Sol Benson | Soy Luna 2

(30) Cita doble

—Bueno, no sé como empezar ¿Queres sentarte a tomar algo?—. Ambar toma el móvil de nuevo—. ¡No, no! Así nomas.

La paciencia de Ambar se agota. La señora a su lado está cada vez más nerviosa.

—Mira Ambar, sé que tú madrina te hizo creer todos estos años qué tus padres te habían abandonado...

Un nudo se arma en la garganta de Ambar. A pesar de los años, aún le duele.

—¿Cómo sabes eso?

—Ambar tus padres no te abandonaron. Yo... y-yo soy tu ma-madre.

—¿Qué?— pregunta Ambar confundida y algo molesta.

Primero porque esta señora, quien según su madrina es falsificadora de arte, viene a hablar de su familia. Y segundo, porque dice ser su madre.

—Hace mucho tiempo, Bernie Benson y yo tuvimos una relación a escondidas puesto que éramos de distinta sociedad. Entonces me enteré de su compromiso con la hermana de Sharon— cuenta avergonzada—. Yo me aleje pero luego me enteré de que estaba embarazada. Sharon lo supo y no quiso que el secreto de divulgara y me pagó dinero para que me alejara. Lo sien...

Ambar no siguió escuchando. Ya era suficiente de mentiras... pero ¿Porque siente que ya conoce a esa señora?

—No tengo tiempo, debo irme— dice con la voz quebradiza.

Ambar toma un taxi y se va directo a la mansión pensando en las palabras de la mujer «Yo soy tu madre» «Sharon me pagó para que me alejara».

En menos de lo que espera llega a la mansión, paga su taxi y se baja. Al entrar deja su bolso en el sillón pero cuando voltea se encuentra con una sorpresa.

—Madrina.

Sharon Benson está con un bolso en sus manos, había regresado por unas cosas y por Ambar.

—¿Qué te me quedas viendo? Ve a buscar tu bolso, nos vamos ya.

Ambar ni se mueve, tiene demasiadas dudas en la cabeza. Dudas que responderá en este momento.

—Me encontré con la «falsificadora de arte»— dice haciendo comillas con sus dedos. Sharon la mira atónita—. ¿Mis padres no me abandonaron cierto?

—¿De que hablas Ambar? Vámonos tus preguntas tontas me causan jaqueca— disimula Sharon.

—Contesta— exige Ambar pero no responde. Ella susurra para sí misma—. Entonces es cierto... Tú hiciste todo esto.

—Lo hice por la familia.

Ambar se sienta en el sillón. Toda su vida había sido una mentira, una mentira de Sharon ¿Y si no podía confiar en su familia en quien lo haría?

—¿Que sabes vos de familia? Mataste a la tuya. Siempre creí que eras buena persona madrina, que querías lo mejor para mí, que siquiera me querías ¿Está es tu manera de demostrarmelo? ¿Mintiendo?

—Ambar yo...

—Vete— dice Ambar pero Sharon no se mueve. Se queda de pie mirándola—. Vete o llamaré a la policía.