f u c k

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-Ah...

Lo recuerdo bien.

-¡Joder!

Suelo olvidar cosas, pero nunca si tienen que ver con él.

-U-mh, mierda ¡Ah!

Estaba cansado, realmente lo estaba.
Cansado de sentir su piel tibia contra la mía.
De mirar sus labios entre abiertos en un intento de conseguir aire.
Del ardor en la garganta de tanto gritar.
De enterrar mis uñas en su espalda, hombros y brazos.

-¡Josh!

De escucharlo susurrar mi nombre entre suspiros al terminar.

-Mierda, Tyler.

De morderme el labio para no rogarle que se quedara.
De tragarme mi orgullo y caer cada vez que él quería tenerme.

-¡Mierda Tyler voy a...!

-¡Ah!

No sabía que se suponía que tenía que hacer, cada vez podía lidiar menos con esto, el me hacía daño, mucho, ambos lo sabíamos.
Sabía perfectamente lo que era el sexo, sin embargo eso nunca tuvo importancia para mí, por lo menos no antes de Josh.

-J-Josh, - hable después de recuperar la respiración, y antes de poder decir algo más, el habló, él sabía lo que diría.

-No Tyler, no puedo quedarme, lo sabes - Asentí cabizbajo.

Se quitó de encima, se recostó a mi lado intentando regular su respiración por unos minutos.
Se levantó, comenzó a buscar su ropa y a vestirse.
Una vez terminó, volteo a mirarme, iba a hablar, pero un sonido lo interrumpió. Su celular, sabíamos perfectamente quien era.
No contestó, tampoco se movió o aparto su mirada de mí, era intensa, quería decir algo pero no podía, el nudo en mi garganta no me permitía decir nada, sus ojos cayeron al piso, igual que mis estúpidas esperanzas de que quisiera quedarse.
Se mordió el labio, soltó un suspiro y se dio la vuelta, caminó hacia la puerta de mi habitación y cuando estaba por salir mis intentos por detenerlo solamente sirvieron para que me doliera el pecho.

-Josh...-susurré, necesitado.
-Adiós, Tyler, nos vemos por ahí, supongo.

Y salió, solo asentí aunque sabía que el ya no podía verme. Minutos después escuché el ruido de la puerta de entrada al cerrarse.
Posé mi vista en el techo de mi habitación, en silencio, lo único bueno de estar solo por las tardes era que Josh podía venir, lo malo era que cuando él se iba me sumía en la mierda que tenía en la cabeza.

Cansado del ardor en mi pecho, los ojos llorosos, el nudo en la garganta al escucharlo irse.
De sentir el tiempo ir más lento cuando Josh me dejaba y sentirlo tan rápido mientras él estaba a mi lado.
Cansado de tener que darle la espalda para no tener que verlo marcharse.
Cansado de solo tenerlo por unos minutos y después que vuelva a dejar de ser mío.
Estaba cansado de sus labios, de su mirada intensa que sentía podía ver a través de mí, de sus manos recorriendo mi cuerpo que se sabía de memoria, de sus caricias rudas, de sus palabras encantadoras, de él.

Estaba cansado de Josh.

Cansado de estar jodido por él.

Pero también estaba cansado de mentir.

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