Capítulo 6

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Ana tenia ojeras , había tenido una mala noche, con extraños sueños.Finn estaba en ellos, de a ratos siendo un adolescente que la invitaba a bailar, de a ratos el hombre adulto que la besaba en el viejo salón donde habían hecho el amor. Presente y pasado se habían mezclado en su subconsciente y ahora se sentía muy cansada.

Preparó el desayuno y despertó a Sean para que se alistara para la escuela.

- Sean, no podré venir a almorzar, quiero hacer horas extras para terminar mis pendientes y salir antes para pasar por el mecánico.

-No hay problema, igualmente yo estaré en casa de Candance para terminar un trabajo que tenemos pendiente.

-De acuerdo.- dio Ana tranquila. Candance era la hija de los vecinos y ella y Sean eran buenos amigos además de compañeros de clase, podía estar tranquila si él estaba allí, y últimamente se preocupaba mucho de que él se encontrara con Finn O 'Connell.

El chico terminó de desayunar y se marchó a tomar el bus para el colegio, un rato después ella partió al trabajo.

Eran cerca de las seis de la tarde cuando terminó todo el papelerío que tenía pendiente.

-¡Vete niña! Ve a ver cómo va el arreglo de tu auto - insistió Helena.

-Ya termino.

-Ana, cualquiera pensaría que soy un déspota, puedes terminar mañana lo que quede pendiente.

-Sabes bien que la déspota soy yo, no tú. Me gusta que todo quede arreglado, es mi responsabilidad.

-Vete ya , antes de que se largue la tormenta, aunque podrías bailar y cantar bajo la lluvia, te hace falta algo así, Señorita Responsabilidad.

-Bien, ya me voy . -dijo Ana, tomó su cartera, su chaqueta, saludo a Helena y se marchó.

Llegó a lo del mecánico para recibir malas noticias, su auto demoraría cerca de una semana en estar en condiciones.

-Por favor, ¿no puede estar antes?- insistió

-Lo siento, Ana, pero aunque quisiera tenerlo antes, necesito los repuestos y demorarán. Pero te garantizo que quedara perfecto, si te sirve de consuelo.

-No mucho Harry, no mucho- le dijo al viejo mecánico y se marchó bastante desilusionada. A mitad de camino, comenzó a lloviznar. Poco a poco la lluvia se hizo más fuerte.

Corrió para encontrar refugió y por ir sin mirar se chocó con alguien que venía en sentido contrario. Al levantar la vista descubrió espantada que era Finn.

-¡Tú! – exclamó él sorprendido y acto seguido la tomó del brazo, la cubrió con su abrigo y la llevó corriendo hasta una tienda para buscar amparo de la lluvia que se había intensificado.

-A salvo- susurró él con una leve sonrisa.

-No pedí que me rescataras, además es solo agua – protestó ella.

-Lo sé, ya también sé que no pediste ayuda, tengo la sensación de que nunca lo haces. Pero si te mojas demasiado podrías acabar con un resfrío, mejor esperamos un rato que pase.

-Supongo que no es tan mala idea – reconoció ella.

-Tu cabello.-susurró Finn y ella tomó un mechón que estaba levemente ondulado. Siempre le pasaba cuando se lo mojaba, años de alisarlo y no podía domarlo completamente, cuando se humedecía, se ondulaba levemente.

-La lluvia – respondió cortante. No quiso recordar el pasado, cuando su cabeza estaba poblada de rizos indomables.

-También así se ve bien.-comentó él.

Amor OcultoWhere stories live. Discover now