«Al día siguiente, a comparación de otras veces, el cuento tuvo lugar en la mañana, cuando Violeta y Peter, los hijos de Flox, pasaron por las niñas.
Pétalo trataba hacer que las niñas se pusieran las capas, pues hacia un frío horrible; Clío también las seguía, ella con guantes y gorros.
-Creo que hemos llegado en mal momento, ¿no es así? -Peter preguntó, entrando al jardín.
-¡Nos quieren obligar a ponernos eso! ¡Y no queremos! -Reprochó Lili, corriendo de un lugar a otro.
-¡Niñas, niñas! -Les llamó Clío, sin saber a que chica dirigirse.
-¡Lili! ¡Iris! ¡Hagan caso a la tía Vi! -Dijo Vainilla, saliendo de la casa-. Tengo que llevarle el desayuno a Jim... Tal vez, tarde más de lo usual; visitaré a los abuelos.
-¡Prometiste contarnos la historia cuando llegaran Peter y Violeta! -Reprochó Iris, aceptando su derrota con las hadas y poniéndose la capa.
-¡N-no hay problema! -Se apresuró a decir Violeta. Sus mejillas sonrojadas a causa del frío y la vergüenza la hacían tener un aspecto realmente adorable e indefenso-. Podemos oírla después de clases...
-¡Uy! Yo no podré después de clases... -Recordó Peter-. Tengo partido contra el equipo de Max.
-¿Ah? ¿No era el de Roseto? -Pregunta Iris decepcionada, pues no podría ir a ver a Max.
-No. Recuerda... Te dije ayer, cuando...
-Niños, no agobien a Vainilla -rió Grisam, saliendo de la casa-. Entren, aún falta más de treinta minutos para que se vayan, y terminarán cogiendo un resfriado al estar ahí.
Susurrando un "gracias" Vainilla salió de la propiedad y procedió a ir hacia el trabajo de su marido.
-Eso es injusto... -Renegó Lili, ya adentro de la casa.
Clío y Pétalo, quienes ya había cumplido su misión de poner sus prendas de invierno a las niñas, fueron hacia la cocina para ayudarle a Pervinca.
-¿Qué es lo que les molesta en realidad? -Preguntó Grisam-. No necesitamos a Babú para la historia hoy. Recuerden, ayer les dije que yo tendría mucho protagonismo.
-Eso no tiene nada que ver, tío Grisam -rió Iris-. Mi mamá no podrá contarnos la historia porque se fue.
-Creo que el tío Grisam quiere decir que él contará la historia -dijo Peter.
-¿En serio? ¿La tía Babú no se molestará por hacer eso? -Preguntó Violeta preocupada.
-Ella personalmente me dio el permiso de hacerlo -guiñó un ojo, antes de ir a sentarse-. De acuerdo. ¿En dónde se ha quedado...?»
Esa misma noche, en la que raptaron a Pervinca, no podía dejar de pensar en qué había pasado.
¿Quién la pudo haber raptado?
-¿Hijo? ¿Puedo pasar? -Preguntó mi madre desde afuera de la habitación.
Suspirando, me levanté de mi silla y fui a abrirle la puerta.
-Hola... -Murmuró. Tenía en sus manos una pequeña bandeja con un vaso de leche y unas galletas a su lado-. Te traje algo para cenar.
-Mamá, ya no soy un niño... -Dije, riendo un poco.
-Yo... He pensado que querrías que las compartiéramos como antes -susurró, observando la bandeja.
Sabía a dónde quería llegar con todo esto, pero yo no estaba de humor para hablar; al contrario, quería estar solo en mi habitación para pensar en lo ocurrido. No podía dejar de sentirme culpable por lo que le había ocurrido a Pervinca.
Sus últimos gritos resonaban en mi cabeza. No lograba pensar en otra cosa, pues aparecía de repente Vainilla. Sus ojos rojizos y ligeramente hinchados a causa de su llanto, me hacían sentir peor. Odiaba verla así, destrozada y vulnerable.
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Fairy Oak: Operación Pervinca
Fanfiction¿Quién dice que ser separados por 12 horas no las convierte en gemelas? Te presentamos a 3 chicos: Vainilla Periwinkle: Joven bruja de la luz. Amable, abierta y sincera. Pervinca Periwinkle: Joven bruja de la oscuridad. Cerrada, astuta y traviesa...