Cap. 18 No me iré

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Después de la notícia de papá, no recuerdo nada, todo se volvió negro.
—Shhh, está despertando.—dijo la voz de Claire.
Abri completamente los ojos y me encontré con mis amigos.
Claire, Jane, Tyler, Thomas, Dean y mi novio, Dylan.
—Al finn! —se quejó Claire.
—Sabía que dormías mucho, pero nunca creí que tanto. —dijo Tyler riendo.
—Hola chicos... —los saludé.
—¿Como te sientes? —preguntó Jane.
—Bien, solo... Me duele la cabeza un poco. —dije.
—¿Cuantos días piensas que estuviste aquí? —preguntó Claire.
—¿Días? Talvez solo un par de horas. —respondí.
—Llevas aquí dos días. —contestó Thomas.
¡¿Que?!
—No puede ser... -dije.
—Dylan estuvo contigo siempre, no quería irse, pero tuvimos que obligarlo. —me contó Jane.
—Hoy llegó muy temprano. —comentó Tyler.
—Estaba muy preocupado por ti. —dijo Dean.
—Despiertenlo, para que sepa que su amada ya despertó. —ordenó Claire.
Tyler lo levantó.
Al abrir sus hermosos ojos miel, se levanto rápido y vino hacía mí.
—¿Hace cuanto que despertaste? —me preguntó.
—Hace unos minutos. —conteste.
Tenía tantas preguntas que hacerle, porque recuerdo que la última vez antes de cerrar mis ojos, lo vi a él.
—Llamaré al doctor para que te revise. —dijo Dean y salió de la habitación.
Al instante entró el médico y todos tuvieron que salir, me tomo la presión y dio algunas indicaciones a la enfermera.
Luego salió y dijo que tenía que descansar.
Claire llamó a mi padre y hermano para avisarles que desperté.
—¿Como estás? —entró Dylan.
Sonreí.
—Mejor. —contesté— Quiero que me digas que sucedió.
Él se tensó.
—Creí que te acordabas. —respondió.
—Dylan por favor...
Suspiró.
—No quisiera que vuelvas a recaer, suficiente tuve con no ver tus ojos por dos días. —acarició mi mano.
—No volveré a recaer, lo prometo. —le dije.
—Bien, te lo diré ahora porque sé que no me dejarás en paz hasta que te lo diga. —dijo.
Como me conoce.
—Tu abuela sufrió un accidente.
—¿Que...? —deje de mirar los ojos de Dylan.
—Tranquila, según lo que informaron, ella esta en una clínica y felizmente lograron atenderla a tiempo.
No puede ser, mi abuela no puede estar mal, y yo aquí sin poder verla.
—Tengo que ir a verla... —intenté levantarme, pero Dylan me detuvo.
—Hey, tu estado es crítico y no te moverás de aquí hasta que el doctor te lo diga.
—Pero Dylan, es mi abuela...
—Lose y te prometo que irás a verla.—acarició mi mano.
Miré hacía otro lugar que no sea él.
—Oye no te enojes conmigo. —me dijo.
—¿Donde esta mi padre? —pregunté.
—En camino, ya va llegar. —me tranquilizo— ¿Quieres agua? ¿Tienes hambre? —preguntó tratando de encontrar mi mirada.
Negué con la cabeza.
Mis lágrimas estaban a punto de salir y no quería que él lo notará.
—Esta bien __________, puedes llorar si quieres. —me dijo.
—Dylan...
Él cogió mi mano y la acarició.
—Estaré aquí y te prometo que no me iré.
Lo miré a los ojos.
No se como me encontraré ahora mismo, pero se que él me entiende.
Sus ojos estaban llenos de frustración al verme llorar y se sentía culpable y no se porque.
—No me gusta verte llorar. —me dijo.
—Entonces puedes irte. —le dije.
Él soltó un sonrisa.
—Nisiquiera en los momentos más tristes dejas de ser grosera.
—Lo siento Dylan, pero no me siento muy bien. —le fui sincera.
—Te entiendo, pero no llores ¿si? Cálmate.
Limpió la lágrima caída.
—Te quiero Dylan. —le dije tocando su mejilla.
—Yo te amo __________.
No me esperaba ese sentimiento ahora mismo, pero yo también sentía que lo amaba.
En tan poco tiempo me hizo olvidar todo, me saco de la depresión y me robó muchas sonrisas.
Él era como un ángel que cambio mi vida.
Me acerqué a él y lo besé.
Lo besé como nunca antes lo hice, tratando de expresarle lo que siento por él.
—No quiero que me abandones. —le susurre en sus labios.
—No me iré. Jamás lo haré. —susurró.
Nos volvimos a besar.

