso- interrumpió Lily -Es más por mis gustos, supongo. La mayoría de las niñas de mi edad están interesadas en ponys y conejitos... No hay muchas personas que entiendan mi gusto por lo sobrenatural.-

Albus pensó que tenía razón. Y es que, si pudieras describir a Lily en base a una festividad, seguramente hablaríamos de Halloween. La niña se divertía mucho contando historias de terror y de fantasmas. Y, en el último año, había abandonado los atuendos rosados que casi siempre la acompañaron durante su niñez y comenzó a usar casi todo de color negro.

-Hermanita- dijo Albus lentamente -Lo único que necesitas para hacer amigos es ser quien eres... Si no le agradas a un par de personas ¿Qué más da? Sin que te lo propongas encontrarás alguien al que le agrades, y se harán mejores amigos en poco tiempo.-

-¿Como tu y Scorpius?- sugirió Lily.

-¡Exacto!- afirmó Albus -Además... Estamos James, Rose, Fred y yo. Ninguno de nosotros te dejará sola, tampoco a Hugo o a Molly.-

-¿Seguro?- preguntó Lily.

-Seguro- finalizó Albus -Ve a cambiarte y ordenar tu baúl... ¡Esta noche irás a Hogwarts!-

Lily obedeció a su hermano, notablemente contenta. Ginny se sentó junto a su hijo, con una mezcla de felicidad y sorpresa en su rostro.

-Me impresionas, Al- dijo su madre -Te has convertido en un excelente y maduro hermano mayor.-

-Gracias, mamá- dijo Albus, con una sonrisa en su rostro.

-Hijo- dijo Ginny, mientras le servía el desayuno -No te voy a pedir que no te metas en problemas este año... Tu no los buscas, ellos simplemente vienen a tí. Con tu padre era igual, y con James también.-

Albus Potter y el Pensadero OcultoWhere stories live. Discover now