Our Dark Side {Ruggarol}

Venganza.

¿En que mierda estabas pensando Ruggero? Fué la primera pregunta que me plantee cuando escuché la voz de Candelaria a través de la puerta.

Cuando ella había pasado, pensaba, porfavor no entres al baño, porfavor, no entres al baño. Ella se sentó en mi sillón lo más cómoda que pudo.

- ¿Por qué tardaste tanto en abrirme?

- Me despertaste, estaba viendo una película. - otra vez, el ser actor me había salvado.

- ¿"el Libro de la Selva"? Que te hacés el pendejo ahora...

- A mi me gusta. - giró los ojos y luego me sonrió confundiendome.

- bueno, ya que llegué, tenía pensado que podíamos pasar mas tiempo de calidad juntos.. - se desabrochó la camisa y mordió sus labios mientras me miraba.

- Cande, no estoy de humor ahora. - sinceramente no quería estar codiendome a mi novia cuando mi compañera de trabajo a la cual casi la hago mía estaba en el baño. Además, siendo realistas no tenía ganas de hacer algo con Candelaria, mierda. Sería una situación impresionante en todos sentidos.

- Vamos Ruggero, nunca sos cómo antes.

- Enserio, no tengo ganas

- está bien, si así quieres que sea esto, avísame cuando quieras actuar como mi novio.

- Morfese, no seas así.

- ¡Vos no seas así! Boludo, me cansé de ser yo la que suplica, de ser yo la que te busca. Parezco una acosadora que no te deja vivir a este punto. - obviamente estaba enojada. Se levantó del sillón para agarrar la manija de la puerta y marcharse

- Vos sabés que no lo sos..- la detuve poniendo mi mano encima de la suya en la manija.

- ¡Pero vos me hacés sentir así! - abrió la puerta y tan solo se fué dejandome con la palabra en la boca. Cerré la puerta y miré hacia atrás.

- ¿Problemas de pareja, eh?

- ya ni sé lo que le pasa.

- está necesitada la pobre, dale con el gusto. Hablando de eso, ¿por qué no te le querés dar si hace 5 minutos me querías destruir a mí? - levantó la ceja y sonrió por lo bajo.

- ¿qué querés incinuar?

- interpretalo a tu manera. - sonó su telefono. - disculpame, es Lionel.

- jodeme que le vas a contestar Karol, después de lo que te dijo.

- escuchá Ruggero, tal vez pueda hacerlo cambiar.

- yo solo te lo advierto, queridita. - contestó el telefono y no podía creer lo que escuchaba. Había perdonado a ese cabrón. Se despidió y volvió a mirarme.

- me pidió perdon, y juró esperarme.

- lo peor es que le creés. - miré hacia un costado, no podía ni verle la cara.

- No te enojes, Baloo. - se acercó hacia a mí y su susurró retumbó en mis oidos. - voy a tener tiempo para vos de todos modos - giñó su ojo. La noche pareció jugar en nuestra contra, cuando sentí mi telefono vibrando por la llamada de Agustín en mi bolsillo. Karol se rió y se sentó en el sofá continuando la película.

- Agustín.

- hermano, sos un cornudo.

- ¿de qué mierda me hablás?

- Estoy viendo a Candelaria con mis propios ojos. Está en el bar de la esquina de tu casa besándose a un careta.

- ¡¿Qué?! - Karol se dió la vuelta y me miró confundida.

- lo que estás escuchando. Si me dás permiso, voy ahora mismo a pegarle una trompada al pibe.

- no, amigo, no te gastes. Nos acabamos de pelear y me chupó un huevo, así que vos tranquilo. Nuestra relación ya estaba desgastada de todos modos.

- me parece perfecto.

- Gracias por avisarme.

- avisame si querés que valla para tu casa.

- no, no es necesario.

- chau, bro. Mañana hablamos.

- chau loco. - corté. No podía aceptar que a Pasquarelli le hayan metido los cuernos. Tenía mas bronca que dolor. Toqué mi cabeza y golpee la puerta con fuerza.

- Rugge, tranquilo. - Karol se levató rapidamente y corrió a abrazarme. - yo te voy a ayudar.

- ¿ayudarme cómo? - me separé de su abrazo para verla. Me regaló una sonrisa perversa, haciendome preever ella lo que tenía pensado.

- vengandote.
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Vamo a procesá

Estamos simplemente calentando para lo que se viene, les juro que es una bomba.

Comentenme que tal les pareció y cómo se vengarían de esa perra ustedes...

LAS AMO, nos vemos prontisimo...