Psicópata ||Dean Ambrose|| •TERMINADA•

Capitulo 39: déjame amarte.

Al día siguiente

–¿a dónde crees que iras? –me pregunta mi madre. Mierda–

–saldré.

–¿a dónde y con quién? –me pregunta nuevamente–

Saben, una de las cosas que más a mí me molesta es que me hagan muchas preguntas y mi mamá lo sabe pero lo hace a propósito.

–saldré con mi novio porque me tiene una sorpresa. –le digo frustrada–

–¿saldrás con Aaron?

–Aaron ya no es mi novio. 

–¿tienes otro novio ya? –me pregunta y yo ya explote–

–¡no me hagas tantas preguntas mujer! –le grito– sabes que me molesta que me hagan muchas preguntas, es horrendo.

–okey okey pero quiero que me presentes a tu nuevo novio. –me dice y yo la miro raro–

¿No que ya le habías dicho?
¿No que te vio con el ya?
Tu mamá sí que sufre de pérdida de memoria.

–no puedo.

–¿porque no? –me mira seriamente– tengo que saber con quién anda mi hija.

Y suena la bocina del auto de Jonathan.

–cuando tenga 20 años te lo presentaré. –y me voy corriendo de la casa al auto–

Al entrar le dije a Jonathan que partiera rápido ya que mi madre lo vería y por suerte no lo vio.

–hola amor. –me besa y yo lo miro como esta vestido–

–¿porque estás vestido así? –le preguntó riéndome–

–hoy es un momento hermoso con la chica que amo, tenía que vestirme así. –me dice– pensé que te pondrías un vestido.

–y dices saber todo de mí. –le digo– no me gustan los vestidos.

–no importa, así te ves hermosa.

–¿ya me dirás a dónde iremos? –le preguntó y el saca una venda negra de su bolsillo– ¿qué harás con eso?

–ponértela en tus ojos tonta.

–¿para qué? –le preguntó–

–para que no veas la sorpresa. –me dice y me venda los ojos– te la quitaré cuando lleguemos, ¿okey?

–toda mi confianza está en ti Jonathan, no me defraudes. –le digo y me besa–

Narra Jonathan

Le tenía una sorpresa a mi novia, si, la llevaría a mi cabaña favorita, donde yo siempre voy cuando estoy frustrado o enojado con alguien. Ese lugar me ayuda a relajarme bastante que digamos.

Cenaremos junto a la puesta del sol. Ya tengo todo solo me falta las velas y todo está listo; ojalá todo sea perfecto.

Sé que me estoy poniendo muuuuy romántico pero Samantha me pone así, hace que mi vida de un giro de 180° grados. Hace mi vida más feliz, joder, la amo.

Llegamos y yo fui el primero en bajarme. Le fui abrir la puerta y la ayude a bajarse como todo caballero que soy.

–¿ya puedo quitármela? –me pregunta–

–no, ten paciencia.

–vamos Jonathan, no soy de paciencia. –me dice y yo me río–

Llegamos al lugar, abrí la puerta y entramos los dos. Mire a todos lados para ver todo perfecto y la mire a ella.

–ya puedes quitártela.