Kill or be Killed

Capitulo 38 *Adiós*

El silencio inundo la habitación pero no era incomodo. Sesshomaru y Rin estaban abrazados, ella ya no lloraba.

– ¿Ya estás mejor? - pregunto en voz baja.

– Sí - respondió abrazándolo con fuerza.

– Hay que buscar la forma de salir de aquí. - dijo en voz suave tomándole el mentón para darle un casto beso.

– ¡Que lindos! - Izumo entro aplaudiendo y ellos voltearon –. No me vean así - sonó afligido –. Me hacen sentir el malo del cuento - levanto la mano para que varios hombres entraran –. Es hora de irnos - sonrió con malicia, Sesshomaru se puso frente a Rin –. No lo hagan más dificil - rodó los ojos e hizo un ademán para que ellos pasaran por delante, los hombres solo iban apuntándoles con sis armas.

Rin se aferro al brazo de Sesshomaru, él veía cuantos hombres era. Resopló eran mas de treinta, si peleaba con ellos Rin podía salir herida y eso era lo ultimo que quería. Salieron de la casa y los llevaron a las camionetas, lograron ver a Bankotsu, Yue y Shippo. Rin suspiro de alivio al verlos.

– ¿Los atamos? - pregunto Hiten mirando a Sesshomaru y Rin. 

– No - respondió Izumo mirándolos de reojo –. Esto sera interesante - los hizo subir a otra camioneta donde estaba Naraku, tampoco estaba atado.

Naraku y Sesshomaru se miraron seriamente podía sentirse la tensión en el aire. Izumo los observaba por el cristal retrovisor ya que él estaba en el asiento del copiloto. Las camionetas encendieron para segundos después dirigirse al aeropuerto donde subieron a un jet privado con rumbo a Japón.

– Deja de mirarme así - pidió Naraku al ver como Rin le daba miradas asesinas.

– ¿Cómo quieres que te vea? - pregunto seria.

– No lo sé - busco a Izumo con la mirada, quería que lo pusiera en otro lugar ya que ahí no se sentía cómodo y no por las miradas de Rin. Solo que no soportarla verla tomaba de la mano de Sesshomaru, sabia que la había perdido pero no podía aceptar verlos juntos.

Al paso de unas horas Rin se quedo dormida recargando su cabeza en el hombro de Sesshomaru. Naraku la observaba dormir, como deseaba acariciar su rostro su cabello. La mirada asesina del peli-plata lo hizo girar a otro lado, quería matarlo por entrometerse entre él y Rin pero, sabia que si lo hacia Rin lo odiaría más. Sesshomaru pensaba en como librarse y librar a los demás de todo eso.

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Sara también abordaron un jet privado, en el iba Kanna, Hakudoshi, Manten, Yura  y más hombres. Llegaron primero que Izumo a Japón, ella aun no entendía por que Kawaramaru los hizo ir a ese lugar. Cuando estaban por llegar a la casa llamo a Suikotsu.

 – Estamos por llegar - anuncio, ella desconocía totalmente que donde quedaba esa casa, pero como Mokotsu fue por ellos al aeropuerto le aviso. 

– Bien - respondió serio. Sara miro a Mokotsu y se encogió en su asiento.

– ¿Sabes que esta tramando el viejo? - hablo lo mas bajo que pudo.

– No tengo ni la menor idea. 

– Nos vemos en unos minutos - colgó y guardo su celular.

– ¿Qué tanto cuchicheas? - pregunto Mokotsu mirándola por el espejo retrovisor.

– Nada que le interese - respondió tajante. Miro por la ventanilla, las luces de la cuidad la mareaban, cerro los ojos con fuerza pero el mareo no pasaba. 

Ya tenia varios días sintiéndose mal, inclusive fue al doctor para ver si no estaba embaraza. Pero los resultados salieron negativos, de hecho parecía que todo estaba bien con su salud. Trato de pesar en otras cosas para distraer su mente.