Can You Love Again 3 - Harry Styles TERMINADA

Capitulo 13

Harry y yo nos fuimos a mi casa, al llegar allí cure sus golpes, cuando termine de limpiar su sangre de su cara dijo:

- de seguro y me veo horrible – reí y conteste

- no creo que eso sea posible... - sonrió apenado y antes de que dijera algo lo interrumpí – te voy a poner maquillaje...

- ¿Para qué?

- pues para que no se note que te dieron una golpiza

- no me dieron una golpiza, además a él le fue peor

- si claro, anda vamos – reí para sentarlo en la cama, fui por mi bolsa de maquillaje y me puse en medio de sus piernas y levanté su rostro para que me mirara a la cara, sonrió y después comenzó a pestañar rápidamente, reí de su acción

- me gusta hacerte reír...

- a mí me gusta verte... - acaricié su rostro y abrí mi bote con maquillaje para poner un poco debajo de su maquillaje

Al terminar de cubrir los moretones que apenas comenzaban a salir pregunte;

- ¿Qué color prefieres, morado, café o azul?

- azul... ¿Por qué? – pregunto confundido

- es que tengo una sombra que talvez quede con el color de tus ojos... - le enseñe mi estuche de maquillaje e hizo una mueca para comenzar a perseguirme, corrí por toda mi casa hasta bajar a la cocina, Harry seguía mis pasos apresurados hasta que estaba a punto de entrar.

- ven acá Hannah...

- no – reí - ¿Estás seguro que no quieres la café?

- no, ven vamos a casa... - dudé un poco en salir de la cocina, pero al final lo hice, cuando salí de la cocina y estaba a punto de tomar la mano del ojiverde me tomo de la cintura y me cargo hasta llegar a mi habitación, reí mientras golpeaba la espalda del rizado y el reía.

Me tumbo en la cama para subirse arriba de mí y comenzar a hacerme cosquillas, reí y paleaba mientras gritaba.

- ¡Ya no te voy a molestar Harry! ¡Suéltame! – reía y él no se detenía, cuando lo hizo me miro cansado y dijo

- no me había dado cuenta que hacer cosquillas era tan cansado

- es que lo que pasa es que estas viejo... - dije

- ja ja ja que graciosa, no es cierto, tengo treinta y uno

- ¿Qué no eran cincuenta? – me miro con cara de pocos amigos y siguió haciéndome cosquillas

- ¡Ya! ¡Ya no te voy a molestar Harry!

- más te vale – se detuvo y me miro tranquilo - ¿Te han dicho que eres muy cómoda? – pregunto riendo

- ¿Te han dicho que pesas? – pregunte

- sí, Diana y James – reímos y se acostó a lado mío, me gire para poder verlo a los ojos, el me miraba calmado y dijo – no quiero ir a casa, cuando estoy contigo siento que ya estoy en mi hogar...

- te quiero Harry...

- ¿Solo me quieres? – pregunto triste, reí y acaricié su mejilla

- te amo – confesé apenada

- no sabes lo mucho que te amo Hannah... - paro en seco – No sabes las ganas que tengo de besarte

- ¿Y por qué no me besas?

- porque no somos novios

- me has besado sin ser novios...

- esta vez quiero hacer las cosas bien Hannah, lo mereces, lo merecemos... - sonreí y contesté a sus confesiones

- te amo, y te admiro mucho Harry

Después de mucho tiempo nos levantamos y prepare ropa para irme a dormir a casa de los Styles, el me lo pidió mucho, este fin de semana la pasaría con ellos, y mañana no iría a trabajar, ni Harry ni yo.

Al llegar a casa de Harry se encontraba Anne y Robín cuidando a los niños. Diana y James no se dieron cuenta de las manchas moradas en el rostro de su padre, pero Anne casi grita de sorpresa al ver a su hijo así, yo le ayude a preparar la cena y estuvimos charlando un largo rato, le pregunte sobre Gemma, dijo que estaba de viaje con Mathew, estaban en Alemania, la pasaban bien, eso es lo que importa. Cuando terminamos de cenar los niños estaban viendo la televisión arriba. Harry bajo de las escaleras y le grito Anne;

- ¡Ahora me vas a explicar Harry! ¡¿Qué rayos te paso en la cara niño?!

- mamá... - dijo despreocupado

- nada de mamá... - dijo imitando su voz – dime que rayos te paso ahora

- nada importante, solo me pelee con Louis...

- ¿Por qué? – pregunto a regañadientes la castaña

- él me golpeo primero porque él estaba celoso porque yo estaba consolando a Hannah de algo...

- ¡Harry ya eres un adulto! ¡No un puberto!

- ¡Pero fue Louis el que empezó la pelea! – Anne no contesto nada y comento Robín mirando desde el otro sofá

- ¿Si quiera valió la pena la golpiza? ¿Quedo peor que tú?

- claro que valió la pena... - rieron ambos, yo aguante mis ganas de reír y contesto molesta Anne haciendo una mueca

- ¡No hay a cuál irle! ¡Están igual los dos! ¡Parecen niños!