Prólogo

1.6K 66 20
                                    

Haymitch

Han pasado ya cinco años desde que la revolución terminó. Desde la ejecución de Snow. Desde la muerte de Alma Coin. Después de que las cosas comenzaron a calmarse en Panem, sugerí que se enviara a Katniss de vuelta al Distrito 12 con la excusa de que no había nada que ella pudiera hacer en Capitolio. Pero, más bien, debo de admitir que lo hice porque podía entender que ella quisiera alejarse lo más posible del dolor que debía de traerle el Capitolio: el recuerdo de los Juegos del Hambre, la guerra en las calles, la muerte de su hermana menor Prim... Podía entender mejor que nadie que eso era lo mejor para ella. Peeta volvió tan bien a casa, donde los he visto juntarse y comprometerse de verdad.

Por fin. O, mejor dicho, ¡enhorabuena! Ya era hora de que esos dos se pusiera al día.

Mientras tanto, yo... pues, sigo solo. He dejado de beber, algo que debe de ser bueno. Tal vez lo haya hecho porque el licor ha dejado de funcionar como lo hacía años atrás, antes de los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre, el año en que conocí a Katniss y a Peeta y mi vida dio un giro de cientos ochenta grados. Al menos puedo decir que me enorgullezco de decir que he encontrado algo productivo que hacer que pasar todo el día aterrado y hundido en mis pesadillas, tal carro estancado en el barro. Ayudo ahora en la reconstrucción del Distrito, que he de decir quedo bastante jodido. También he cortado mi cabello y mi barba: mi cabello oscuro se había comenzado a ver bastante extraño cada vez que me miraba al espejo, un recordatorio de cosas que desearía dejar atrás.

Ahora puedo decir que soy una especie de "mejor" persona... Claro, si alguien como yo puede llegar a serlo jamás. Sin embargo, todavía existe esas sensación de vacío con la que despierto cada mañana, una sensación de anhelo, como si algo importante faltara en mi vida. Y he intentado llenarla con más cosas de las que me gustaría admitir. Pero el agujero sigue ahí, y por meses le busqué y le busqué una respuesta, tratando de entender porqué demonios me sentía de esa manera. Ahora que lo sé... Vaya si Dios sabe que la respuesta me asusta.

Siempre lo he sabido. Esa respuesta, que me pone de nervios y me hace estremecer, grita cada vez con más fuerza en mi cabeza, haciéndome imposible seguir negándola o callándola. Eso que necesito, eso que me puede hacer completo es algo que en un pasado habría sido la más grande de todas las locuras universales. Solo puedo decir que lo necesito ahora que... ahora que se ha ido.

¿Quién diría que todo lo que necesito es... es ella?

~~~~~~

Effie

Ya van cinco años desde la rebelión.

260 semanas.

1825 días.

2628000 minutos.

No hago más que repetirme a mi misma: deja de contar, Effie Trinket, te volverás loca si sigues así. Pero no puedo evitarlo. Las cosas cambiaron mucho, más bien demasiado. La vida del Capitolio no es la misma, la de los Distritos no es la misma. Tampoco es que diga que me queje, porque no puedo decir que disfrutaba de año tras año ver niños sangrando en la pantalla de mi televisor, o ser yo quien sacaba sus nombres de las urnas, mirarlos caminar indefensos hasta el escenario como un pequeños animales acorralados. No, estoy feliz de que todo eso se haya acabado.

Lo que cuento en realidad son los días desde que mis sueños y pesadillas se vieron reemplazadas por un enorme vacío, oscuro y... desconcertante. Un vacío que me sigue a todas partes. Una necesidad de calor intensa, el sentimiento de que me falta algo, alguien... Que alguien falta. Lleva mil ochocientos veinticinco días desde que eso es lo único que pienso, en lo que único que puedo concentrarme realmente.

-Aquí tiene su cambio. -dice la cajera, sacándome de mis pensamientos. Ella me mira expectante con la mano extendida. -¿Señorita?

Pestañeo rápidamente y sonrío tímidamente, aceptando el dinero que me tiende. Dinero que antes me sobraba y del cual ahora tengo que contar cuidadosamente para no quedarme sin reservas de comida al final del mes, o sin centavo para pagar las cuentas de la quincena. Pero, si me preguntan, me gusta más de esta manera, me siento más conciente de las cosas que poseo, un poco menos desagradecida de lo que tengo ahora.

-Gracias. -digo antes de salir, dándome cuenta de que ella no me ha reconocido. Y agradezco que así sea.

Effie Trinket, la mujer que anunció a Katniss Everdeen y Peeta Mellark, tributos y Vencedores de los Septuagésimos Cuartos Juegos del Hambre, los amantes trágicos del Distrito 12. La mujer de las pelucas de colores, los trajes extravagantes y el maquillaje exagerado perteneciente al Capitolio que enviaba años tras años a jóvenes prospectos a mineros indefensos a morir en manos de otros niños solo por diversión del presidente y una oportunidad de sobrevivir.

Tomé las compras de la semana en cada mano y caminé libremente fuera de la tienda. Otro cambio en mi vida, el hecho de que cinco años atrás no podría caminar en el asfalto con tacones. Ahora usaba zapatillas de tela, bailarinas u otro tipo de zapatos bajos. Mi cabello rubio se agitó con el viento y respiré el aire, impregnado con el olor a ciudad y el perfume de la tragedia, cuya sangre había corrido por mis pies tan solo unos cuantos años atrás. Cerré los ojos, tratando de reprimir las imágenes y me obligué a mi misma a sonreír. Mejor reír que llorar, ¿no?

Llegué a casa, dejé las bolsas sobre la encimera y me apoyé en la mesa del comedor, volviendo a el tema frecuente de mi solitario día: ese extraño vacío en mi pecho. Como de golpe, una iluminación, me llegó la respuesta, tan intensa y tan obvia que jadeé y tuve que sostenerme de una de las sillas.

¿Cómo no lo había entendido antes? Ah, claro, porque era una locura completa. Algo que sabía que jamás pasaría porque las posibilades eran tan diminutas como el polvo. Pero, ahora que no lo había visto en más de cinco años, se veía tan claro como el cristal.

¿Por qué jamás había pensando en que todo lo que me faltaba ahora, algo que jamás me había faltado antes, era él?

--------------------------------------------

N/A: ¡Hola, mis preciosos tributos! Me presento: soy de Costa Rica y mi nombre es Raquel, más conocida por aquí como RaakBurdock. La idea surgió de mi amiga-tributo Mararenas, y hemos decidido publicar esta historia juntas. Pueden encontrarla en español o en inglés en nuestro perfil (@twofangirlsunited). ¿Qué les ha parecido el prólogo? Dejen sus comentarios allá abajito ;)

Voten y/o comenten, ¿sí? ¡Gracias por leer!

~RaakBurdock

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 11, 2013 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Verte Otra Vez (Fan-fic de Los Juegos Del Hambre)Where stories live. Discover now