Capítulo 21

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–¿Se conocen?–pregunté confundida.

–Desgraciadamente sí–respondió mi papá sin quitarle la mirada de encima.–Gracias a esta mocosa me despidieron y estuve en la cárcel.

De inmediato recordé que hace siete años mi padre estuvo tres meses en la cárcel y fue despedido por culpa de una de sus estudiantes.

Jamás me dijo su nombre. Jamás imaginé que fuera Coco.

–¡Fue su culpa!–gritó Coco señalándolo acusadoramente.

Eso fue suficiente como para que mi sangre hirviera de coraje.

–¡¿De qué carajos hablas, Coco?! ¡Lo despidieron y lo metieron preso por tu culpa!–grité enfadada.

Coco me miró sorprendida. Se acercó un poco con miedo.

–Ray...

–¡Largo de mi casa!–grité señalándole la puerta a Coco.

–Calmate, hijo–dijo mi padre sereno. Miró a Coco–Tú, te atreves a venir a mi casa después de lo que hiciste,no tienes vergüenza.

–Puedo explicarlo todo–se excusó Coco nerviosa–El que usted me haya tocado ese día, hizo que recordara un momento nada agradable.

–¿Qué?–soltamos mi padre y yo confundidos.

–La razón por la que demandé a tu padre, Ray,fue porque me sentí acosada–murmuró Coco bajando la mirada.

"¿Es enserio?"

–¿De qué hablas?–pregunté molesta.

–Un día tu padre nos dio la habitual clase de deporte. Yo llevaba puesta una camiseta la cual dejaba un poco al descubierto mis hombros. Ese día yo pude hacer diez lagartijas, las cuales siempre me dieron problema. Tu padre me animaba y cuando vio que lo logré, él acaricio levemente mi hombro...–contó Coco pero no pudo terminar porque comenzó a llorar.

Mi padre sonrió con tristeza.

–No lo hice con mala intención. Lo juro–se defendió mi padre sereno.

–¡Estas demente Coco, eres tan exagerada, eso no te da motivo para haber demandado a mi padre!–grité molesta.

Quería golpearla.

Coco solo observaba el suelo llorando. Mi padre desvío la mirada.

–¡Por tu culpa mi padre sufrió en esa cárcel de mierda. Por culpa tuya yo dejé a mis amigos a quienes nunca más vi. Por tu maldita culpa!–grité para después golpear la pared con mi puño.

–¡Fui violada!–gritó Coco a lo que mi padre y yo nos quedamos helados–Cuando tenía cinco años fui violada por mi tío, por eso me daba miedo que tocaran cualquier parte de mi cuerpo...perdón–susurró abrazándose a si misma.

"Rayos, metí la pata"

La miré con tristeza. Ella me miró como si fuera una niña regañada.

Suspiré y fui a abrazarla.

–No lo sabía, Coco...perdoname–susurré triste. Me sentía mal por haberle gritado.

"Eres muy tonta pollito"

"Tú siempre tan sincero"

Mi padre nos observaba sonriente.

–¡Bien basta ya! Estas perdonada–exclamó mi padre riendo nervioso. Él no es rencoroso, lo conozco–Ahora quiero saber ¿que haces aquí?.

–Oh oh–murmuré asustada.

"Estoy en problemas"

–Es por Rayden. Venía a decirle que lo que usted está asiendo está mal–dijo Coco secándose las lágrimas–Ella es chica y por lo tanto debe actuar como tal o por lo menos tener la libertad de decidir.

11:11-Ser NormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora