CAPITULO 42- CAPITULO FINAL SEGUNDA PARTE.

1K 64 212
                                    


NARRA LUCIA.

Mi querida amiga, Ariadna me estaba colocando el velo del traje de novia que me regalaron en navidad, era un traje precioso, el más bonito que había visto jamás, definitivamente el rubio y mi amiga deben haberse gastado todos sus ahorros en esta preciosidad. me iba a casar, era todo tan bonito que no podía salir bien, hace apenas unas horas me enteré que nos casábamos, no sabía nada, pero ya intuí algo cuando el inútil de mi hermano se le escapó algo de su linda boquita, ¿de verdad Daniel era tan romántico? Nos íbamos a casar el día de su cumpleaños y según Ariadna este iba a ser un día inolvidable, estaba descubriendo una faceta de Daniel que me encantaba.

Desde ese día de Navidad no volví a recibir ningún anónimo amenazante, pero mi cabeza no ha podido dejar de pensar en eso aunque no tuviera noticias, pero algo me decía que iba a ir mal, que todo no podía ser tan bonito, un mal augurio invadía mi cuerpo desde hace unos minutos, ¿Cuándo sería el momento ese que dicen los anónimos? ¿Quién estará detrás de todo eso? Y lo que es peor, ¿Por qué? ¿Qué será de mi vida sin Daniel y los niños? Pero bueno... ahora estamos en la boda, no puede pasar nada, de hecho puede que ya hasta se le hayan olvidado que existo, o se hayan aburrido de mandarlos, y nos dejaran tranquilos... si pasara eso, nos dejaran tranquilos, porque nos lo merecemos, tenemos que ser felices, estamos cansados ya de sufrir, y nos merecemos que todo esto salga bien, Daniel ha preparado esto con tanta ternura que sería injusto que algo saliese mal... no definitivamente, tenía que ser positiva, si en todo este tiempo había recibido una notificación, en este día no podría ser, no... Daniel y yo nos casaríamos y seríamos felices y comeríamos perdices, así es como suelen terminar los cuentos de Hadas que leía cuando pequeñita.

- Lucía – dijo Ariadna sollozando- estás preciosa, nunca creí que te iba a ver así, amiga, siempre creímos que tú te quedabas soltera – genial para tener estas amigas, mejor estar sola- de hecho no pensábamos que nadie te aguantaría tu carácter, pero bueno, has encontrado a un tonto que te va a soportar - ese comentario es digno de Calum, el refrán que dos que duermen en el mismo colchón de vuelven de la misma condición es cierto-

- Bueno ya amiga... que me vas a manchar el traje del rímel – la aparté y me senté de nuevo frente al espejo, mientras que me daba los últimos retoques al peinado-

- Algún día yo me casaré con tu hermano.... Eso si no le meto un palo de golf por cada orificio de su cuerpo, pero bueno aún así nos casaremos, pero haber si me lo pide, que es muy paradito – mientras Ariadna seguía hablando yo solo pensaba en Daniel ¿estaría ya vestido? ¿habría sido capaz de vestir a los niños? Definitivamente creo que me los habría tenido que quedar yo, y con la ayuda de Ariadna e incluso Abbie, haberlos vestidos, pero Daniel insistió en quedare él con ellos, pobrecitos si los ha vestido su padre, parecerán dos fantoches en la boda, porque no creo que Daniel haya sido capaces de ponerles bien la ropita, es más, en cuanto los vea, voy a ir a mirar si no le ha apretado demasiado la pajarita o la corbata para asegurarme que están en buen estado- pues buahla, Lucía ya estás – Ariadna se puso delante de mí para terminar de verme- estás preciosa amiga vas a ser la novia más guapa de todas las novias, Daniel en cuanto te vea va a querer comerte allí mismo.

- Muchas gracias Ariadna – en ese momento las dos nos fundimos en un tierno abrazo- todo esto, también es gracias a ti...

- Bueno dejémonos de ñoñadas y voy a ir ya a la iglesia, no tardes, el coche está abajo, Daniel ya salió hace un rato y Calum tu padrino seguramente esté ya con ellos, el coche que te lleva está abajo, nos vemos allí –nos volvimos a fundir en otro abrazo, y empecé a sentir cosas más raras, el mal augurio ahora era más extensible, una opresión en la barriga que cada vez era más fuerte-

RUN. NO MIRES ATRÁS. (gemeliers)Where stories live. Discover now