13 Compañeros [COMPLETA]

Capítulo 10- DURMIENDO CON EL ENEMIGO

—¡Craig! Ábreme la puerta, por favor. —exigía Lucy mientras golpeaba con sus puños la puerta del departamento del muchacho reiteradas veces.

—¡Márchate de aquí si no quieres que llame a la policía de inmediato! Por el aprecio que te tuve te dejaré cinco minutos para que huyas. Comenzabas a gustarme Lucy Gelblung —decía él desde dentro de su departamento.

Lucy se sentó en el suelo con la espalda apoyada en la puerta de Craig, apoyó su cabeza sobre sus rodillas y comenzó a llorar.

—Por favor, tan sólo escúchame un momento.

—Habla, te daré sólo 30 segundos. —dice él y luego comienza a contar. — 1.. 2..

—No era lo que estabas pensando Craig. Ese no era el conejo que mató a nuestros compañeros, no lo es

—¿Entonces? No intentes meter alguna excusa, pude haber sido un idiota y confiar en ti, pero ya no más Lucy, aún no termino de aceptarlo.

—Le pedí a Hunter que se vistiese como el asesino —confesó la pelirrosa — teníamos planeado una trampa para uno de los asesinos
— ¿A sí? ¿Y por qué nunca me contaron de aquel plan eh? Llamaré a Hunter para comprobar que todo lo que dices es real y no una farsa, como toda tu vida.
—Mi vida no es una farsa. No te contamos del plan por que no quería involucrarte en algo tan peligroso.
—Quizás pensabas que yo era el asesino y por eso no me lo querías contar. —asume él.
—¡Claro que no! —ella lo niega
—¿Y cómo estás tan segura que no soy yo? —le pregunta él mientras una puerta los separaba
—Simplemente lo sé —contestó ella con sencillez secándose con la manga de su buzo las lágrimas.
Craig termina cediendo y abriéndole la puerta
—Oh Craig ¡Gracias! —Lucy corre ansiosamente hasta sus brazos.
—Ahora... ¿por qué tomaste esta mañana el diario de Mackenzie?
—¿El diario de Mackenzie? No tengo idea de que hablas.
—Peige dice que te vio entrar a mi habitación y tomarlo mientras yo dormía.
—Es imposible, yo estaba en una tienda de ropa comprando el vestido rosado que usé en la cafetería, lo compré por ti Craig.

Llovía en la ciudad y el cielo no era el único que lloraba. Ivonne se encontraba junto su novio Scott en casa de su mejor amiga, Leslie.

—¡No lo puedo creer! De un día para otro mi vida cayó en pedazos. Esta mañana recibí un mensaje del detective Sher diciendo que encontraron el coche de mis padres en el estacionamiento del aeropuerto, con el cadáver de ellos en los asientos traseros. —contó ella mientras quebraba en llanto.

Scott abrazó a  Ivonne y apoyó su mano en la espalda de la rubia tratando de calmarla.

—Perdí mi popularidad, a mi mejor amiga, a mis padres y a mi casa, me siento desamparada, tan sólo me quedan ustedes, las personas más importantes en mi vida —dice Ivonne refiriéndose a Leslie y a Scott.

—Tranquila Ivonne, puedes quedarte a dormir en casa el tiempo que quieras. —ofrece Leslie.

—Gracias Leslie.