a ver quién le mete más la lengua a su novio.

1.4K 171 138
                                    

[Narra Gerard]

Después de ese día, todo eran besos y carantoñas. Éramos incluso peor que Pete y Patrick.

Pasaron dos semanas desde nuestra primera vez, y tengo que decir que no fue la última.
Durante estas semanas nos hemos intentado escaquear de las clases, y poder irnos a alguna habitación.

Creo que nos habíamos ganado la etiqueta de "la pareja empalagosa" del grupo, y la verdad, me encanta.

Y lo mejor, se acercaba Halloween, y las monjas nos dejaban celebrarlo con dulces y caramelos. Me encanta Halloween, cuando era pequeño, Mikey y yo salíamos a pedir caramelos por nuestro barrio, y tengo muy buenos recuerdos.

Ahora mismo, Frank y yo estábamos en mi habitación con Patrick y con Pete, quienes estaban demasiado acaramelados, esto parece una pelea de "a-ver-quien-le-mete-mas-la-lengua-a-su-novio"... Es mejor de lo que suena.

No hacíamos nada importante, tan sólo dijimos de irnos a la habitación cuando terminamos de comer, y aquí estamos, " haciendo deberes".

-Gee...- dijo Frank separándose del beso.

-mm...?- solté un poco aturdido.

-tengo que estudiar de verdad... Mañana tengo examen.- susurró cerca de mis labios, haciéndome sentir su aliento chocar contra éstos, y eso me ponía... Mucho.

-yo tengo otras ideas...- acaricié sus labios con los míos, en un suave roce, para hacerle reaccionar.

-¿qué ideas son esas...?- me preguntó haciendo lo mismo, y acariciandome la mejilla con sus suaves dedos.

-son malas...- cerré los ojos, disfrutando del tacto.

-¿cómo de malas?- me susurró provocativamente.

-Muy malas...- remarqué el "muy" y Sonreí arrogante.

-umm... Bueno, por un suspenso más...- dicho esto, me besó, sellando mis labios con los suyos en un perfecto beso pasional.

-chicos... No es por nada, pero seguimos aquí...- dijo Pete, mirando la escena con asco.

-si no te gusta, no mires Wentz.- le dijo Frank molesto.

-anda Patrick, enseñémosles quiénes son los empalagosos aquí.- nos separamos y los miramos atentos, acto seguido, comenzaron ha hacerse carantoñas.

-oh, Petey, no sabes lo mucho que te necesito en mi vida.- decía Patrick, mientras le daba besos por toda la cara.

-Patito, te quiero... Eres lo más tierno que he visto en mi vida...- le acarició la mejilla.- tus ojos son un mar en los que me podría ahogar, mi amor, podría besarte hasta quedarme sin respiración, de hecho lo hago, quiero hacerte el amor siempre, de hecho lo hago, quiero decirte te amo desde la cima de mis pulmones, y... ME DA IGUAL QUIÉN ME ESCUCHE.- Gerard y yo teníamos cara de trauma mezclada con la cara de "llama-a-una-ambulancia-porque-creo-que-tengo-diabetes"

-wow... Eres lo más perfecto que hay en mi desastrosa vida... Tú eres la única luz en el lío que es mi cabeza, Pete, te amo, y espero ser más de lo que esperabas.- le susurró Patrick sobre los labios.

-creo que tú eres la única persona que no ha entrado en mi corazón.- Patrick se separó y lo miró con el ceño fruncido.- directamente me lo has robado, pero no te preocupes, ya era tuyo cuando lo cogiste.- eso me dio mas diabetes, pero se veían tiernos. Patrick le besó tiernamente.

-te quiero Pete, de verdad lo hago.- se abrazaron y se quedaron así.

-dios...... Mío.- dijo Frank.- vosotros ganáis.

-coincido.- dije sin dejar de mirar la escena con ternura.- bueno... Ahora vuelvo.- dije levantándome.

-¿a dónde vas?- preguntaron Pete, Frank y Patrick a la vez.

-al baño, a vomitar arco iris y purpurina.- Frank rió, Patrick se sonrojó y Pete sólo sonrió.- es broma, ya estoy acostumbrado a vosotros dos...- me volví a sentar, y Frank se acercó a mí, quedando totalmente pegados.

-bueno, cambiando de tema... Ya mismo es Halloween.- dijo Pete emocionado.- o mejor dicho... Ieroween.- lo miré extrañado, y él sonrió ampliamente.- no jodas que no lo sabías...- me dijo incrédulo.

-¿saber qué...?- pregunté.

-es el cumpleaños de Frank.- abrí mucho los ojos y me giré  ver a mi novio, el que no me dijo nada.

-se me pasó decirlo... Lo siento.- dijo con una sonrisa que fingía inocencia. Le Sonreí y le di un corto beso en los labios.

-mola demasiado que cumplas en Halloween...- le dije sonriendo sobre sus labios. Él se pasó la lengua por el aro que tenía en su labio inferior, y dios, su fuera una chica, habría mojado y perdido las bragas en menos de 5 segundos. Ok, eso fue muy vasto.

-si, pero es un asco tener que pasar Halloween y tu cumpleaños encerrado aquí.- dijo en tomo de fastidio.- aunque al menos... Te tengo a ti...- me sonrió y me besó tiernamente.

-siempre me tendrás, he ahí el gran problema, que hagas lo que hagas, siempre me tendrás de alguna forma u otra...- le confesé, dando un gran suspiro.

-lo mismo te digo, creo que ya te he dicho lo que siento, pero el problema es que al día siguiente, aparecen nuevos sentimientos, y la cosa empeora, porque no puedo expresarlo, no puedo expresar todo lo que siento hacia ti, son demasiadas cosas, y van apareciendo nuevas...- le Callé con un beso, amo oírle hablar, pero mas amo besarle.

-bonita forma de callarme...- dijo cuando me separé de el. Me reí y le volví a besar, esta vez, con mas intensidad. Su lengua acarició mi labio inferior, pidiéndome permiso para entrar, permiso que le concedí inmediatamente. Sus besos eran adictivos, los labios de Frank eran carnosos, húmedos, deliciosos... Me sabían a gloria, y me hacían sentir esas cosas cursis que antes no entendía de las baladas de amor, las que antes me asqueaban o me entristecían, ahora sólo me hacen acordarme de él, y sonrío.

Concierto de Metallica en mi estómago. (Mueve sus labios con más rapidez). Cosquilleo y calor en el pecho. (Mano en mi cabello). Latidos acelerados.

Todo lo que hacía me derretía por dentro, el simple roce piel con piel me volvía loco. Sus manos fueron a parar a la parte superior de mi espalda, y fueron bajando poco a poco, acariciándola con suavidad, hasta llegar a mi trasero, el cual apretó con fuerza, haciendo que soltase un pequeño gemido que murió en sus labios.

-te quiero.- le digo al separarme.

-y yo a ti.- me susurró sobre mis labios, haciendo que vuelva a sentir su cálido y dulce aliento sobre mi boca, provocándome. Su nariz rozaba la mía con ternura, nuestros labios se rozaban y nuestros ojos estaban entrecerrados.

Pete y Patrick estaban igual o peor que nosotros, en definitiva, es el juego de "a-ver-quien-le-mete-más-la-lengua-a-su-novio" y creo que íbamos empatados.

Mama we all go to hell.(Editando)Where stories live. Discover now