Capítulo 15: "El otro mundo."

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Rebeca.

Sangre, más sangre, no para de salir, no puedo hacer que pare. ¡Que alguien haga que pare, por favor!

Mis suplicas son en vano, en este lugar tan oscuro... Solo estamos él y yo... mis manos teñidas de su sangre y él tumbado en el suelo con un gran charco de sangre a su alrededor. Puedo escuchar vagamente como el chico que me salvó la vida vagamente está luchando contra la mujer tratando de defendernos...

Sigo haciendo fuerza en su herida para que deje de sangrar, pero de nada sirve, no puedo hacer nada, él tenía razón, no soy fuerte ni nada de lo que intento parecer.

<<Rebeca, me esperaba algo más de cordura en ti, supongo que no todos somos los que aparentamos ser.>>

Mis lágrimas no dejan de caer en su rostro, resonando en mi cabeza una y otra vez esa frase.

-No te vayas de mi lado, vuelve y hazme cambiar... hazme cambiar-murmuro llorando en su pecho.

De repente, nuevas voces se unen junto a la de Scott, voces que reconozco por la pesadez que me provocan; la de la chica nerd y la de Lucas.

-¡Oh dios!-exclama horrorizada Charlotte al ver, seguramente, el cuerpo de Dylan.

-¡¿Qué diablos ha pasado aquí?!-Escucho gritar a Lucas mientras noto como pasa cerca de mí.

-Intuyo que vosotros dos sois los dos restantes elegidos, encantado de conoceros, mi nombre es Scott, una lástima conocernos en este pésimo contexto.

-¡Genial! ¡Gracias por reuniros, maldita escoria, así acabaré con todos vosotros de una maldita vez!-chilla a pleno pulmón la maldita zorra.

Me acurruco junto a Dylan tomando su mano sintiendo como su pulso se va desvaneciendo con los segundos.

-¡No mueras!-suelto un grito ahogado suplicando por la vida de Dylan.

Cierro los ojos regresando al mismo lugar oscuro donde estábamos Dylan y yo, pero esta vez, su cuerpo va desapareciendo poco a poco delante de mis narices.


Charlotte.

-¡Debemos de hacer algo por él antes de que sea demasiado tarde!-La mujer vestida de negro se había convertido en una especie de coloso de tierra. Lucas corre hacia ella, dándole un fuerte puñetazo en una de sus manos provocando que se rompa en pedazos.

El otro chico, usando su misterioso don, va lanzando cosas al azar hacia ella, incluso un coche. Yo en cambio, me coloco junto a Rebeca y a Dylan creando una burbuja gigante aislándonos de la lluvia y de los posibles ataques de la mujer.

Realmente quiero vomitar y desmayarme, nunca había presenciado tanta sangre y... aunque Rebeca me haya tratado mal y haberme hecho sentir como la peor mierda del mundo, el verla aferrada al cuerpo de Dylan con la mirada perdida y no dejando de llorar, me remueve mucho el alma, aunque ni siquiera merezca la pena.

-Lo... siento... todo saldrá bien, estoy segura-murmuro algo atemorizada de que Rebeca pueda saltar como una psicópata encima de mí, pero no es así, no recibo respuesta alguna, ni me mira, es como si estuviera ausente de la propia realidad...

Dirijo mi mirada rápidamente hacia el coloso de tierra, fijándome en como un gran pedrusco se dirige hacia nosotros. Concentro toda la energía en la zona en la que creo que impactara, y al llegar el impacto suelto un quejido de dolor. La piedra cae justo a nuestro lado al haber rebotado contra el escudo. Jadeo un poco mientras que Lucas, quien había girado la cabeza para ver mi estado, me inquiere con la mirada si estoy bien, yo le asiento con la cabeza y él vuelve a la carga contra el coloso.

Los Elegidos I: El fin del mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora