Two.

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   Despierto acalorada, he tenido un sueño bastante húmedo con Andrew, respiro varias veces para normalizar mis latidos y me levanto, ésta vez es temprano para trabajar, al fin.
Me ducho, visto con una falda negra, camisa blanca y tacones negros, desayuno y salgo camino a mi trabajo.

—Hola Melanie, estás muy bella hoy.

   Me sobresalto al ver a Andrew en la esquina de mi casa.

—Hola Andrew, gracias, voy de camino a mi trabajo...

—Espera, permíteme acompañarte, por favor.

   Me regala una sonrisa y caigo rendida ante su encanto.

—De acuerdo, vamos —digo y ambos caminamos en silencio.

   Al llegar a mi trabajo giro el rostro para saludarlo, pero él me sorprende con un beso en los labios, debería apartarme pero su boca es como una droga adictiva y deliciosa.

—Adiós hermosa —se despide e ingreso al lugar atónita aún.

   Me siento en mi puesto perdiéndome en lo sucedido hace un momento, él me besó, no puedo creerlo. Toco mis labios con la yema de mi dedo índice sonriendo como una adolescente enamorada.

—Señorita Clark, a mi oficina.

   La voz de mi jefe por el altavoz de mi puesto me vuelve a la realidad y me tenso, ¿qué querrá?

   Camino a paso lento hasta llegar a la puerta de la oficina de mi jefe, las manos me sudan y mis piernas parecen gelatinas, finalmente abro la puerta e ingreso.

—¿Qué desea señor? —pregunto intentando sonar lo más calmada posible.

—Ven aquí, debo decirle algo muy importante —responde con una voz extraña y sonrisa socarrona.

—Disculpe... ¿está ebrio? —le pregunto sintiendo el aroma a alcohol a medida que me acerco.

—Sí... pero shhh... Déjeme informarle que está despedida... peeeero puede que cambie de opinión si hace lo que le pediré.

   Habla atropelladamente pero igual logro entender lo que me ha dicho.

—¿Qué debo hacer? —pregunto desesperada, no puedo quedarme sin empleo.

—Verás... mi esposa ya no quiere tener sexo conmigo... por lo tanto, necesito a alguien más... y esa eres tú —informa sonriendo y abro los ojos como platos.

—No... —susurro y me retiro del lugar oyendo los gritos de mi ahora ex-jefe enfurecido, ya encontraré otro empleo.

   Salgo sollozando intentando ocultar mi rostro húmedo por las lágrimas y choco contra alguien.

—¿Ese será nuestro encuentro? —pregunta una voz muy conocida y levanto el rostro para aceptar su mano.

—Así parece... Debo irme... ¿Podrías llevarme a mi casa? —digo sorbiendo mi nariz y él asiente.

   En el camino todo se mantiene en silencio, de reojo logro ver cómo él gira su rostro para observarme unos segundos mientras maneja hacia mi hogar.

—Gracias... —agradezco de verdad bajando del coche para entrar a mi casa.

—Permíteme quedarme contigo, te veo muy mal, no sé que sucede pero cuenta conmigo, yo te cuidaré.

   Confío en él y lo dejo entrar.

   Nos dirigimos a mi habitación, entro al baño para cambiarme de ropa, me coloco un short de algodón gris y una remera de tirantes rosa, salgo del baño y me acuesto a dormir.

—Es bueno que descanses, pero por favor, antes cuéntame que sucedió —pide claramente preocupado y decido contarle todo.

   Finalizo y él promete quedarse a mi lado hasta que despierte. Andrew dice que me cuidará y ayudará en lo que sea que necesite, lo aprecio mucho, a pesar de que apenas lo conozco no parece un mal hombre. Siento que acaricia mi cabello y me voy quedando profundamente dormida.

Peligrosa Obsesión [Rick Y Tú]Where stories live. Discover now