four

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- M-Miles... a-ah

- ¿Te gusta así bebé?

- S-sí, así...

Miles se despertó de su sueño con el sonido de esos gemidos no tan agudos retumbando en sus oídos. Se quedó confundido mirando la pared, porque le costaba reconocer a quién pertenecía la voz de los sonidos. Luego de un tiempo pensando, llegó a una conclusión a la que tal vez hubiera preferido no llegar: la misteriosa voz pertenecía a Alex. Sí, Alex, su querido mejor amigo. Comenzó a recordar más detalles del sueño (las manos del más pequeño rasguñando su espalda, sus ojos fuertemente cerrados y sus finos labios abiertos) y por un momento quiso poder apagar su mente.
Un poco asqueado, y bastante asustado de si mismo porque de verdad sentía que su necesidad de acostarse con alguien estaba pasando a niveles anormales, se levantó de la cama para darse una ducha, durante la cuál intentó de todas las formas posibles eliminar el problema que tenía entre sus piernas. No hace falta aclarar que se negaba rotundamente a tocarse para solucionarlo, porque eso solo le haría pensar más en que tener un sueño húmedo con su mejor amigo le había provocado una erección.
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- Kane, llega tarde - dijo la profesora de lengua tan pronto como Miles entró al salón
- Sí, lo lamento profesora, me quedé dormido - "tuve que darme una ducha de veinte minutos para solucionar la erección que me había quedado después de soñar que follaba a mi mejor amigo" tal vez esa hubiera sido la respuesta correcta, pero seguramente no la más adecuada.
El castaño tomó asiento en su habitual lugar, al lado de Zach, preparado para comenzar la misma rutina de siempre y haciendo esfuerzos para no quedarse dormido en la clase.
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- Amigo, anoche soñé algo bastante... raro - decía Miles a Zach cuando salieron del aula, dispuesto a contarle su sueño de la noche anterior
- ¿Qué era? - preguntó este, sin darle mucha importancia
- Soñé... - por un momento el castaño dudó en contarle, pero luego continuó - soñé que me follaba a Alex - dijo esta última frase en un susurro directo al oído de su amigo. El morocho abrió los ojos en sorpresa, y rápidamente hizo una mueca de asco
- ¡Miles por Dios! - casi gritó - ¿tienes idea de lo asqueroso que es eso?
- ¡Zach mierda baja la voz! - dijo el castaño. Sinceramente esperaba que su amigo le diera algo de consuelo; no es que a él le encantara haber soñado eso (bueno, un poco...- ¡callate cerebro de mierda) - ya sé que es un asco, pero es que no entiendo porqué soñaría eso
- ¿No te estarás convirtiendo en un marica de mierda, verdad? - honestamente, Miles se había olvidado de la terrible homofobia de su amigo, la cual debería haber tenido en cuenta antes de contarle que soñó con acostarse con un chico.
- ¿Sabes qué Zach? Olvida que te conté esto, mientras menos lo piense será mejor
Su conversación terminó ahí, y el resto del recreo transcurrió con normalidad.
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Semanas habían pasado y los sentimientos de Alex no hacían más que fortalecerse. Muchas veces se encontraba a sí mismo mirando fijamente a Miles, admirando sus lindos ojos cafés, su suave cabello o sus finos labios rosados.
Y por otra parte, el menor también tenía serios cuestionamientos en su cabeza. Desde el sueño que tuvo con su mejor amigo, habían sucedido otra serie de eventos que no ayudaban mucho a su confusión. Al principio trató de convencerse de que sentir algo parecido a la atracción física por un chico sería normal considerando que la adolescencia se basa en la experimentación, pero la verdad, todos sus sentimientos o como sean, lo que menos le parecían era normales.
