Capítulo 17: " -... ¿Lo comprendes?"

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[Nota: Los siguientes capítulos serán contados mediante un narrador.]

Las imágenes golpearon sin compasión el rostro de la chica, lo que parecieron ser años o minutos eran escasos segundos. La desesperación había impactado con brutalidad todos sus sentidos, estaba siendo acorralada por esas cosas extrañas que francamente era incapaz de interpretar, ¿En serio serían visiones? ¿Recuerdos? ¿Sueños? No podía definirlo. Ella quería creer que era eso, un simple sueño tenebroso, pero no lo era.

La realidad iba más allá de lo que su cerebro podría asimilar, ella creía que estaba lista para afrontarlo todo, pero, ¿Qué tanto era todo?

En su estado perdido, se lamentaba y lloraba por tratar se asumir lo que sus ojos habían contemplado, el cuerpo de Shawn yacía cubierto de sangre y el reflejo de Shirley lloraba su partida amargamente. Lo abrazaba como si de un momento a otro fuera a desaparecer, mientras que la original de carne y hueso sentía su corazón despedazarse.

¿Qué rayos había sido eso? Sus conclusiones instantáneas eran que Shawn planeaba matarla, y su realidad lamentablemente no estaba lejos de poder llegar a ese final.

—¡Shirley! —Se escuchó un grito masculino, sonaba rasposa y confundida. Shawn se había acercado hacia ella y sujetaba sus hombros con fuerza. La sacudía poco a poco intentando hacerla regresar a la realidad. El joven mantenía su corazón desesperado, y su organismo se sentía tenso. Estaba preocupado por lo que hubiera podido pasar. Shirley se había mantenido estática en su lugar, viendo hacia la nada y con el ceño fruncido. Él no podía estar seguro de que respirara, o que siquiera su corazón latiera.

—¡SHIRLEY!—Resonó por toda la habitación.

Ella aún no reaccionaba. La última imagen se repetía en la cabeza de la chica, volvía a sentir la opresión esparciéndose en su pecho pero no podía despertar. Le era imposible.

En la ventana, una silueta se posó detrás de Shirley, Shawn miró con atención a la persona que había entrado y su cuerpo se tensó. No quería verlo.

El chico esbozó una sonrisa y arqueó las cejas de manera divertida. Se mojó los labios y examinó a Shirley con atención, se sentía satisfecho por lo ocurrido. Prácticamente saltaba de alegría y no podía ocultarlo.

—Hola, idiota. —Le dijo él.
Shawn bajó sus manos con lentitud de los hombros de Shirley y rodó los ojos.

—¿Qué? —Su voz sonó molesta. —¿Por qué has venido?

—A ver cómo tu mundo se cae a pedazos, obvio.—Respondió desviando su vista hacia la cama, y en un ágil movimiento estuvo sobre ella.

Shawn podía sentir sus músculos tensarse y la rabia correr por cada una de sus venas, mientras se cuestionaba duramente las decisiones que había tomado. Era un estúpido.

¿Por qué había sucedido tan pronto? Su plan poco elaborado parecía que resultaría sin contratiempos, y que al final, lograría salvar la vida de su Elegida. Aunque, claro, ahora eso ya no importaba. Las sombras habían venido por ella, y revelaron una parte de la realidad. Al final, le tocaba a Shirley decidir cuál parte era verdad y cuál era la mentira.

—Se supone que tendría una semana más. —Musitó con enojo. Su vista seguía impregnada sobre Shirley. —Rompieron la parte del trato.

Su fiel amigo soltó una risa.

—¿Es que acaso no los conoces? ¡Son las sombras! ¡Enviados del diablo! —Exclamó. Rixon, como siempre, volvía a tener razón. —Llámalas bestias sin corazón y sin palabra.

Shawn suspiró.

—¿Qué se supone que debo hacer ahora? —Preguntó con frustración. Él no contaba con esta parte desastrosa, las cosas iban a hacer sencillas: Descubrir la verdad de su pasado, de sus errores, enfrentar a la Corte Celestial, luchar contra las sombras y liberar a Shirley. Sencillo.

