Zootopia El Depredador

Capítulo 3. Nuevo Cambio, Otra Oportunidad

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NUEVO CAMBIO, OTRA OPORTUNIDAD

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—¿Qué? —menciono con toda la confusión del mundo.
—No me hagas volverlo repetirlo, Judy Hopps sigue con vida —se acerca a mí y me agarra del uniforme, jalándome hacia ella para sacarme de la celda—, y si no nos vamos no la volverás a ver.

Me que de sin palabras, todo este tiempo creía que estaba muerta y ahora alguien que ni siquiera conozco me dice que sigue con vida. Ahora es todo confuso para mi, pero no tenía el tiempo para hacerlo, era intentarlo o quedarme.

"Mi única oportunidad de tal vez vengarme de Bellwether —pensaba."
La seguí hasta la puerta de seguridad que se encuentra al final del pasillo.
Saca de su mochila un aparato pequeño, parecido a un celular, solo que a su alrededor tiene anexado cables y entre otras cosas que realmente no sabia.

No tardó nada en que ella abriera la puerta, y se supone que son las de máxima seguridad. Ella si que era una criminal experta.

—Hay que ganar tiempo y que no mejor haciendo lo más divertido —lo dice la zorra antes de salir de la puerta, afirmándolo con una sonrisa.

Después de decirlo con su aparato presiona al parecer algún botón que en un instante todas la celdas del bloque se abren, una distracción para los guardias del lugar. "Zorra astuta —pensaba."

Después de eso, la zorra ártica empieza a correr, y detrás suyo empiezo a seguirla. Recorrimos el pasillo donde tienen las celdas y salimos directo hacia el centro de la prisión. La estructura de la prisión era tipo panóptico, ya que la única forma de salir de este lugar es pasando por todo el centro de la prisión, hay tienen oficinas o habitaciones de seguridad entre muchas cosas que necesita una prisión para funcionar. Y a su alrededor toda la estructura donde están los presos.

Atravesamos varios pasillos y se escuchaban a lo lejos la alarma de la prisión dando a conocer a los guardias de este lugar que los prisioneros empezaban a hacer sus maldades.

Finalmente llegamos a la puerta donde lleva al centro, es grande para mi tamaño, para otras especies un poco más altas sería algo normal. Parecía que la zorra no se le dificultaba nada, pues para nada se le dificultaba y avanzaba con toda seguridad de donde ir, supongo que desde un principio ya lo tenía todo planeado.

—Sólo unos cuantos pasillos más y ya salimos de aquí —lo dice una vez que abrió otra puerta de seguridad.
—Y saliendo ¿Qué tienes planeado?
—Un auto lo deje dentro del bosque, lo tomaremos y dejaremos este lugar —después de responder, empieza nuevamente la carrera hacia la salida.

Me seguía sorprendiendo lo bien que planea, parece que son de las criminales ya con experiencias de esto, ya que he conocido contactos que son criminales, pero nadie se a atrevido a infiltrarse a una prisión y sacar a alguien encerrado allí mismo. Los dos recorrimos los pasillos de el edificio de administración, no era tan grande el lugar sólo teníamos que tomar un tipo pasillo grande que conduce directamente a la salida, entre cortado otras puertas de seguridad que solo pueden ser abiertas en una cabina, a lado de la dicha puerta.

—Un momento debo de hacer algo —interrumpo antes de que lleguemos a la salida.
—No hay tiempo, en un momento volverán todos los sistemas a funcionar.

No le hago caso la indicación que me da, y sólo entro a la habitación donde tienen guardado las cosas de los presos. Dentro es una habitación grande lleno de estantes y cada uno de ellos tienen cajas con los nombre de los presos, una de esas de ser la mía. La busque desesperadamente puesto que la zorra tenia razón en el tema de los sistemas. Todas las cajas estaban acomodados alfabéticamente, así que busque rápidamente la inicial de mi nombre; letra k, l, m, n, ¡bingo! La encontré.