5 Seconds of Summer.

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Skye's POV.

Las semanas pasaron y siendo sincera, cada vez me llenaba más del amor de Australia. No extrañaba en lo mínimo California ni América. Me iba bien en la academia, mi amistad con Dawn y Geordie era fantástica y Marnie, oh Marnie, ella no puede dejar de hablar sobre Australia. Hasta puedo creer que algún día vivirá acá.

Mi cabello, que solía ser morado empezó a desteñirse pobremente a un azul que no me gustaba para nada. Traté de enviarle un texto a Michael (quien ahora se tiñe el cabello cada semana) para que me lo tiñera él, pero 5 Seconds of Summer se convirtió en un boom australiano. Lo que me parecía perfecto, en especial para mi hermano, Luke, quien ahora se cree estrella de rock.

Ahora, deben preguntarse; ¿que pasó con Calum y Ashton? Absolutamente nada. Ambos están lo suficiente ocupados para responder mis mensajes y sinceramente, estoy bien con ello. No he visto a los chicos en tres semanas y a pesar que me hacen falta, se que es lo que ellos quieren. Después de la conversación que tuve con Calum hace unas semanas atrás (dos días antes de que anunciaran que iban a salir de la ciudad) me di cuenta que mi amistad con Calum no iba a ser la misma de antes. Y eso no me gustaba.

Me sentí mal por un par de días hasta que Marnie se encargó de sacarme de mi cama y meterme a rastras al baño. Luego me llevo de compras y a comer, algo que me relajó lo suficiente hasta que una chica de mi edad hablaba de lo lindo que era mi hermano. Quería sacarle los ojos pero me inmuté. Luego Geordie me llevó a un espectáculo de luces en el muelle y me contó sobre su nuevo color de cabello. Dawn estaba de viaje en Nueva Zelanda con su familia, así que lo más que pude hacer con ella fue una llamada por Skype. Y Malí estaba en Londres.

Pasé la mayoría de mi tiempo estudiando, acomodando mi cuarto, botando todo aquel recuerdo que me unía a California y creando nuevos recuerdos con Marnie en Australia. Todo iba genial hasta que mi teléfono zumbó a media noche haciendo que saltara del susto.

— ¿Hola? —Ni siquiera miré quien me había llamado a altas horas de la noche, no tenía tampoco mis anteojos de leer cerca y mis ojos escocían por la luz del teléfono. Al otro lado de la línea se escuchó una tos ronca y luego una risa— Mira idiota; no tengo tiempo para esto. Estaba soñando perfectamente y si no vas a decir nada, voy colgando de un solo.

— Skye, relájate. Soy yo, Calum —La risa del moreno se incrementó, mis mejillas empezaron a arder de la vergüenza. Sin embargo me reí con el moreno. Miré la hora y efectivamente eran las 12:45 am, bostecé y volví a acostarme con el teléfono en mi estómago en altavoz.

— Nunca levantes un Hemmings a estas horas, Calum Hood. Pensé que ya sabias eso.

— Perdón, perdón. Sé que es tarde, pero acabábamos de volver del estudio y bueno, vi tus mensajes. ¿Todo está bien por allá?

— Uh sí, perfecto —Miré el techo sintiéndome idiota, Marnie a mi lado se movió incomoda dejándome sin cobija. La miré y reí— ¿Que tal la vida de súper estrella?

Calum rió una vez más antes de responder— Oh, muy bien. Ya me acostumbré a ser un completo imbécil famoso.

Sonreí sabiendo que el moreno al otro lado de Australia no podía verme— Los extrañamos, todos acá —Mencioné.

— Lo sé, pero nos faltan un par de días más. Extraño casa, Skye. ¿Como está mi mamá?

— Muy bien. Ya empezó a rentar tu cuarto —Bromeé ahogando una risa.

— Ja, ja. Muy graciosa —Me imaginé a Calum sonriendo ante mi estupidez y mi corazón se aceleró rápidamente. Suspiré tratando de no morir de un ataque cardiaco— ¿Me extrañas, Skye?

— Pensé que ya lo había dejado claro —Dije rápidamente tratando de zafarme de la incómoda pregunta.

— Oh, okay...

Quise golpearme por no responderle como él quería pero algo en mí decía que no me hundiese más. Abrí mi boca tratando de decir algo pero nada salía, había un silencio incómodo interrumpido por los ronquidos de Marnie y la respiración de Calum.

— ¿Estás viva? —Calum preguntó y cerré los ojos. Tratando de contener las ganas de matarme.

— Calum, perdón —Mencioné bajito, casi un susurró— Perdón.

— No tienes qué. Sé que solo seremos amigos y que vos y Ashton...

Puse mis ojos en blanco, ni siquiera he hablado con Ashton. Ni siquiera sé que somos.

— Ashton y yo nada —Suspiré— No somos nada, Calum. Olvídalo.

No quería sonar ruda ni nada por el estilo, pero no me gustaba hablar sobre ello. En especial con Calum. Calum dijo un "perdón".

— Hablamos después, ¿si? Tengo que dormir, mañana hay examen. Suerte en el viaje, Cal.

Escuché como Calum se despedía y luego cuando colgó. Puse el celular de nuevo en la mesa y me dormí rápidamente.

Al día siguiente tenía un mensaje de Luke diciendo lo mucho que me extrañaba y que mamá lo había obligado a decir eso. Me encontraba esperando en el suelo mármol del pasillo del ala de música. Escuchaba una melodía al otro lado de la pared mientras mi compañera, Lily, hacía su examen. No reconocía la canción pero Lily era increíble en el violín. Mis vans rechinaron al momento que me levante y entré al aula, los profesores sonrieron al verme.

Me acerqué al piano sentándome ahí y dije lo mismo que he dicho estos últimos exámenes.

— Skye Hemmings, examen de música, clase A-1, piano. Canción, Lazarus de David Bowie.

— Adelante, Miss Hemmings.

— ¿Como te fue? —Marnie preguntó sin apartar la mirada de Daredevil. Desde cuando miraba series Marvel.

— A —Miré mi calificación con orgullo— ¿Que tal la vida de vaga?

— Muy bien. Por cierto, Ashton llamó —Marnie señaló el teléfono de la casa. ¿Por qué no me llamó al celular?— Me dijo que le llamarás apenas llegues a casa, es importante.

Oh no.

Me pregunto cuando mi vida dejara de ser tan dramática, como una serie mexicana las cuales no entiendo a menos que ponga subtítulos y preste mucha atención. Suspiré cansada y tome el celular de la casa tirándome al sillón aplastando a Marnie. Marque el número de Ashton.

— ¿Hola? —Ashton contesto al instante. Estaba agitado y su voz estaba ronca.

— ¿Hey?

She is a Hemmings (ashton|calum)Where stories live. Discover now