Capitulo 29

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Me encontraba acostado en la alfombra de mi habitación, boca arriba con los ojos cerrados y las manos sobre mi frente.

Después de haberle dejado la carta a _____, salí de su habitación sin hacer ruido y me dispuse a regresar a casa, desde que llegue eh estado así. No tengo ánimos de nada. Era doloroso. Es como si la hubiera dejado ir para siempre, tenía esa sensación de que jamás volvería conmigo, que no cruzaría aquella puerta con su gran sonrisa, diciendo que quería dejar todo atrás y volver a empezar, que me abrazara fuertemente y después de eso me besara de esa manera que sabia que me volvía loco.

—¿Puedo pasar? — Karen asomo su cabeza. Asentí en mi misma posición —¿Qué haces? — Pregunta.

—Solo pienso, es todo. ¿Qué te trae por aquí? — Ahora pregunto yo.

Se recuesta a un lado mio. De la misma manera que yo, observando al techo.

—Te vi algo raro cuando llegaste, tu mirada no era la misma, parecía que veías a la nada, aquel brillo que sueles tener, no esta — Suspira —Cada que llegas a casa, siempre es con una enorme sonrisa, con una energía muy positiva, esta vez no fue así. Por eso me preocupas, Alan, tu no eres así. ¿Todo esta bien?.

Un nudo se forma en mi garganta.

—Pasa de todo, Karen. Hoy en la mañana le pedi a Alonso que me ayudara para poder hablar con _____, para verla por que la extraño, como no te imaginas. Después de tanto rogarle, acepto; me metí de contrabando a su habitación mientras ellos estaban en la sala, mi plan era esperarla para hablar, aclarar las cosas, pero no fue así — Tome aire —Accidentalmente choque con su buró, cayeron varias cosas, entre ellas una carta; la cual decía como se sentía, se expresaba ahí, en esa hoja de papel — Dije tallando mi ojo izquierdo.

—¿Qué más? — Me ánimo a seguirle contando.

—Después de leerla, supe que lo que estaba haciendo seria en vano, que eso no arreglaría las cosas con ella. En esa hoja decía que no sabia si lo nuestro podría seguir. ¿Te das cuenta de eso?, no sonaba como una duda, sonaba como una afirmación, pero, la entiendo, le eh causado mucho daño, del cual me arrepiento. Se lo eh hecho saber, se lo di a saber — Guarde silencio unos segundos —Lo que hice fue tomar una hoja de su cuaderno y escribirle una carta; en la cual expresaba todo, le pedía perdón, le pedía que no olvidara todo lo que pasamos y sobre todo, le pedí que fuera feliz, que hiciera todo lo que ella soñaba en hacer y que no sufriera por mi, por que no lo merecía. Lo que más dolió, fue decirle que tenia el tiempo suficiente, todo aquel que ella quisiera para saber si quería volver conmigo, y empezar de cero, oficialmente había roto cualquier lazo amoroso, la dejaba en libertad, como suelen decir — Solté un fuerte suspiro, aguantando las inmensas ganas de llorar —Con lágrimas en los ojos le pedí que no ne olvidara, por que yo no la haría, le hice saber que mis sentimientos hacia ella no desaparecían y que la esperaría con ansias, cuando ella estuviera lista y segura de su decisión. Cuando termine, la doble y la deje sobre su cama, hice el menor ruido posible para salir y ahora aquí estoy — Termine de hablar.

Se mantuvo callada, tomó mi mano y la apretó fuertemente.

—Se que es difícil para ti todo esto, Alan. Pero tu también debes ser fuerte, por ella, por los chicos, tu carrera, las coders y sobre todo; por ti. Si le diste el tiempo, no te desesperes, ella vendrá, mientras tanto disfruta, diviértete. Todo sera a su tiempo, el destino se encargará, el sabe, Alan — Dice, aun sostiene mi mano —Aquí nos tienes a nosotros, para apoyarte, escucharte en todo, se fuerte Alan, no me gusta ver a mi hermano mayor todo triste y decaído, al contrario, prefiero tu vanidad y que estes hablando y riendo todo el día — Reí levemente.

—Gracias Karen, por todo, no se que haría sin ti, chaparra — La abracé fuertemente.

Me regresó el gesto palmeando mi espalda.

—Bien, ahora, iremos por el pequeño Alonso, mi abuelita nos acompaña, ¿Vienes?, de ahí iremos al centro comercial por pizza — Sonríe.

—Creo que mejor me quedo, pero diviértanse todos. Besas y apapachas a ese pequeño por mi, ¿Cuando regresen lo traerán aquí a la casa? — Asiente —Si no estoy dormido, espero alcanzar a pasar un rato con el — Le digo viéndola.

—¿Seguro que no quieres ir? — Pregunta. Asiento levantándome.

—Quiero estar un rato solo, estaré bien. Pero ustedes disfruten la tarde y la pizza, te veo más tarde, Karen — Besé su frente cálidamente.

Salió de la habitación no muy convencida de dejarme solo, pero por una parte me entendía.

Agarre mi celular que aun permanecía en el suelo y cheque redes sociales, todo. Quería despejar mi mente un poco, opte por un poco de música, me recosté en mi cama, conecte mis audífonos y me los coloque cerrando mis ojos.

Cuando te vi entendí, que para poder vivir, que necesito aquí, cerca de mi — Cante, mientras mi mente se inundaba de recuerdos.

Sonreí ante aquello que mi mente hacia que recordará. Aun la veo sobre el escenario confundida y con miedo, se veía tierna, indefensa.

Se que fallé, tu lo has hecho tan bien, no pasa nada es normal puede suceder" — Aquel pedazo de canción el cual yo cantaba, parecía que quedaba justo en lo que estaba pasando.

Así fue pasando mi Play list.

Entonces comenzó a sonar una canción que cantaba seguido con ella, era de sus favoritas.

Eh rosas, chocolates quiero regalarte. Un millón de besos tengo para darte — Cante.

De la canción, era una parte de las que la gustaba.

Que sean míos cada uno de tus besos, y en las noches entregarte el universo, todos los sean catorce de febrero, cada mañana recordarte que te quiero — Varias lagrimas se acumularon en mis ojos. Las reprimí y seguí cantando.

Así fue hasta quedarme dormido, escuchando su canción favorita, mientras pensaba en ella.

Quedate |Alan Navarro| »CD9« #CD9Awards2017Where stories live. Discover now