Él
iba de boca
en boca
consumiendo
drogas,
inhalando felicidad,
robando sonrisas,
haciendo destrozos
en las calles,
como en los corazones.
Ella,
depresiva,
sin risas,
buscaba la
"felicidad"
en ojos
carmesí.
No le importaba
nada,
tenía quien
dejó su felicidad
por verla a ella
sonreír un rato más,
pero ella jugaba
con sus sentimientos,
se reía en su cara.
Pobre enamorado,
que no la dejaba,
aunque eso implicara
romperse en pedazos,
morir en insomnios,
y ahogarse en sus penas.
Entonces se juntaron,
los desastres de besaron,
ella fue infiel,
más de una vez,
al único hombre
que se arruinó
por ella
y él
tuvo un nuevo juguete,
una nueva droga,
con quien se divertiría
y reiría,
ocultándose
de las sombras.
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Flores en sus drogas
Short StoryOptaron por una felicidad equivocada y se hundieron en sábanas manchadas. Da igual lo que digas, ellos ya se perdieron.