Kill or be Killed

Capitulo 2 *Fiesta*

Rin estaba frente al espejo del baño en el departamento de Naraku, terminaba de vestirse después de haberse duchado. Naraku la observaba desde el marco de la puerta, su cabello castaño que llegaba hasta la cintura, su piel clara ojos chocolate. Su cuerpo, delgado y con curvas que sobresalían con esas prendas, su blusa blanca de manga corta con un escote en v que dejaba ver un poco de sus pechos al igual que se podía apreciar el collar que él le había regalado, sus jeans ajustados que la hacían ver mas alta.

– ¿Qué tanto ves? - pregunto Rin al ver al ojos carmín por el espejo mientras colocaba un poco de brillo en sus labios.

– A ti - respondió acercándose –. Me encantas - susurró en su oído poniendo sus manos sobre su cintura.

– Naraku - suspiro ella y él la giro para besarla con tranquilidad, la escucho jadear y se alejo de ella para que tomara un poco de aire.

– Tengo que irme. - susurró ella.

– Te llevo.

Rin asintió y ambos salieron del baño, él tomo su móvil y llaves Rin tomo su bolso -los libros de la universidad los había dejado en su auto- y salieron de departamento, entraron al ascensor ya que se encontraban en el piso numero siete.

Naraku le abrió la puerta del copiloto para que subiera y ella así lo hizo, luego él rodeo el auto para subir. Colocaron sus cinturones y se pusieron en marcha. El camino fue en silencio casi siempre era así no hablaban mientras él no  ella conducían. Al paso de unos diez minutos llegaron a la colonia privada donde ella vivía, subieron por una colina hasta llegar a la mansión donde los que vigilaban la entrada principal vieron que se trataba de Naraku y Rin así que abrieron la rejilla para que pasara el auto.

– ¿Desde cuando tú padre tiene vigilancia? - apenas le prestaba atención.

– Mmmm - Rin se llevo la mano a la barbilla para recordar –. Como desde hace unos cuatro o cinco años.

– ¿Por qué? - ella se encogió de hombros.

– Creo que en aquel entonces intentaron asaltar la joyería así que mi padre mando poner cámaras de seguridad allá y aquí en la casa.

– Ah simple seguridad.

– Así es.

Naraku estaciono su auto a un lado de el Rin, bajo y fue a abrirle la puerta le tendió la mano para ayudarle a bajar Rin. Ella acepto la mano y entraron juntos a la mansión donde los padres de Rin la esperaban. 

– Ya llegue. - hablo Rin entrando a la sala en compañía de Naraku.

– Que agradable sorpresa que vinieras - Umineko le dijo a Naraku quien solo sonrió amablemente.

– Supongo que te quedaras a cenar. - lo invito Shinnosuke.

– Sera un placer, suegro. - dijo con burla y él lo miro serio, aceptaba que la relación inclusive le agradaba por que lo conocía bien y sabia que su hija estaría en buenas mano pero aun no se acostumbraba a que le dijera suegro.

– Hump. - fue todo lo que dijo el padre de Rin. 

La ama de llaves entro a la sala e hizo una reverencia.

– La cena esta lista.

– Enseguida vamos. - hablo Umineko. La señora de unos cincuenta años se retiro. 

– Vamos a cenar. - dijo Shinnosuke tomando a su esposa de la mano.

– Ustedes primero. - dijo Naraku haciendo un ademán para que ellos se adelantaran al comedor –. ¿Pasa algo? - le susurro a Rin.