La gran oportunidad (Zamasu)

Capítulo 3: ''La premonición''

¿Eh? Z-Zamas— No podía dejar de mirarlo a los ojos pues sentía que él estaba escondiendo algo. 

¿Qué ocurre? ya no te ves tan segura como antes. ¿Acaso no eres capaz de hablarme de la misma forma que el día de ayer? — Agregó este con su semblante serio y yo simplemente sentía que mi corazón se aceleraba más. ¿Qué se suponía que tenía que hacer? ¿acaso era suficiente un acto así como para decir que el futuro Kaioshin aún seguía por el mal camino o quizás esto simplemente se trataba de un juego? aunque lo dudaba mucho. 

¿No estás a prueba? D-Digo... todos están pendientes de ti.— Ahora saqué un poco más de personalidad y coloqué mis palmas sobre el pecho del aprendiz quien no pensaba aún en quitarse de en frente. 

''De pronto y por suerte, apareció Bulma y Jaco en acción. Zamasu de inmediato tomó distancia y mostró esa falsa sonrisas que tan bien sabía colocar. Sentí demasiada presión en ese instante y apreté mis puños con fuerza, queriendo darle un golpe a ese idiota que estaba en frente de mi y que al parecer quería burlarse de todos nosotros. ¿Acaso no había aprendido la lección? estaba dudosa''. 

M-Mimi... ¿estás bien? — Bulma se acercó a mi y me tomó el rostro para luego observar de reojo a Zamasu quien continuaba con su sonrisa. 

Es un gusto. Me presento, soy Zama... 

Sé quien eres, no es necesario que te andes presentando.— Lo interrumpió Bulma y yo sentí una presión en el pecho. No creía que era una buena idea tratarlo de ese modo, después de todo él estaba aprendiendo de los humanos y si él veía todo el rencor que le teníamos pues sería todo mucho peor. 

Eres quien causó medio alboroto en el futuro, ya lo sabemos. Pues todo el mundo lo sabe y créeme que no creemos para nada tu arrepentimiento barato. Eres un... — Tuve que interrumpir a Jaco y le lancé una mirada asesina cosa que este captó a la perfección. 

M-Mimi... — Bulma me observó extrañada y yo simplemente suspiré. 

Ya basta. Déjenlo ir. Supongo que ya es hora de que se vaya con Gowasu-sama, ¿no es así? — Noté que Zamasu esta vez mantenía su mirada perdida. 

¿Zamasu? — En medio de la incómoda situación escuché la voz de Gowasu-sama quien venía junto con papá y Vegeta. Mi estómago se apretó aún más. 

Gowasu-sama. — Zamasu mostró su mejor sonrisa y se acercó hasta su maestro para así mantenerse a su lado. Noté que papá lo observaba de reojo.

Hemos tomado una decisión, Zamasu. Tú podrás ir al torneo universal.— Agregó Gowasu con un alivio y a la vez felicidad por su pupilo. 

¡¿Qué?! — Bulma y Jaco demostraron bastante bien su asombro ante el acontecimiento y yo simplemente observaba a papá. 

Así es Bulma, Jaco. Zamasu irá pero él sabe que debe comportarse. Después de todo hicimos una promesa y él sabe que debe seguirla al pie de la letra.— Dijo mi padre con seriedad y en eso sale Vegeta. 

Si este insecto se atreve a hacer algo pues yo mismo lo voy a destruir con mis propias manos. Así que no te preocupes Bulma, todo estará bajo control. 

P-Papá... — Susurré y noté la mirada de Gowasu-sama y Zamasu sobre mi. 

¿Mh? ¿pasa algo, Mimi? — Papá se acercó a mi y colocó su diestra sobre mi hombro. 

Y-Yo... — Observé a Zamasu de reojo y bajé la mirada, manteniendo mi perfil bajo en todo momento.— Nada... olvídalo. 

Bueno, nosotros ya tenemos que irnos. Mañana será un largo día así que descansen lo suficiente.— El Kaioshin del universo Diez se despedía de nosotros mientras que su pupilo se mantenía al margen de todo.