Esa tarde era de esas en las que Alex está particularmente pensativo, y a pesar de salir con Miles de todas formas, hubiera preferido quedarse en su casa, tal vez pintando en lindas sombras de azul y naranja que reflejaban sus sentimientos.
Pero como ya dije, en lugar de hacer eso, decidió aceptar la invitación de Miles para ir al skatepark.
Eran aproximadamente las siete y el cielo estaba en su mejor momento, pintado por la naturaleza mejor de lo que cualquier artista podría lograr. Los ojos de Alex se dirigían del cielo a Miles, y así sucesivamente. El chico pensó que no era posible presenciar más belleza junta, y a pesar de que luego se reprochó por el pensamiento, sabía que era verdad.
Zach y Miles hablaban entre ellos de algo que el mayor no entendía (porque tampoco le importaba) y él se limitaba a quedarse callado observando, algo que le gustaba hacer muchas veces.
La tranquilidad de la suave voz de Miles se vio interrumpida de repente por el tono de llamada de Alex, lo que hizo que ambos chicos lo miraran. El castaño tomó su teléfono para ver a quién pertenecía la llamada.
- Oh, es mi mamá. Voy a atender, no me tardo - dijo Alex, tomando su skate, que reposaba en sus pies, y dirigiéndose a los árboles que se encontraban a unos pocos metros de donde estaban. Su madre sólo llamaba para saber dónde estaba, y para avisar que llegara temprano porque esa noche irían a comer a donde sus tíos. Cuando finalizó la llamada, Alex decidió que no volvería con los chicos aún, y se sentó bajo uno de los árboles, recostando la espalda en el tronco de éste.
Había tantas cosas en su mente últimamente, y parecía que ni él mismo era capaz de entenderse. Se había dicho a si mismo que no debía darle tanta importancia a los "sentimientos raros" hacia Miles, que esas son cosas que suelen pasar entre los mejores amigos, pero lo cierto es que no podía sacarse el asunto de la cabeza en todo el día. Era un círculo vicioso; sus pensamientos pasaban de lo suave que parecía el cabello de Miles y lo brillante que era su sonrisa, a lo extraño que era pensar cosas así sobre su mejor amigo. Y eso se repetía todo el día.
Estaba tan sumido en sus pensamientos, que ni siquiera escuchó a su mejor amigo acercarse a donde él estaba.
- Mi mamá sólo quería saber dónde estaba, me quedé sentado aquí porque el cielo está bastante lindo para mirar - dice Alex con una pequeña risa, antes de que Miles pudiera preguntar algo.
Su amigo responde con el mismo gesto, y se sienta en silencio al lado de él. Se quedan en ese tranquilo estado en el que sólo se escuchan los pájaros y unas voces lejanas, en el que la belleza pareciera estar por todos lados, y hay tantas cosas que Alex quisiera decir. Pero en lugar de eso, casi sin pensarlo, recuesta su cabeza sobre el hombro de Miles, y en el segundo en el que se da cuenta de lo estúpido que es lo que acababa de hacer, la levanta rápidamente.
- M-miles, p-perdón, yo- es que- es que el momento era muy-
- No importa - el menor lo interrumpe, hablando tranquilamente
- ¿Q-qué?
- Que no importa. No pasa nada, hazlo.
- Y-yo...
- Hazlo.
Todavía incrédulo pero un poco más convencido que antes, Alex recuesta con timidez su cabeza en el hombro de Miles, y no puede evitar que se le escape una sonrisa al darse cuenta de que eso, en ese momento y con esa persona, es a lo que podría llamar hogar.
Y Miles, por su parte, viendo a su amigo así, tan tierno e indefenso, siente que quiere protegerlo de todo, y se da cuenta de que haría lo que sea por poder ver esa sonrisa cada uno de sus días.





n/a #6: le dedico este capítulo cursi a BL00DSTREAM_ , que se lo ganó por leer, votar, comentar y nominarme a un tag ahre .

espero que les haya gustado, la última escena fue escrita con todo mi amor<3 nos leemos

skater [milex]Where stories live. Discover now