Luhan no entiende a Hana
Hana no entiende a Luhan
Pero ambos rezaban poder entender algo
Porque el problema no eran los sentimientos
El problema es que literalmente no hablaban el idioma del otro
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Hana estuvo estresada casi todo el día. Justo en ese momento estaba en su clase de atletismo. Se venía una competencia la siguiente semana así que estaban entrenando una hora extra. Tori estaba con Luhan en las gradas esperando a que la chica terminara, justo era el turno de Kyle y Hana estaba estirando un poco para pasar a correr.
Tori estaba escribiendo cosas en su teléfono. Mientras que Luhan se dedicaba a ver a Hana.
No podía negar que era una chica linda con un carácter fuerte. No era una chica pequeña y delicada, Hana era una chica totalmente opuesta al estereotipo que muchas de las niñas de la preparatoria de Luhan estaban sujetas. Hana no era bajita y extremadamente delgada sin hacer ejercicio, tampoco era muy pálida. Hana era una chica delgada por la cantidad de ejercicios que hacía para poder mantenerse en pie durante una carrera.
Sus piernas eran muy bien formadas, tenía brazos delgados con músculo y en algún momento cuando usaba top al correr (que a Luhan aún no le tocaba) podías observar las líneas de los costados muy bien marcadas. Era un poco más baja que Luhan y tenía una piel no tan bronceada, Luhan veía su piel más como dorada.
Hana era hermosa.
Era el turno de Hana, Luhan bajó las gradas y se acercó un poco más a la pista posicionándose junto a los otros deportistas. Hana se soltó a correr.
Era asombrosa. Corría como si su vida dependiera de ello. Entonces cuando volvió a su punto de inicio se tiró al suelo cansada. La entrenadora le dijo su tiempo y había llegado unos cinco segundos más tardes que la última vez. Aunque fue algo que Luhan no entendió.
- ¿Es todo lo que tienes? -le dijo una de esas chicas que se sentían lo mejor de lo mejor. - ¿Te lo preguntas a ti? -contraatacó Hana levantándose. - Se lo pregunto a la débil. - O sea tu.
La chica se le acercó desafiante a Hana quien se encontraba acomodando su camiseta descuidadamente, hasta que recibió un empujón por parte de la otra chica.
- No seas infantil -entonces volvió a empujar a Hana.
Hana inmediatamente tomó el brazo de la chica y lo apartó. Una pelea estaba a punto de comenzar, Kyle intentaba acercarse pero no podía moverse de donde estaba debido a la cantidad de corredores que estaban ahí acumulados.
- Atrévete a empujar mi mano de nuevo. Vamos miedosa. Atrévete Hanaaa.
Hana entonces la empujó a ella, pero esta vez casi hacía que cayera al suelo. Sin embargo, Hana parecía del todo calmada y tranquila sin importarle mucho lo que le había hecho a la tipa aquella que no conocía porque era una chica de la clase de salto con obstáculos.
Luhan estaba alarmado. No entendía nada pero igualmente se acercó presuroso. Sabía que había problemas. Hana estaba a punto de asestarle un golpe a su contrincante, Kyle le gritaba órdenes de qué no cometiera una locura y Tori apenas venía camino a la pista.
Justo cuando Hana elevó el puño a punto de dejarlo caer sobre la cara de la chica que la venía molestando desde hace unos minutos, Luhan llegó y sostuvo su muñeca justo a tiempo para jalarla ligeramente. Pero la otra chica aprovechó para darle una pequeña patada en la pierna. Y Hana cayó.
Se dio un raspón en la rodilla, haciendo que la entrenadora se dignara a aparecer.
Una furia inundó a Hana. No era por el raspón solamente. O porque la otra niña tonta le había dado un golpe que dejaría moretón. Luhan había interrumpido de manera torpe su ataque y eso había provocado su caída. Hana sintió que sólo la había dejado en ridículo.
Hana no era una niña, no ocupaba defensor, o eso pensaba.
- Señorita Min, puede retirarse antes, cure esa herida.
La niña fue suspendida, pero Hana estaba más enojada con Luhan que con la tonta aquella.
Luhan ayudó a Hana a levantar, ella sólo caminó enojada pero en silencio junto a Luhan.
Sus padres no estaban, sentada en silencio sobre el sillón, esperaba el momento en que Luhan dejara por fin en paz el alcohol que le había estado poniendo con un algodón sobre el raspón.
- ¿Cómo te sientes? ~ ¿En qué pensabas? -reclamó ella-, me detuviste porque... ~ Ocupabas ayuda Hana, debía hacer algo. ~ Por supuesto que no. Me veo débil. ~ "Me vi" ~ ¡No me corrijas ahora idiota!
Luhan se plantó ofendido frente a Hana cruzado de brazos. Esta vez por primera vez él se había enojado.
~ Dilo otra vez ~ Idiota. Eso. ~ Mira, te estoy ayudando. Di gracias al menos -Hana se paró y lo miró sin una expresión. ~ No ocupo ayuda.
Hana se levantó y se fue a su cuarto. Pero Luhan no lo dejaría ahí. Él se fue siguiéndola y gritándole cosas que Hana no entendía.
~ NO TE ENTIENDO NADA. ~ Tú estás loca. ~ ¿Yo? ~ Lo estás. ~ Di algo más. ~ No puedo. ~ Atrévete. ~ No, en serio no puedo, son palabras que no entiendes -Luhan miró a una parte del piso un poco apenado por lo ridículo que había sonado eso.
Hana de repente intentó hacerle comprender en español.
- Fuera. - Adentro -sonrió Luhan, Hana frustrada lo empujó. - ¡Fuera! ¡Tú! ¡Afuera!
En realidad Hana había sobre exagerado, estaba mal, estaba sensible y estresada. Todo se le venía encima de repente. Exámenes la próxima semana. Una competencia. Todo. Ella sólo quería descansar un rato, y eso Luhan lo había notado cuando la vio irse furiosa a las escaleras.
- Yo. Tú. Afuera -Luhan tomó lentamente las manos de Hana, quien le veía con una cara torcida.
Luhan le dio un abrazo que ella tardó en corresponder unos segundos. Primero pensaba que era tonto, luego se dijo que eso era justo lo que ocupaba. Un abrazo.