Claro, si pudiera recordar. Y si Rixon le dijera, pero él era un idiota así que iba a mantenerse callado.

—Tú sabes qué hacer. —Le contestó.

Shawn rodó los ojos. Maldita sea.

—No lo recuerdo.—Dijo mientras apretaba los puños. Odiaba que Rixon hiciera eso, que le hablara como si pudiera recordar algo de lo que supuestamente sabía.

A Shawn le parecía imposible recordar. Todo se volvía un rompecabezas interminable, y siempre acababa más confuso que al inicio. Le daba ganas de gritar con fuerza y morirse ahí mismo por la frustración.

—Sí, lo haces. —Volvió a decir con una sonrisa.

—¡Que no! —Gruñó. —¡NO LO SÉ, RIXON!

La mirada fulminante de Shawn sobre su buen amigo se hizo presente. Deseaba ahorcarlo con todas sus fuerzas pero no podía. Desgraciadamente él tenía un cariño hacia su amigo, él era su familia y su mano derecha.
Rixon soltó una risa leve y se colocó de pie. Sabía que Shawn se sentía presionado por no conocer casi nada de lo que había sucedido, así que él lo forzaba de alguna manera a recordar. Ahora, más que nunca iba a ayudarlo y a responder sus preguntas si él lo necesitara. Pero sólo haría eso, responder.

Se posicionó enfrente de Shawn y lo miró.

—Tu primera explicación sobre lo que sucedía, era que simplemente se trataba de un completo Déjà Vu, luego lo complementaste con la idea de que eran recuerdos, y descubriste que puedes hacer trucos con la mente, ¿no es así?

Shawn asintió dudoso.

—¿Eso qué tiene que ver? —Preguntó. Le sorprendía que Rixon sacara ese tema en estos momentos, y que se dignara a hablar de ello cuando en tiempos anteriores sólo se dignaba a darle vueltas al asunto.

—Mucho. —Respondió. —Descubriste que eras un Guardián gracias a tu sexy y astuto amigo, ósea, yo. —Se apuntó a sí mismo con entusiasmo. Shawn rodó los ojos.—Y también, descubriste a las sombras y torpemente aceptaste un trato con ellas para que te devolvieran tus memorias que la Corte Celestial tenía. En serio, en serio eres un imbécil.—Le dió un zape. Shawn se levantó de inmediato y se colocó a la defensiva. Iba a tirarle todos sus dientes. Su amigo, levantó las manos con inocencia.—¡Tranquilo hermano, sólo digo la verdad!

—¿Quieres ir al grano de una vez? No hace falta que me recuerdes que vendí el alma de Shirley.—Musitó con enojo. Su estómago se retorcía cada vez que lo recordaba. Había sido tan tonto como para creerles, ¿quién había podido imaginarse que los enviados del diablo serían tan malos para cumplir tratos? Todos, a excepción de él.

—Ahí tienes una respuesta, querido amigo mío. Ellos prometieron devolverte las memorias, así que de cualquier manera, el que se hayan adelantado puede anularse si les reclamas tus memorias. Por que aún no las tienes. ¿Lo comprendes?

Shawn negó.

—No, no lo entiendo.

Rixon bufó.

—Haz los trucos mentales que te he enseñado, podrás hacer que Shirley vuelva a realidad, pero no esperes que te reciba con los brazos abiertos. Si ellos te hubieran devuelto las memorias, conocerías la otra forma de despertarla con sólo chasquear los dedos.

Ambos quedaron en silencio. Aquello era cierto, por primera vez su mejor le decía algo importante y útil, a diferencia de los otros momentos en los que se ponía a hablar sobre la existencia de los marcianos. Pobre iluso.

Shawn lo pensó y lo asimiló con lentitud. Si él lograba intervenir en la mente de Shirley, podría hacer que la realidad apareciera frente a sus ojos. Podría volver a la normalidad y hablar con ella para explicarle lo que sucedió.

Soltó un suspiro y se puso de pie. Con su mano izquierda hizo a un lado a Rixon con fuerza y él le dio una risa.

No estaba preparado para lo que sucedería a continuación.

DÉJÀ VU. » s.m. [CANCELADO TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora