capitulo 14

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Capitulo 14: Observando la realidad

Los ojos de la chuunin le regresaron un destello sin vida, mientras una falsa sonrisa se apoderaba de su rostro.

-Buenos días, Gaara-sensei.

–¿Matsuri? –Pregunto Gaara, en tono bajo.

La castaña entro en la oficina, aun con aquella falsa sonrisa en su rostro. Simplemente no se derrumbaría frente a el, no después de lo que le había hecho.

–Tsunade-Sama –Saludo la alumna con respeto, mientras se inclinaba en una respetuoso saludo–. Me alegro que este de regreso, espero que disfrute su estancia tanto como la ultima vez.

La rubia dirigente de Konoha detecto un extraño doble sentido en el final de aquella oración pero no pudo descifrarlo por completo.

La mirada de Matsuri se poso sobre cada uno de los ocupantes de la oficina: Hinata Hyuuga; Shikamaru Nara –Su mirada salto a su sensei, sin pararse en el mas de un segundo, si lo hacia por mas tiempo, sabia que sucumbiría en lo que tenia planeado– ; Kankuro y por ultimo Naruto Uzumaki. Noto de inmediato que Temari no estaba aunque aun no sabia si la rubia estaba al tanto o no de la famosa apuesta.

–Matsuri, ¿Cómo estas? –La alegre voz de Naruto resonó dentro de la oficina–. Esta mañana estaba muy rara. ¿Acaso estas llorando?

¿Llorando? Repitió el pelirrojo en su mente, mientras buscaba la mirada de su alumna.

–Descuida, Naruto-San, todo esta bien –Aseguro ella, sonando vagamente convencida.

–No lo se, parecías…–Naruto vacilo un momento, buscando la palabra que buscaba–. Parecías…desdichada.

El ambiente se hundió en una invisible pero palpable tensión; causada por dos de los presentes. Gaara ahora buscaba la mirada de su alumna de forma casi agresiva, si hubiese podido habría hecho que su arena la obligara a ello. Matsuri a su ves intentaba parecer tranquila sintiendo de nuevo que se desgarraba por dentro, lento y dolorosamente al evitar de forma premeditada la penetrante mirada de su maestro.

El kunai se estrellaba con fuerza contra el vidrio, rompiéndolo en muchos pedazos.

Hinata codeo con disimulo al rubio hiperactivo y con una represiva pero a la vez dulce mirada le dio a entender que de guardar silencio y no comentar mas al respecto.

Kankuro carraspeo, mirando a su hermano y su alumna.

–¿Hay…alguna razón para que…estés aquí…Matsuri? –Pregunto el marionetista, como quien no quiere la cosa.

–En realidad, si Kankuro-San –Hablo la chuunin–. Quiero pedirle un favor a Tsunade-Sama.

La aludida abrió levemente los ojos.

–¿A mi? –Pregunto sonriendo–. Dime ¿en que podría ayudarte yo?

–Quisiera…hablarle sobre un requerimiento –Soltó lentamente.

Pudo ver como sobre sus piernas caían dos gotas, dos lagrimas. Se deslizaron sobre su piel y se perdieron dentro de su falda.

–¿Requerimiento? –La hermosa dirigente elevo una ceja–. Dime de que hablas, Matsuri, no me gustan los rodeos.

La castaña asintió y extendió una carta frente a Tsunade. La Godaime tomo el papel en sus manos, recordando a la perfección aquel requerimiento medico, el cual solicitaba que le enseñara a algunos ninjas voluntarios los conocimientos para poder ser médicos. Detuvo su mirada un santiamén sobre la firma del Kazekage para después posarla sobre él. Parecía desconcertado con lo que le acababa de entregar su alumna a ella. Aparentemente no sabia de que se trataba. No, definitivamente no sabia.

Gaara Y MatsuriWhere stories live. Discover now