Tú, eres mía. [Terminada-Editando]

-Capitulo 31-

Alex estaciono el coche en medio de la oscuridad, estaba perdida, este me violaba. 

-Bájate -dijo-

-No -dije-

-Te bajare yo y sabes como lo hago -dijo-

-No me importa como lo hace, me quedare en el auto hasta que te des cuenta que ya no te amo -dije-

-Pero lo hago yo -dijo-

-De donde vengo yo, en una relación ambos se tienen que querer -dije-

-De donde vengo yo, si el la ama, tiene un auto y un par de cuerdas esta todo arreglado -dijo riéndose-

-Eres un bastardo hipócrita -dije bajándome del auto-

-Y tu me amas -dijo-

-¿Quien te lo dijo? -pregunte-

-Solo lo se -dijo-

-¿Que quieres hacer? -pregunto viendo que no veía nada, eso era negro,nada mas que negro-

-Ir con Franc -dije porque sabia sus puntos débiles-

-Deja de hacer eso -dijo-

-Como si me importaras, ahora tengo novio, no haré nada contigo -dije-

-Tu fuiste la que lo dijiste no yo -dijo el- Solo te vine a mostrar las estrellas .. -dijo-

-Acá no hay ni una puta estrella Alex -dije-

-Repitelo -dijo-

-¿Al que? -pregunte-

-A mi nombre -dijo-

-¿Alex? -pregunto-

-No con inseguridad, con deseo, como lo acabas de decir -dijo-

-Asqueroso -dije-

-Tu amas a este asqueroso -dijo el ahora a centímetros de mi.

-No corro porque no se ni donde estoy, no te golpeo porque no se donde esta tu cara -dijo-

-¿Quieres una pista? -pregunto sobre mis labios-

-Gracias -dije levantando mi brazo pegandole una cachetada, la mano me dolió, espero que a el también.

-Me gusta cuando te pones toda calentona y ruda conmigo -dijo besándome el cuello-

Tenia que controlarme, tenia que hacerlo, el me había dejado.

-Apártate -dije moviéndome al costado -Si no me dejaras ir con mi novio y mis amigos llévame a algún lugar para dormir separados -dije-

-¿Que te parece mi cama? -pregunto-

-¿Tu duermes en el piso? -pregunte-

-Donde tu quieras -dije-

-Dame la mano, te caerás, yo conozco este camino de memoria -dijo-

Tome su mano en las penumbras, para que sus dedos encajaran perfectamente con los míos. 

-Por acá ahí un charco, pégate a mi -dijo colocándome pegada a el, estaba de espalda a el sintiendo cada parte de su cuerpo, el comenzó a caminar y no podía no pensar en el tan cerca.

Su boca se pego a mi cuello moviendola lentamente, eso me debilitaba, demasiado..

-¿Que haces? -pregunte-

-Me aseguro de que tu cuello este aprobado para vampiros -dijo besándome mas arriba de mi cuello hasta mi mejilla.

-¿Y ahora? -pregunte sonriendo-