—¿Ya estás mejor? —preguntó papá.
Después de unas horas el médico me dejo salir y dijo que solo tenía que tomarme unos medicamentos cuando entre a un ataque de nervios.
Hace mucho que había dejado de tomar eso, pero desde que Will desapareció volví a los medicamentos.
—Si. —respondí.
—Bien, quería decirles que mañana por la noche estaremos saliendo para Bradford. —nos dijo.
Austin y yo asentimos.
—Quiero que alisten sus cosas.
—¿Que hay de la universidad, papá? —preguntó Austin.
—Mientras _________, estaba en la clínica, fui a solicitar un permiso de emergencia, para los dos.
Asentimos.
—Bueno, entonces iré arreglar algunas cosas. —dijo Aus.
—Yo llamaré a Jade para saber el estado de su abuela. —dijo y salió de la sala.
Austin se fue a su habitación y yo me quedé sola.
Pero mi teléfono vibró en mis manos.
Mensaje
¿Puedes subir a tu habitación?.

Era un mensaje de Dylan.
Me levanté y subí, lo encontré ahí.
En mi ventana.
—¿Que haces aquí? —le pregunté cerrando la puerta con llave.
—Vine a verte. —sonrió.
—¿Estás loco? Si mi padre te ve me matará... Y luego a ti —exageré.
—No lo hará. —sonrió.
—Dylan... —me queje.
—Shhh... —puso un dedo en mis labios—¿porque no te relajas?
Era buena idea, pero no podía relajarme si aún no veía a mi abuela, tenía que alistarme para poder viajar mañana.
—¿Me ayudas a empacar? —le pregunté.
Él me miró sorprendido.
—¿Empacar? —preguntó.
—Mañana, por la noche iré a Bradford. —le dije.
Él estaba sorprendido.
Se sentó en mi cama en silencio.
Yo fui a mi armario a sacar mi valija.
—___________, no quiero que te vayas. —soltó después de un rato.
—Dylan...
—¿Que pasará con la universidad? —me preguntó.
—Pues mi padre ya pidió permiso. —le conté regresando a mi armario por ropa.
—¿Y por cuanto tiempo será? —entrelazo sus dedos— No puedes perder muchas clases, ya casi entramos a finales.
Sé que él se preocupa por mí, pero su preocupación ahora, no es la universidad, si no, quedarse solo.
—Lose, y te prometo que volveré según la recuperación de la abuela.
—____________...
—Dylan yo no espero que lo entiendas, la decisión esta tomada.
Me senté a su costado.
—Bien. —se iba a enojar pero lo interrumpi.
—Estarás bien en la universidad, hablaremos todos los días te lo prometo —le asegure— no estarás solo.
Cogí sus mejillas y le di un beso en sus labios.
Él no estaba tan convencido pero sabía que lo entendería.
—¿Sabes que te quiero de vuelta en dos días? —preguntó— Me di cuenta que solo puedo llegar a estar dos días sin ti.
Sonrió.
—No digas eso. —lo miré a los ojos.
—Es la verdad. —sonrió con una pizca de tristeza.
No quería hacerlo notar, pero conmigo aunque lo oculte, siempre lo notare.
—Te adoro Dy. —lo abracé.
Él suspiró y acarició mi espalda.
Finalmente para que él se sintiera mejor, me acompañará al aeropuerto mañana.
Al igual que Claire y Jane.
—¿Me traes algo de allá? -preguntó él.
—Sabes que estoy yendo por mi abuela y no a pasear ¿verdad? —pregunté.
—Lo se gruñona. —río.
Dylan metía a mi bolso bloqueador, peine, silicona (para mi cabello), perfume, carmines, ganchos, mi labial de fresa y base.
—Mi amor no se porque estoy metiendo todas estas cosas si ni te arreglas el cabello. —me dijo.
Reí.
Seguía doblando mi ropa y metiendolas a la valija.
—Lo se, te iba a decir lo mismo. —contesté.
—Te haré una trenza, ven aquí. —cerró mi bolso y lo dejo en mi escritorio.
—¿Hablas enserio? —lo miré.
Él asintió.
Finalmente cerré mi valija y la dejé en el piso.
Él se sentó en mi cama y me ordenó que hiciera lo mismo.
—Veamos...
Soltó mi cabello y empezó a peinarlo.
Yo solo disfrutaba sus dedos acariciar mi cabeza y mi cabello.
Era tan relajante.
—Tienes un cabello muy lindo. —me dijo.
Empezaba a trenzarlo y al terminar me echo en su pecho.
Sus manos acariciaban mis piernas.
Ya que estaba con un short.
—Te voy a extrañar. —admitió después de un momento de silencio.
—Dylan...
—Pero espero que tu abuela mejore y algún día pueda conocerla. —me dijo.
Sus palabras eran tan tiernas, Díos mío, muero por Dylan.
—Y sé que lo hará, tiene que darnos la bendición ¿no? —él sonrió.
—Es cierto.

—Bien, creo que es hora. —les dije a mis amigas y novio.
Austin estaba despidiéndose de Emma, así es, vino a despedirlo.
—Te extrañaremos Stevie /estivi\ pero espero que no te olvides de nosotros. —dijo Claire.
—No lo haré tonta. —la abracé.
Mis lágrimas estaban a punto de resbalar por mis mejillas.
—_________, cuidate y espero que todo se solucione allá. —me dijo Jane.
La abracé y solamente me quedaba despedirme de él.
Pero, diablos, no quería hacerlo.
—Ay... Dylan. —lloré.
Él me abrazó.
—No llores ¿si? —me separó para coger mis mejillas.
—Solo trata de no tardar mucho en ese viaje. —me dijo sonriendo.
Solo quería trasmitirme tranquilidad y seguridad.
Pero ahora más que nunca me sentía perdida, perdida sin él.
—Te traje algo. —me dijo sacando algo de su bolsillo.
Era una cajita pequeña.
—Pero quiero que la habrás cuando me extrañes. —dijo cogiendo mis manos.
Yo solo me quedé mirándolo, y dejando que mis lágrimas cayeran por mis mejillas.
—Hace mucho que no sentía esto por alguien y también hace mucho que no lo digo pero... Dylan... Te amo. -sonreí recibiendo la caja y capturando sus labios.
—Me vuelves loco __________—sonrió— cuídate mucho y vuelve pronto —dijo— recuerda que aparte de ser tu novio, soy tu amigo y no estás sola, todo estará bien ¿de acuerdo? —cogió mis mejillas para poder mirarlo a los ojos.
—Si...
Finalmente papá nos avisó que nuestro vuelo estaba listo, así que tuvimos que subir al avión con una parte de nuestros corazones, porque el otro se quedaba en new york, con las personas que amabamos.
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Lamento que la abuela los haya separado, pero de aquí unos más caps', prepárense para ver al bastardo W.
A x😂

Mi Ángel Sin Alas Dylan O'Brien Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora