Capítulo 26. Los Rehenes

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No se quedaría un segundo quieta sin saber qué era lo que estaba ocurriendo allá en el exterior. Abriendo la puerta, tuvo la autodeterminación y coraje suficientes para recorrer los innumerables pasillos que conformaban aquel grisáceo edificio sin importarle que la vigilancia allí presente fuera tras ella, tratando de alcanzarla; en efecto, los guardias, creían que se estaba dando a la fuga y la seguían con gran velocidad, sin embargo ella fue más ágil y logró atajar por rincones donde le fue imposible ser descubierta.

A medida que se iba aproximando hacia la salida, pudo percibir unos alaridos emitidos desde el exterior; a medida que se acercaba, éstos se hacían más y más audibles. ¿Qué era lo qué estaba sucediendo? Era inevitable que la curiosidad le minaba por dentro, debía averiguarlo y debía ser rápido, por lo tanto logró colarse a través del balcón donde era posible observar no solo la zona central en que se hallaban encerrados los ávidos caminantes, sino también gran parte de la Comunidad; suficiente para saciar su sed instantánea y jugar a ser invisible durante un instante.

Tuvo además, la suerte de que la multitud se encontraba justo debajo y distinguir la voz de Negan de entre los presentes:

-¿Habéis venido a hacernos una visita?-podía percibirse sarcasmo en su expresión.

La multitud le hizo el coro con despreciables risas hasta que no tardó en imperar un incómodo silencio:

-Al menos dispondréis de algún nombre, ¿no es así, queridas?

Dasha tragó saliva, esperando una respuesta.

-Mi nombre es Carol...

¡Una mujer! Dasha se dejó caer visiblemente nerviosa sobre el calor del pavimento cuando una voz en su conciencia la alertó de interrumpir la escena. No podía permitir que hicieran daño a una mujer inocente. Lo único que se dispuso a hacer fue llevar a cabo una rápida carrera hasta llegar a la escena en cuestión, abriendo la puerta principal del edificio y encontrándose al fin, de frente con aquel susodicho espectáculo. La multitud se hallaba frente a ella, y la misma había centrado su atención hacia su ubicación, a diferencia de Negan, el cual todavía no se había percatado de su presencia. Ambas mujeres también permanecían mirándola boquiabiertas durante un largo instante.

-Negan, por favor...-susurraba Dasha.

Éste se giró hacia ella y le soltó:

-¿Qué es lo que haces aquí?¡Regresa a tu habitación! Nadie te ha dado vela en este entierro, muchacha.

La joven, sorprendida ante aquel desagradable tono y teniendo en cuenta la tierna escena que habían compartido minutos antes, se vio claramente ofendida; sin dudarlo, se acercó a él con descaro y pronunció mordaz:

-Eso no era lo que me decías hace escasos minutos, querido...

Sin embargo, Negan decidió hacer caso omiso de las palabras de Dasha, dirigiendo su plena atención a las muchachas que se plantaban justo enfrente de él.

-Está bien, encerrad a cada una en su habitáculo correspondiente hasta que pueda llegar a tomar una decisión definitiva sobre qué hacer con ellas. Mientras tanto, Rick puede seguir jugando a estrategia de soldaditos con su estúpido grupito de pega y continuar con el plan de retener a dos de mis hombres. Yo también tengo los míos... y os aseguro, que no le van a gustar nada.

La joven no daba crédito a la amenaza que había acabado de escuchar.

-Mañana iré a la preciosa comunidad de Rick en busca de una explicación. Creo que es hora de darle una lección bien merecida.

El rostro de Dasha había adquirido una expresión de temeridad. Pensaba en su hermano sobre todo:

-¿Qué es lo que tienes pensado hacer, Negan?-se atrevió a preguntar delante de todos los presentes.-Espero y no se te ocurra planear nada contra mi hermano. Recuerda nuestro acuerdo...

Éste se giró mostrando una amplia sonrisa y espetó:

-Es una sorpresa, querida. Lo verás mañana mismo.

Acto seguido, los hombres cubrieron el rostro de ambas mujeres con unos sacos y las guiaron hacia el interior del edificio.

La Joven sin Voz | Negan (2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora