Si Tan Solo Me Amaras [Shuu x Subaru]

»Capitulo 6« ||Juegos 1/3||

Narra la narradora:

Al día siguiente Subaru ya estaba mejor, Shu aun seguía con vagina (Lo siento, tenía que ponerlo xD) Reiji tratando de curar a Yui y los trillizos jugando a la botella, cosa que Laito disfrutaba mucho.

Ya era de noche, y Reiji por fortuna había terminado de sanar las heridas de Yui, y en cuestión de minutos ella despertaría.

Ayato, Kanato y Laito estaban planeando hacer una noche interesante para todos los hermanos, y tuvieron que pedirle ayuda a esa persona que les ayudara en su pequeña broma.

Ayato: —Bien, esto haremos. Ustedes vayan a buscar a los Mukami, yo me encargo de tener todo listo.

Y con esto Laito y Kanato salieron de la mansión, dirigiéndose hacia la casa de los Mukami.

Ayato esperaba a través de la puerta del laboratorio de Reiji, esperando una señal de que su plan marchaba bien.

Espero unos minutos, hasta que el celular de Reiji comenzó a sonar, y esa fue una señal para ir a su habitación sin hacer ruido.

Reiji leyó el mensaje y suspiro con fastidio, se levanto de su silla de cuero negro y se dirigió al cuarto de sus hermanos, diciéndoles que tenían que bajar a la sala para una reunión obligatoria.

Se extraño cuando toco la puerta de la habitación de Laito y Kanato, ya que estos no se encontraban allí.

Todos ya estaban en la sala, y Laito y Kanato entraban por la puerta que provenía del jardín, ambos estaban hablando como si no supieran nada.

Shu: —¿Vas a decirnos por qué esta reunión obligatoria? —Pregunto sin ganas acostado en su sillón—.

Reiji: —Recibí un mensaje de esa persona, me dijo que invitara a los Mukami a casa con la presencia de ustedes, su intención es que juguemos un patético juego porque él cree que deberíamos llevarnos mejor. —Explico con detalle todo—. Y me dijo que si alguno se negaba iba a ser castigado de las peores maneras, eso es todo.

Kanato: —¿No deberías esperar a que los Mukami lleguen para enterarse?

Reiji: —Me dijo que ellos ya estaban avisados, y que ya llegarían.

El timbre de la puerta sonó y las pesadas puertas se abrían, dejando ver a cuatro sombras diferentes que se adentraban a la casa.

Ruki: —¿Llegamos a tiempo? —Pregunto mirando a todos los Sakamaki sin expresión en su cara mientras sostenía su típico libro en su mano derecha—.