After falling. (Camren) [PAUSADA]

10.

—¡Camila, despierta, nos hemos quedado dormidas en el mueble!— exclamó Lauren alarmada. La morena estaba entre sus brazos y Lauren trataba de agitarla un poco para despertarla.

La noche anterior se quedaron abrazadas hasta que el sueño llegó de forma sutil haciendo que ambas chicas se quedaran dormidas sin darse cuenta de cuándo.

—¡Camila! ¡Tenemos que ir a la boda!— Lauren la movió hasta que abrió los ojos con cansancio.

—Buenos días...— murmuró con la voz ronca.

—Camz, la boda...— insistió Lauren.

—¿Nos vamos a casar?— preguntó abriendo un poco más los ojos. Su rostro agarró un poco más de color.

—No.— rió Lauren. —Digo que la boda a la que te voy a llevar nos espera y tenemos que darnos prisa. ¡En una hora y media debemos estar allí! ¡Y es una hora en auto!

—Entiendo...— respondió somnolienta. Camila se reincorporó sobre los brazos de Lauren e hizo un intento de ponerse de pie que le tomó unos segundos porque el sueño la dominaba.

—Camz, vamos, hay que cambiarnos.— ahí estaba de nuevo aquel apodo que había recibido Camila la noche anterior. —¡Dios! Ni siquiera tienes un vestido, los míos no te quedarían bien...— Lauren se levantó ansiosa y caminó en círculos. —Tengo que buscar y comprarte uno que llegue lo más pronto posible.— comenzó a hablar para sí misma. —Joder, debí planear mejor esto.— se reprochó. Camila rió un poco y tomó la mano de Lauren Deteniéndola en seco.

—Tranquilízate.— y Lauren de inmediato le sonrió como disculpa.

—Lo siento.— suspiró. Camila asintió y soltó su mano. —Tengo que hacer una llamada rápida. Tu vestido va a llegar en unos minutos, si todo sale bien estaremos listas a tiempo.

Al cabo de un rato dando vueltas con el celular en la mano en busca de una tienda donde pudiesen darle la prenda lo más rápido posible, Lauren, con su poder económico, consiguió para Camila, en quince minutos, un vestido blanco que vio por internet.

Corrió a la entrada de la mansión y cuando abrió la puerta ya estaba un paquete negro con un lazo. Era su pedido.

—¡Camila! ¡Ya llegó, ve a mi habitación y póntelo!

***

—¿Necesitas ayuda?— preguntó Lauren desde el otro lado de la puerta. Ella ya se había colocado su debido atuendo y cargaba la cámara en una mano.

—¡No! ¡Solo tengo que conseguir la forma de subirme el cierre!— gritó Camila pensando que Lauren no la podía escuchar bien.

—Camz, estoy aquí mismo. No hace falta que grites.— rió Lauren. Aquel apodo le encantaba a Camila, le hacía sonreír.

—Lo siento. ¿Puedes entrar y ayudarme? No hay forma de que cierre esto yo sola.— Lauren tragó saliva.

—Claro.— lentamente movió el pomo de la puerta, prácticamente pidiendo permiso para entrar.

Camila no dijo nada, sólo se dio la vuelta para que Lauren viera lo que tenía que hacer.

Lauren terminó de abrir y asomó su cabeza.

Lo que vio la dejó sin aliento por un momento. Aquel vestido se ajustaba demasiado bien al cuerpo de la morena, no sólo resaltaba la hermosa piel de Camila sino que también permitía una tentadora vista de su pierna, esto gracias a un corte de lado que tenía el vestido, se podía ver hasta el muslo. La prenda cubría hasta un poco más por debajo de las rodillas pero la pierna izquierda de Camila, al estar en el lado del corte, se podía apreciar perfectamente, fue inevitable notar que la piel en esa zona era firme.