Embarazada de un Demonio (NARUHINA)

Capitulo 5

Pov hinata

Me sentía cómoda y abrazaba algo muy suave y calentito. Espera, ¿por qué estoy tan tranquila? Abrí los ojos y lo que encontré fue a aquel chico rubio casi desnudo con la cara en mis senos. Levanté mi mano para golpearlo, pero no pude hacerlo. Lo miré bien y en su rostro se notaban unas grandes ojeras.

Él se aferraba con sus brazos a mi cintura. Realmente estaba cómodo. No sé, pero esto se siente bien. Acaricié su cabeza mientras memorizaba cada detalle de su rostro. Hay tantas cosas que quiero preguntarle, pero todo a su tiempo. Además, esto me gusta. Miré alrededor, moviéndome lo poco que pude. La habitación es grande y bastante bonita. Regresé mi mirada al hombre que se aferra a mí. Parece que no desea despertar.

Con cuidado me zafé de su agarre y salí de la cama. Lo siento por él, pero mi estómago exige comida o mejor dicho mi hijo exige comida. Salí de la habitación en busca de la cocina. Después de recorrer el corto pasillo, llegué a las escaleras que llevaban justo al living y a la derecha estaba la cocina. Abrí el refrigerador, recalenté un poco de lasaña y me preparé tres tazones de ramen y un gran vaso con leche.

Me dirigí al sofá que estaba en el living con todo y prendí la TV. Comencé a comer. Espera, ¿por qué estoy tan tranquila? Ah, es cierto. Si esto fuera grave, estaría atada y no tendría escapatoria, pero como tengo plena libertad, me quedo solo para obtener respuestas del padre de mi hijo. Tranquilamente, seguí con mi desayuno hasta que oí un gran grito.

-¡¡¡Hinata, ¿dónde estás?!!! - Y después de eso, un gran estruendo al pie de las escaleras. Con cuidado me levanté y fui al lugar del accidente y ahí estaba aquel hombre tirado en el suelo y llorando a moco tendido.

-¿Te encuentras bien? - Como por arte de magia, se paró como un rayo del piso y comenzó a revisar cada centímetro de mi cuerpo. 

- Kyaaa, ¿Q... qué haces? - 

Este idiota estaba por desnudarme. Lo vi suspirar de alivio y se me tiró encima abrazándome y ambos caímos al suelo. Cuando enfoqué todo de nuevo, pude ver a aquel hombre tan extraño sobre mi cuerpo. Intenté zafarme, pero levantó la cabeza que hasta ahora había tenido metida en mi cuello, juntó nuestras frentes mientras mantenía los ojos cerrados.

-Qué alivio, pensé que alguien te había raptado y hecho algo horrible a ti y al bebé. - Levanté una ceja, pues lo de raptarme él ya lo había hecho. - 

-Te recuerdo que el que me raptó fuiste tú. - 

Lo vi sonrojarse y desviar la mirada haciendo un adorable puchero que me hizo reír y él lo escuchó. Me tomó entre sus brazos y me alzó como princesa. Igual que la noche anterior, se dirigió al sofá y se sentó en él y a mí me sentó en su regazo. Metió su mano debajo de mi ropa justamente tocando la piel de mi vientre. Juntó su frente con la mía otra vez y nuestras miradas se cruzaron y se quedaron fijamente conectadas. Y gracias a eso ignoré que solo llevaba un pantalón de pijama puesto. Sentí su aliento cerca de mis labios. Ninguno de los dos despegaba la mirada.

-Contestaré a todas tus preguntas, pero a cambio de cada una me darás un beso. - Este chico es astuto. Una sonrisa ladina apareció en mis labios. Necesitaba respuestas y el precio no era muy alto. Como él me lo pidió, junté mis labios a los de él y al separarnos hice mi primera pregunta.

-¿Cómo te llamas?

-Uzumaki Naruto.

***

Mi cadera dolía, mis brazos apenas podían sostenerme y mi cuerpo está lleno de sudor y las embestidas de Naruto no se detienen, sentía su aliento en mi cuello y el roce de su pecho en mi espalda y como apretaba mis senos