-Capitulo 27-

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Estaba cansada, me sentía acabada, no quería llorar, no había lagrimas, tenia ganas de acurrucarme y terminar con mi vida en ese preciso momento, entonces la puerta se abrió, mire esperanzadas pero ellas cayeron junto a mi en un eterno precipicio, no era Alex.

-Hola nena -susurro un chico de mi edad-

No conteste, me limite a pararme y mirarlo fijamente.

-¿Los ratones te comieron la lengua? -pregunto

-Se necesitan mas que ratones para comerme la lengua -le dije fríamente-

-Tienes que entender algo amor, yo mando aquí, tu no tienes el poder, en realidad es algo así como, me obedeces -dijo-

-Prefiero morir -le dije-

El se acerco a centímetros de mi, sentía su respiración..

-Eso lo haré, pero al final, todo a su tiempo, no te enloquezcas ¿por que tan terca? -dijo colocando sus labios sobre los míos.

Me aparte rápidamente dándome la cabeza contra la pared, me limpie la boca y lo mire.

-¿Sabes? tengo un arma y si no me das lo que quiero te matare sin dudar -dijo el con odio-

-Entonces no lo dudes mas -dije yo-

-Tengo mejores planes para ti -dijo me tomo del brazo y me estrecho contra el piso, se coloco a horcajadas en mi, estaba atrapada.

-¿Porque no sonríes ahora?  -pregunto sacando una navaja, trague rápidamente y lo mire con los ojos desorbitados , el sonrió de oreja a oreja .

-No te haré daño...-dijo y se formaron unos hoyuelos -Por ahora..

Tomo la navaja y lentamente tomando mis brazos para que no me pueda mover me corto los vestidos por la mitad, tenia que hacer algo, sus manos viajaban en cualquier parte de mi cuerpo, hasta en mis pechos, quería llorar, lo quería.

-Cálmate nena -dijo sonriendo colocando sus labios sobre los míos insistentemente, me intente apartar, cuando se pego a mi cuerpo tomándome el rostro moviendo sin ninguna preocupación, cuando sentí que libero mi mano sin pensarlo voló a su rostro, el se incorporo sorprendido , cuando vi la navaja a centímetros de mi, la tome rápidamente y se la clave en los huevos.

Nunca había escuchado un grito tan desgarrador, me aparte hacia atrás exaltada viendo como intentaba sacarlo.

-Todo a su tiempo primor, ¿porque enloquecer? no seas tan terco -dije citando lo que me dijo el-

Me incorpore, me ate mi saco para no ver todos mis vestidos rotos y corrí hacia la puerta. No antes de mirar por ultima vez o eso creía a ese chico que me fulminaba con odio sacando lentamente el cuchillo, mientras gritaba, mientras que lagrimas corrían por sus mejillas.

-¿Que paso? -pregunte sonriendo con odio- ¿El gato te comió la lengua? -pregunte y salí de la habitación cerrándola de un portazo.

Me encontré con un pasillo donde emanaba oscuridad, no se veía nada, camine lentamente hacia la izquierda pasando por habitaciones donde escuche un grito que reconocía.. Era Mari.

Sin pensarlo abrí la puerta encontrándome con la peor imagen que alguna vez me había imaginado.

Maria yacía en el piso con un gran charco de sangre a su alrededor con tres machetes clavados en su estomago . 

Corrí hacia ella llorando y me arrodille sin importar la sangre..

-Tranquila, ya estoy aquí -susurre sacando el primer machete, escuchando como grito-

-Emma vete, en serio, vete, sera mejor así ..-susurro colocando su flaca y huesuda mano sobre mi pelo acariciándome..

-¡No! ¡No! estaremos bien, saldremos de aquí.. -dije sacando los otros dos y colocandolos a mi lado, me levante toda ensangrentada, me saque mi saco, me saque los pedazos de licra, los envolví en ella y me coloque el saco nuevamente ahora ya rojo.

-Es tarde Emma, vinieron por ti, solo vete..-dijo ella mirándome a los ojos- Te quiero mucho pequeña -dijo e hizo una mueca de dolor- ¿Te puedo pedir algo? -pregunto-

-Si -dije llorando-

-Toma esto -dijo extrayendo de su vestido blanco que ahora era rojo dos cartas- Me permitieron hacerlo, una es para ti, otra es para mi familia, solo dásela por mi,  ya que yo no podre  -dijo ella-

-¡Si, tu podrás! En serio .. -susurre abrazándola- Tu podrás -susurre-

-No ..estés.. triste .. por.. mi -susurro haciendo demasiado esfuerzo- Iré con el amor de mi vida, ahora ve tu, haz tu propio cuento porque desde el primer día que entraste en esa casa vi algo en ti que nunca vi antes, me vi a mi misma y solo una cosa puede con nosotras .. -dijo ella sonriendo-

-¿La muerte? -pregunte-

-La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo, te veré pronto pequeña -susurro como sus ultimas palabras-

La apreté contra mi sin importar que o porque, ella era mi persona especial. no quería encontrarla tan tarde y perderle tan pronto.

Perdon por demorar tanto es subir capitulos :(, ya subo el siguiente, me puse triste, Mari R.I.P te amamos :') ... 

La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo (Es de una escritora Chilena-Isabel Allende, es una gran escritora

atte: Jeptt

Tú, eres mía. [Terminada-Editando]Where stories live. Discover now