Décimo segundo

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A veces el instinto es que el nos mata poco a poco sin darnos cuenta de ello.

Aquello estaba sobrecargando al pobre omega, no le gustaba para nada el tener que ver a su familia de aquella manera, no le gustaba tener que ver a su padre devastado por una estupidez humana, no le gustaba el ver a su hermana destrozada por ver aquello. El ver el pequeño cuerpo destrozado de su sobrino entre los cuerpos en ese hospital le desgarraba el alma, tantas personas en el mundo y habían escogido a un grupo de infantes para ser destrozados y asesinados en un parque, entre ellos el pequeño André Tomlinson.

- ¿P-por qué él, papá? ¿Por qué mi niño?-. Lottie se aferraba a los brazos de su padre y Louis simplemente veía a su hermana llorar. Él no deseaba que a su pequeño le pasara algo parecido, no deseaba tener que cargar con la imagen de su pequeño bebé en aquellos lugares.

- Lottie, Lottie amor, no llores mi pequeña-. El alfa intentaba mantener la compostura ante para darle apoyo a su hija pero, ¿quién en su santo juicio no lloraría por ver cómo te hacían identificar el cuerpo de tu difunto nieto?.

- Lottie-. Louis intentó acercarse a su hermana en busca de darle apoyo pero ella sólo lo vio y lloró más, no deseaba ver a su hermano en esas condiciones y menos ahora que tenia a su bebé, ese hermoso niño de rizos y ojos azules.

- L-Louis, ve-vete, ve con Harry-. Entre hipidos y jadeos su hermana le pedía aquello, una decisión algo dolorosa.

- ¿Qué? No te dejaré aquí Charlotte, menos en una situación así-. Lottie negaba repetidas veces y se acercó para besar la frente de su hermano mayor.

- Tienes que irte, Lou, lo más probable es que Harry se diera cuenta de tu situación por el lazo y tienes que cuidar a tu niño-. Algo anonadado asintió.

- P-pero ¿qué harás?-. Ambos vieron al pequeño a través del cristal.

- Le daré la mejor despedida posible.

Louis salió del lugar intentando controlar sus emociones, sabia que Harry estaba abajo esperándolo y que estaba desesperado por saber lo que le pasaba. 

No le fue sorpresa a Louis que cuando saliera del hospital y se encontrara a Harry, éste lo abrazara y ocultara su rostro en su cuello buscando su aroma y para Louis, él simplemente se sostuvo de su alfa dejando sus lágrimas salir.

- ¿Lou? ¿Lou, qué pasó ahí dentro?-. Louis negaba repetidas veces, no quería hablar sobre ello.

- N-no aquí, Hazz… hasta la casa, por favor-. Asintió. No presionaría a su omega.

Llegaron a su casa y en tan sólo abrir la puerta Harry vio desaparecer a Louis a su habitación, no sabia la situación en la que se encontraba, sólo sabia que se trataba de un asunto de su sobrino.
En silencio, lo siguió y al abrir la puerta lo primero que se encontró fue a Louis acostado abrazando a su bebé, el cual se encontraba acurrucado en su pecho al identificarlo como su padre, el cual lo mantuvo abrigado en su vientre durante nieve pesados meses.

- ¿Qué pasó, Lou?-. El rizado se recostó a su lado, pasando su mano por el pequeño mechón de rizos que su bebé tenia, dignos de ser su hijo.

- Lottie, ella estaba…-. No puedo hablar, el nudo en su garganta al recordar a su sobrino de aquella manera le impedía hablar. Por lo menos el calor de su bebé le tranquilizaba.

- Despacio, Lou, habla despacio-. Suspiro y asintió. Quería decirle a su alfa, no le ocultaría nada.

- André, él… lo mataron, Hazz, le descuartizaron su pobre cuerpecito, a él y a sus compañeros-. Lloró. Lloró aferrado a su bebé abrazándolo y Harry no pudo nada más que acercarse despacio y sentarse en la cama, para acurrucarlos a ambos en su pecho.

- André… él no merecía eso, ni él ni esos niños-. Aferrado a su camiseta, Louis levanto la mirada, encontrando los ojos verdes, aquellos que lo tranqulizaban.

- No merecían morir, Harry, ellos eran unos simples niños-. Su omega interno lloraba de desesperación, su instinto era proteger a su cachorro, a su pequeño cachorro.

- Tranquilo, estas temblando Lou, intenta tranquilizarte-. Empezó a respirar tranquilo, intentando no despertar a su niño-. ¿Mejor?-. Asintió.

- No sé si es mi lado omega o mi maldito lado materno, pero el ver a esos niños así me destroza el alma, Hazz, no puedo creer que alguien pudo haber hecho eso, no puedo imaginar a nuestro niño así, no puedo-. Empezó a llorar y Harry sólo se mantenía tranquilo, su corazón latía despacio en el oído de Louis, logrando que se tranquilizara.

- Yo estoy aquí para ti, todo está bien, te escucharé cuando lo necesites, te hablaré cuando quieras-. Esas palabras lo tranquilizaron.

- L-Lo sé, lo sé, Hazz-. Cerro sus ojos, quedando dormido con su niño en brazos y en el pecho de su alfa.

Despertó desorientado, estaba recostado por completo en la cama, seguía teniendo al bebé en su pecho dormido.

- Hola, Lou-. Escucho la voz de Harry a lo lejos.

- ¿Hazz? ¿Dónde estas?-. Se sentó en la cama acurrucando al bebé.

- Aquí tonto, en la puerta-. Volteo a ver a Harry quien lo veía risueño en la puerta de su habitación-. Dormiste casi cuatro horas, y tu padre llamó.

- ¿Mi papá llamó? ¿Qué te dijo?-. Volvió a acostarse con Louis a su lado acariciando su cabello.

- Me explicó lo de André, dijo que el cuerpo que encontraron no era el de él, era el cuerpo de un niño que murió en un incendio-. Algo sorprendido miró sus ojos en busca de algún signo de mentira, sólo podía ver esos orbes verdes llenos de pureza.

- ¿E-es en serio? ¿No era André?-. Harry le quitó al bebé y lo puso en su cuna para acercarse a Louis y abrazarlo.

- Sí, así que no tienes de qué preocuparte, sólo fue un mal entendido, uno muy feo a decir verdad pero ya se arreglo-. De un momento a otro el alfa se encontró tirado en la cama con un omega encima de él llenando su rostro de besos.

- Te amo, te amo, te amo-. Louis besaba a Harry y éste como respuesta reía por los suaves besos.

- ¡Me haces cosquillas, Lou!-. Riendo, se acostó a lo largo de su cuerpo sintiendo su suave aroma a madera.

- Te amo, Hazz.

- Te amo más, Lou.

30 Reglas De Boxeo | Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora