45- Esperanza

49.6K 4.5K 442
                                    

A esa hora de la mañana en los alrededores del instituto reinaba la calma. Todo el mundo estaba ya en clase y yo sentado en el banco de delante del edificio con el móvil entre las manos. Esperando algo, lo que fuera, alguna señal de vida de Mateo. 

Cuando por fin el móvil empezó a vibrar casi se me cae de las manos. Estaba temblando incluso antes de empezar a escuchar su voz al otro lado del teléfono.

-¿Que tal va todo? -me pregunto. Era él, era él de verdad. 

-Muy bien, ¿y tu? -le dije nervioso. Otras veces había hecho esa pregunta por educación, pero esa vez la hacía porque realmente quería saber como estaba. Tanto si estaba más sano o si estaba tan desesperado por saber de mi, como yo lo estaba por saber de él. 

-Genial -aparentaba estar bien, pero en su voz yo notaba que algo fallaba.

-¿Seguro?

-Escúchame, -dijo ignorando mi pregunta- tengo que darte una muy buena noticia. 

-¿Ah sí? -almenos no era mala. 

-El domingo me dejan salir del hospital por la tarde. Ya sé que des de el pueblo hasta aquí son unas cuantas horas en tren, pero... podrías venirte y pasamos un rato juntos. 

Al escuchar eso no me lo creí. Estaba entre echarme a llorar y ponerme a saltar de felicidad.

-¿Estás ahí? -dijo al ver que no decía nada-. Solo si quieres venir, claro.

-Sí, claro que quiero. Me muero de ganas por volver a verte.

-Y yo -dijo- Eeeem... perdona,... me habías llamado tu antes. ¿Que querías decirme? 

"Que te echo de menos des de que te fuiste. Que no existe un día en el que no me acuerde de ti. Que no saber nada de lo que te pasa es una tortura continua. Que cuando te vea te voy a besar como nunca antes, porque nunca antes había tenido tantas ganas de hacerlo ", pensé. Pero al final no le dije nada de eso.

Estuvimos hablando un rato sobre cosas sin importancia. No pregunté nada del hospital porque sabía que no le gustaba hablar sobre su enfermedad y lo relacionado con ella. Estuvo bien. Me atrevería a decir que fui feliz. Sí, solo por escuchar su voz un rato fui realmente feliz. Los días siguientes no pasaron tan rápido como me hubiera gustado. Pero sentía que ya no era el mismo de los días antes a esa charla por teléfono. 

El viaje en tren se me hizo largo. Tenía tantas ganas de llegar que no me puede concentrar en el libro que estaba leyendo. A medida que el tren se iba acercando a mi destino, más pensaba que cuando viera a Mateo de nuevo, volveríamos a ser los de antes. Pero no fue así. A mi me hubiera gustado seguir siendo quien era cuando estaba con él. En cambio él no pensaba lo mismo. Y dos no pueden ser felices juntos si uno no quiere. 

-

Secretos De Un Heterosexual [En revisión]Where stories live. Discover now